San Félix de Tibiuca, obispo y mártir
fecha: 15 de julio
fecha en el calendario anterior: 24 de octubre
†: 303 - país: África Septentrional
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 24 de octubre
†: 303 - país: África Septentrional
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Cartago, en la vía llamada de los
Escilitanos, en la basílica de Fausto, inhumación de san Félix, obispo de
Tibiuca y mártir, que ante la orden del procurador Magniliano de que se
arrojasen al fuego los libros de la Biblia, respondió que prefería ser abrasado
él antes que quemar las Sagradas Escrituras, y por esta respuesta el procurador
Anulino le atravesó con la espada.

A los comienzos de la persecución de
Diocleciano, muchos cristianos entregaron a los perseguidores los libros
sagrados para que los quemasen. Algunos trataron de disculpar su proceder o
disminuir su culpabilidad, como si las circunstancias pudiesen justificar la
cooperación en una acción impía o sacrílega. Félix, obispo de Africa proconsular,
lejos de seguir el mal ejemplo de tantos otros cristianos, se sintió más bien
espoleado a adoptar una conducta vigorosa y vigilante. El magistrado de
Tibiuca, Magniliano, le ordenó que entregase todos los libros y escritos
sagrados para quemarlos. El mártir replicó que estaba obligado a obedecer a
Dios antes que a los hombres, y entonces Magniliano le envió al procónsul de
Cartago.
Según cuenta el relato del martirio, el
procónsul, enfurecido por la valiente confesión del santo, le cargó de cadenas
y le encerró en una horrible mazmorra. Nueve días después, le envió en un navío
a Italia para que le juzgase Maximino. La travesía duró cuatro días; el obispo
fue encerrado en la cala del barco con los caballos y no probó alimento ni
bebida. Los cristianos de Agrigento, de Sicilia y de todas las ciudades por
donde pasó el santo, le acogieron jubilosamente. En Venosa de la Apulia, el
prefecto mandó quitarle los grillos y le preguntó si realmente poseía libros
sagrados y por qué razón se rehusaba a entregarlos. Félix replicó que no podía
negar que poseyese libros sagrados, pero que jamás los entregaría. Sin más
averiguaciones, el prefecto le mandó decapitar. En el sitio de la ejecución san
Félix dio gracias a Dios por su bondad y, en seguida, tendió la cabeza al
verdugo rara ofrecerse en sacrificio a Aquél que vive por los siglos de los
siglos. Tenía entonces cincuenta y seis años. Fue una de las primeras víctimas
de la persecución de Diocleciano.
La leyenda de la deportación de San Félix
a Italia y su martirio en ese país es una invención del hagiógrafo, quien
quería hacer de él un santo italiano. Pero está fuera de duda que san Félix fue
martirizado por el procónsul de Cartago. Sus reliquias fueron más tarde
trasladadas a la famosa «basílica Fausti» de dicha ciudad.
El P. Delehaye publicó un notable estudio
sobre el relato del martirio de San Félix, en Analecta Bollandiana, vol. XXIX
(1921), pp. 241-276. Publicó los textos más representativos de los dos
principales grupos e hizo una reconstrucción admirable del documento primitivo
en el que se basan fundamentalmente las dos familias de textos.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2388
San Jacobo de Nísibe, obispo
fecha: 15 de julio
†: 338 - país: Turquía
otras formas del nombre: Santiago de Nísibe
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: 338 - país: Turquía
otras formas del nombre: Santiago de Nísibe
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Nísibe, en
Mesopotamia, san Jacobo, primer obispo de esta ciudad, que intervino en el
Concilio de Nicea y dirigió su rebaño en paz, alimentándolo espiritualmente y
defendiéndolo con energía de los enemigos de la fe.
refieren a este santo: San Alejandro I
de Constantinopla, San Efrén

Santiago (es decir san
Jacobo) fue desde muy antiguo una figura muy importante y venerada en el
Oriente, donde casi todas las Iglesias celebran su fiesta y su nombre aparece
en el Martirologio Jeronimiano. Hacia el año 308, el santo fue nombrado primer
obispo de Nísibis, en la Mesopotamia (la actual Nusaybin, en Turquía), y su
discípulo san Efrén habla
de los importantes servicios que prestó a su diócesis, ya que erigió una gran
basílica y es posible que inaugurase la famosa escuela teológica. Santiago
asistió al Concilio de Nicea, en 325, y san Atanasio, el historiador Teodoreto
y otros dieron testimonio de la entereza con que se opuso al arrianismo. El
santo vivía aún cuando Sapor II, rey de Persia, atacó por primera vez a
Nísibis, el año 338, pero existen muchas pruebas de que murió aquel mismo año.
Por su ciencia y
escritos, sólo cede en gloria a san Efrén, entre los doctores de la Iglesia
siria, y que también los armenios le honran como doctor; pero se ha demostrado
ya que no fue el autor de muchos de los escritos que se le atribuían
antiguamente. Su nombre aparece en el canon de la misa siria y de la misa
maronita, así como en las letanías solemnes de la misa caldea.
Las investigaciones de
los bolandistas datan de fecha muy reciente. El P. Paul Peeters, tras de un
detenido examen crítico de las fuentes griegas y latinas y, sobre todo, de las
sirias y armenias, ha demostrado que la tradición, a la que se atenía Butler,
es totalmente fantástica. En efecto, dicha tradición estaba formada por
elementos sacados de otras leyendas hágiográficas, sobre todo de la biografía
siria de San Efrén. Es imposible dar aquí más detalles, pero puede verse el
estudio del P. Peeters en Analecta Bollandiana, vol. xxxvut, (1920), pp. 285-
373. (I. I)TC., vol. viril, cc. 292-295.
fuente: «Vidas de los
santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de
santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta
ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y
servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar
esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el
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