Santa Gala, viuda
fecha: 6 de abril
fecha en el calendario anterior: 5 de octubre
†: s. VI - país: Italia
otras formas del nombre: Galla
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 5 de octubre
†: s. VI - país: Italia
otras formas del nombre: Galla
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Roma, santa Gala, hija del cónsul
Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro
durante muchos años, entregada a la oración, a las limosnas, a los ayunos y a
otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san
Gregorio Magno.
patronazgo: patrona de las viudas.

Una de las víctimas de Teodorico el Godo,
en Italia, fue el noble patricio romano Quinto Aurelio Símaco, que había sido
cónsul en 485 y fue injustamente ejecutado en 525. Sus tres hijas se llamaban
Rusticiana (la esposa de Berrio), Proba y Galla. El nombre de esta última
figura en el Martirologio Romano el día de hoy. En los «Diálogos» de san
Gregorio hay un corto relato de su vida y su muerte. Galla quedó viuda un año
después de haber contraído matrimonio. Aunque era joven y rica, determinó
consagrarse a Cristo en vez de casarse de nuevo. A este propósito, san Gregorio
escribe que el matrimonio «empieza siempre con alegría y acaba tristemente»;
pero tal generalización es injusta. A pesar de que los médicos dijeron a Galla
que si no se casaba iba a crecerle la barba, la joven permaneció firme en su
propósito e ingresó en una comunidad de vírgenes consagradas a Dios, cerca de
la basílica de San Pedro. Allí vivió muchos años, entregada a la oración y al
cuidado de los pobres y necesitados.
Siendo ya de cierta edad, se vio afligida
por un cáncer en el pecho. Una noche en que los dolores no la dejaban dormir,
se le apareció san Pedro entre dos cirios (porque la santa odiaba tanto la
oscuridad material como la espiritual). Galla exclamó: «¿Vos venís a visitarme?
¿Mis pecados están perdonados?» San Pedro inclinó la cabeza diciendo: «Sí,
están perdonados». Y añadió: «Ven y sígueme». Pero Galla, que tenía una amiga
muy querida llamada Benita, rogó a San Pedro que la llevase también consigo.
San Pedro le replicó que ella y otra de las religiosas morirían tres días más
tarde y que Benita sería llamada un mes después. San Gregorio relató los hechos
cincuenta años después y afirma que «las religiosas del monasterio, que oyeron
a sus predecesoras narrar los acontecimientos, podían contarlos hasta el último
detalle, como si hubiesen presenciado el milagro». Se supone que la carta de san
Fulgencio, obispo de Ruspe, «Sobre el estado de viudez», estaba dirigida a
santa Galla. Las reliquias de la santa se conservan, según se dice, en la
iglesia de Santa María in Pórtico.
Prácticamente todo lo que sabemos acerca
de santa Galla se reduce a lo que dice el artículo de Acta Sanctorum, oct. vol.
III. Probablemente la iglesia de San Salvatore de Gallia en Roma estaba
dedicada a nuestra santa. Cerca del Vaticano se hallaba el hospicio francés de
San Salvatore in Ossibus; dicho hospicio se mudó más tarde a las cercanías de
San Salvatore de Galla, y ello explica que el nombre de Galla haya sido
substituido por el de Gallia. Véase P. Sepezi, en Bullettino della Com.
archeolog. di Roma, 1905, pp. 62-103 y 233-263.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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can.: culto local
país: Francia - †: c. 620
país: Francia - †: c. 620
En Troyes, en
Neustria, san Winebaldo, abad del monasterio de San Lupo, preclaro por su
austeridad.
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