San Gotardo de Hildesheim, abad y obispo
fecha: 5 de mayo
fecha en el calendario anterior: 4 de mayo
n.: 960 - †: 1038 - país: Alemania
otras formas del nombre: Godehard, Gotthard, Godofredo
canonización: C: Inocencio II 29 oct 1129
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 4 de mayo
n.: 960 - †: 1038 - país: Alemania
otras formas del nombre: Godehard, Gotthard, Godofredo
canonización: C: Inocencio II 29 oct 1129
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Hildesheim, en el territorio de
Sajonia, en Alemania, san Gotardo, obispo, que, primero abad del monasterio de
Niederaltaich, visitó y renovó otros monasterios, y al morir san Bernardo le
sucedió en la sede episcopal, donde promovió la vida cristiana de su Iglesia,
restableció en el clero la disciplina regular y abrió diversas escuelas.
patronazgo: patrono de los albañiles,
protector en los partos difíciles, y contra las enfermedades de la infancia,
los cálculos biliares, gota, reumatismo, también contra los rayos y el granizo.

San Gotardo nació en el pueblecito bávaro
de Reichesdorf. Su padre estaba al servicio de los canónigos que vivían en la
antigua abadía benedictina de Nieder-Altaich. Los canónigos se encargaron de la
educación del niño. Gotardo dio muestras de un ingenio tan precoz, que llamó la
atención de los obispos de Passau y Regensburg y se ganó el favor del arzobispo
Federico de Salzburgo. Este último le llevó consigo a Roma y le nombró superior
de los canónigos, a los diecinueve años. Gracias a los esfuerzos de los tres
prelados, se restableció la regla benedictina en Nieder-Altaich, en 990.
Gotardo, que ya entonces era sacerdote, tomó el hábito monacal junto con otros
canónigos. Cuando fue elegido abad, san Enrique,
que era entonces duque de Baviera y tenía en gran estima a Gotardo, acudió a su
consagración. La emperatriz Cunegunda tejió para el santo un cíngulo que se
conservó mucho tiempo como reliquia. El éxito con que Gotardo gobernó su
abadía, hizo que san Enrique le mandase a reformar los monasterios de
Tegernsee, en el Freising, Herfeld, en Turingia y Kremsmünster, en Passau. El
santo desempeñó con gran acierto el cargo, sin abandonar la dirección de
Nieder-Altaich, en donde dejaba a un vicesuperior cuando estaba ausente.
En veinticinco años, San Gotardo formó
nueve abades de diversos monasterios. Dios le llamó entonces a una vida muy
diferente. San Bernwaldo,
obispo de Hildesheim, murió el año 1022. Al punto decidió san Enrique nombrar a
Gotardo para sucederle. En vano alegó el abad su avanzada edad y su falta de
cualidades; al fin tuvo que plegarse a los deseos del monarca, a quien apoyaba
todo el clero de la región. Aunque tenía ya sesenta años, emprendió las labores
episcopales con el empuje y la energía de un joven. Construyó y restauró varias
iglesias; fomentó mucho la educación, particularmente en la escuela
catedralicia; estableció tal disciplina en su capítulo, que parecía un monasterio;
finalmente, en un terreno pantanoso que obtuvo de las autoridades, en las
afueras de Hildesheim, construyó un hospital para los pobres y enfermos. San
Gotardo tenía particular predilección por los pobres; en cambio veía con muy
malos ojos a los vagabundos profesionales, a los que llamaba «los
peripatéticos» y no les permitía hospedarse por más de dos o tres días en el
hospital. El santo obispo murió en 1038 y fue canonizado en 1131. Los autores
están generalmente de acuerdo en que el célebre Paso de San Gotardo tomó su
nombre de una capilla que los duques de Baviera construyeron en la cumbre, en
honor del gran prelado de Hildesheim.
Existe una biografía muy completa y digna
de crédito, escrita por Wolfher, fiel discípulo de san Gotardo. En realidad, dicho
autor escribió dos biografías: una antes de la muerte del santo y otra unos
treinta años después. Las dos pueden leerse en Pertz, Monumenta Germaniae
Historica, Scriptores, vol. XI, pp. 167-218. También ha llegado hasta nosotros
una parte de la correspondencia de san Gotardo (Monumenta Germaniae Historica,
Epistolae Selectae, vol. III, pp. 59-70 y 105-110). San Gotardo es una de las
figuras más importantes del tercer volumen de la Kirchengeschichte
Deutschesland de Hauck. Citaremos, entre las biografías modernas, las de F. K.
Sulzbeck (1863) y O. J. Blecher (1931). Ver también Acta Sanctorum, mayo, vol.
I; y E. Tomek, Studien z. Reform d. deutsch. Kloster, vol. I (1910), pp. 23 ss.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1503
San Avertino, diácono
fecha: 5 de mayo
†: 1189 - país: Francia
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: 1189 - país: Francia
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Vençay, cerca de Tours, en Francia,
san Avertino, diácono, que acompañó a santo Tomás Becket al destierro, y a la
muerte de este volvió a dicho lugar, donde vivió como eremita.
El Acta Sanctorum y otras colecciones
hagiográficas menos importantes mencionan el 5 de mayo a san Avertino, cuya
fiesta se celebra aún en la diócesis de Tours. Su vida puede resumirse así: Un
canónigo llamado Avertino prestó ayuda a santo Tomás de
Canterbury en las amarguras del exilio. Santo Tomás le
confirió el diaconado y le llevó de secretario al sínodo de Tours, en 1163.
Después del martirio del arzobispo, Avertino se estableció en la Touraine,
cerca de Vancai, donde se consagró a cuidar a los pobres y a los forasteros.
Parece que en sus últimos años vivió en la soledad. El pueblo le invoca
especialmente contra los desmayos y los dolores de cabeza.
Los numerosos «ex votos» que se
conservaban en la iglesia de san Avertino, cerca de Tours, en el siglo XVIII,
daban testimonio de que el culto del santo había sido muy popular en una época.
Desde el punto de vista histórico, su caso es una curiosa ilustración de la
manera como las conjeturas sin fundamento y las leyendas populares se
transforman en «historia»: es posible que haya existido un ermitaño llamado
Avertino en las cercanías de Tours, venerado en diversas regiones de Francia,
pero no existe el menor fundamento para relacionarle con santo Tomás de
Canterbury.
En la abundante colección de materiales
sobre el gran arzobispo, publicada en la Rolls Series, no se halla ninguna
mención de Avertino. Por otra parte, los biógrafos modernos de Santo Tomás de
Canterbury, como el P. John Morris y Dom A. L'Huillier, no hubiesen pasado por
alto a un discípulo y amigo tan íntimo de su biografiado. N. de ETF: en la
edición impresa decía: «en la iglesia de san Avertino, cerca de Tours, en el
siglo VIII», naturalmente se trata de un error de imprenta, ya que el santo es
del siglo XII; corregí a XVIII conjeturalmente.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de
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