viernes, 15 de agosto de 2014

La oveja perdida y La manzana perfecta (El canto del pájaro (Anthony de Mello))

LA OVEJA PERDIDA


Parábola para educadores religiosos:

Una oveja descubrió un agujero en la cerca y se escabulló a través de él. Estaba feliz de haber escapado.

Anduvo errando mucho tiempo y acabó desorientándose. Entonces se dio cuenta de que estaba siendo seguida por un lobo. Echó a correr y a correr..., pero el lobo seguía persiguiéndola. Hasta que llegó el pastor, la salvó y la condujo de nuevo, con todo cariño, al redil.

Y a pesar de que todo el mundo le instaba a lo contrario, el pastor se negó a reparar el agujero de la cerca.


LA MANZANA PERFECTA


Apenas había concluido Nasruddin su alocución cuando un bromista de entre los asistentes le dijo: «En lugar de tejer teorías espirituales, ¿por qué no nos muestras algo práctico?».

El pobre Nasruddin quedó absolutamente perplejo. «¿Qué clase de cosa práctica quieres que te muestre?», le preguntó. Satisfecho de haber mortificado al mullah y de causar impresión a los presentes, el bromista dijo: «Muéstranos, por ejemplo, una manzana del jardín del Edén».

Nasruddin tomó inmediatamente una manzana y se la presentó al individuo. «Pero esta manzana», dijo éste, «está mala por un lado. Seguramente una manzana celestial debería ser perfecta».

«Es verdad. Una manzana celestial debería ser perfecta», dijo el mullah. «Pero, dadas tus reales posibilidades, esto es lo más parecido que jamás podrás tener a una manzana celestial».

¿Puede un hombre esperar ver una manzana perfecta con una mirada imperfecta?

¿O detectar la bondad en los demás cuando su propio corazón es egoísta?

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario