sábado, 23 de julio de 2016

Beata Juana de Orvieto, virgen - Beata Margarita María López de Maturana, virgen y fundadora (23 de julio)

Beata Juana de Orvieto, virgen

fecha: 23 de julio
n.: c. 1264 - †: 1306 - país: Italia
canonización: 
Conf. Culto: Benedicto XIV 11 sep 1754
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Orvieto, ciudad de la Toscana, beata Juana, virgen, terciaria dominica, ilustre por su caridad y su paciencia.

Juana era una campesina de la Carnaiola. En Orvieto se la llama todavía Vanna, como lo hacían sus familiares. Como quedase huérfana a los cinco años, sus compañeras de juego trataron de asustarla diciéndole que no tenía a nadie que mirase por ella y que moriría de hambre. Pero la niña respondió sin intimidarse: «Yo tengo un padre mejor que el vuestro». Sus compañeras le preguntaron qué significaba eso y Juana las condujó a la iglesia y les mostró una imagen del ángel de la guarda: «Él velará por mí». Su confianza no se vio frustrada, ya que fue adoptada por una familia de Orvieto, la cual se encargó de educarla y de arreglarle un matrimonio. Pero Juana tenía proyectos diferentes. Así, pues, se refugió en casa de una amiga e ingresó en la tercera orden de Santo Domingo.
A partir de ese momento, se consagró enteramente al servicio de Dios y de los pobres. Según cuenta la tradición, Juana se mostraba particularmente bondadosa con quienes la molestaban y hacía penitencia por ellos; ese era el motivo por el que se decía en Orvieto que si se deseaba que la beata orase por alguien, éste no tenía más que molestarla. Se dice que el cielo concedió a Juana numerosos éxtasis y gracias extraordinarias. El beato Santiago de Mevania, quien se hallaba entonces en el convento de los dominicos de Orvieto, fue su director espiritual durante varios años. Según una leyenda, Juana se confesó con él en Orvieto cuando el cadáver del beato se hallaba tendido en Bevagna. Juana predijo varios de los milagros que iban a ocurrir después de su muerte, pero hizo cuanto pudo por esconder las gracias extraordinarias que el cielo le había concedido. Lo que no podía ocultar en forma alguna era su despego del mundo, su humildad y su mansedumbre. La beata profesó siempre particular devoción a los ángeles. Murió asistida por ellos, el 23 de julio de 1306. Su culto fue aprobado en 1754.
La principal fuente sobre la beata es la biografía latina escrita por Jacobo Scalza; fue editada por primera vez en 1853; más tarde, fue reeditada en italiano por L. Fumi y L. Passarini. Véase también Procter, Dominican Saints; y M. C. Ganay, Les bienheureuses Dominicaines (1913).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2513




Beata Margarita María López de Maturana, virgen y fundadora

fecha: 23 de julio
n.: 1884 - †: 1934 - país: España
canonización: 
B: Benedicto XVI 22 oct 2006
hagiografía: Vaticano

En Bérriz, España, beata Margarita María López de Maturana, virgen, fundadora del instituto de Mercedarias Misioneras de Bérriz.

Nació en Bilbao (España) el 25 de julio de 1884. Fue bautizada con el nombre de Pilar. Mantuvo toda la vida una relación afectiva y espiritual muy intensa con su hermana gemela Leonor. Siendo adolescente, su madre, intentando alejarla de una amistad prematura con un joven marino, decidió llevarla al colegio internado de las religiosas Mercedarias en Bérriz. Allí sintió la llamada de Dios a una consagración total como religiosa misionera.
A los 19 años, el 10 de agosto de 1903 ingresó en la Congregación, tomando el nombre de Margarita María. Pocos días antes su hermana Leonor había ingresado en el noviciado de las Carmelitas de la Caridad, de Vitoria (murió misionera en Argentina, y su causa de beatificación está incoada). Desde el primer momento se entregó a Dios con una fidelidad total en su vida de monja de clausura. En 1906 comenzó a trabajar en el colegio, donde estuvo más de veinte años. Son dos las principales características que la distinguen: su afición a la oración y su caridad exquisita. En ellas su vocación mercedaria, de redención de cautivos, se fue ampliando y actualizando.
Es en esa vida de oración constante, fiel, en su intimidad con el Señor, donde su caridad, su vocación mercedaria de redención de cautivos se fue ampliando y alcanzando nuevos y más amplios horizontes. Fue ahondando en el deseo de hacer llegar al mundo entero la dicha que ella gozaba en la comunicación con Dios y el amor a Jesucristo que sentía crecer más y más en su interior. El 5 de mayo de 1912 escribía: «Yo no deseo más que darle a conocer a los que me ha encomendado, que es el mundo entero». Desde entonces sus ansias de llegar a abarcar el mundo entero se fueron dilatando, primero en la oración y luego en su trabajo con las alumnas del colegio anexo al monasterio. Compartió sus inquietudes con la comendadora del monasterio, María Nieves Urízar y entusiasmó con ellas a la comunidad entera.
En el año 1913 comenta que le gusta pedir por los misioneros. Poco a poco, por diversas circunstancias, fue conociendo a algunos y mantuvo con ellos una comunicación frecuente. Estas cartas, cargadas con abundantes experiencias misioneras, fueron sembrando en su tierra, bien abonada, una semilla que fructificó en realidades insospechadas en aquel entonces convento de clausura. Eran los años del despertar misionero en España. En el colegio inició, en el año 1920, una asociación «Juventud Mercedaria Misionera de Bérriz» y a través de ella formó en el espíritu misionero a varias generaciones de jóvenes que, como religiosas o como esposas, supieron vivir el ideal misionero allí donde Dios las iba llamando.
Todo este movimiento misional no podía quedar encerrado en el interior de un monasterio de clausura. La respuesta a los signos de los tiempos pedía algo más. El Espíritu inspiraba con fuerza y las monjas, impulsadas por él, abrieron las rejas del convento y se dispersaron en el lejano Oriente. China, las islas de Oceanía (Saipán y Ponapé) y Japón, supieron de su audacia misionera. Eran fundaciones vinculadas a la casa madre y en las que el fuego misionero iba creciendo más y más, con el contacto, preocupación y ayuda a aquellas primeras misioneras.
Margarita María, elegida comendadora del convento, acompañó personalmente, en 1928, a la tercera expedición, para ver de cerca las misiones y hacerse cargo de las exigencias apostólicas de la nueva vida misionera, con la mirada puesta en transformar el convento en instituto misionero. Tal transformación tuvo lugar en 1930, por petición de las 94 monjas, petición sellada con un sí unánime en votación secreta, como lo pedía Roma. Este fue el gran anhelo de Margarita María: la formación del instituto de Mercedarias Misioneras de Bérriz, que pudiera llevar la buena nueva de la Redención y liberación hasta el fin del mundo, viviendo el cuarto voto redentor de permanecer en la misión cuando hubiere peligro de perder la vida. Y a este instituto dejó en herencia una rica espiritualidad, que alcanzó su cumbre en los últimos años de su vida, en una experiencia contemplativa y gozosa de Cristo redentor:
«El conocimiento de Jesucristo me absorbe y llena de gozo. Todo parece que contribuye, de un tiempo a esta parte, a esclarecer el misterio de la redención con todas sus derivaciones para mi alma y la Iglesia. Y es un gozo nuevo, cumplido, profundo, que me hace sentirme como radicada en una verdad profunda que da estabilidad a todo mi ser... Todo tiende alegremente a afirmarse en Dios Padre amorosísimo, que por su voluntad libérrima nos envía a su Hijo a redimirnos y a hacernos, por él, hijos suyos adoptivos...» (diciembre de 1933).
Murió el 23 de julio de 1934, dos días antes de cumplir 50 años. Fue beatificada el 22 de octubre de 2006 en Bilbao, España.
fuente: Vaticano
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=4734

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