jueves, 5 de mayo de 2016

San Máximo de Jerusalén, obispo y confesor - San Britón de Tréveris, obispo (5 de mayo)

San Máximo de Jerusalén, obispo y confesor

fecha: 5 de mayo
†: c. 350 - país: Israel
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa

Conmemoración de san Máximo, obispo de Jerusalén, que fue condenado por el César Maximino Daya a trabajos forzados en las minas, después de haberle arrancado un ojo y quemado un pie con hierros candentes. Alcanzada la libertad, pudo marchar de allí y fue nombrado obispo de la Iglesia de Jerusalén, en donde, con el prestigio de su gloriosa confesión, descansó en paz.
La llegada de Maximino Daia como César de Oriente, en el 305, marcó cierto suavizamiento en las persecuciones: las provincias estaban llenas de cristianos del lugar, y al nuevo César, carente de prestigio y de poder propio, no le convenía ponerse a la población nativa en contra. Sin embargo en poco tiempo Maximino ve que contra esta religión el único recurso es la violencia, y si realmente quiere un reflorecimiento del paganismo, tendrá que perseguir a los cristianos. Así, muy prontamente, ya en el 306, se dio «con mayor furia y frecuencia que sus predecesores a la persecución contra nosotros.» (Eusebio, Historia Eclesiástica, VIII, 14,9).
Una de las víctimas de estas persecuciones fue el santo que hoy recordamos, Máximo de Jerusalén. Nos cuenta el historiador Sozómeno (Historia, I,10) que en la persecución de Maximino Daia sufrió trabajo en las minas, y que se le quitaron el ojo derecho y el pie izquierdo. No sabemos el año concreto de estos hechos, que pudieron haber ocurrido entre el 306, inicio de esta serie de persecuciones, y el 312, fin de Maximino Daia.
Sin embargo Máximo, como algunos otros (Sozómeno menciona junto a Máximo a Pafnuncio de Egipto), sobrevivió al maltrato. Aquellos que seguían viviendo tras estas persecuciones eran considerados por la comunidad cristiana casi como "mártires vivos", venerados como confesores de la fe.
Máximo fue acogido por Macario de Jerusalén y ordenado obispo (a pesar de las mutilaciones, que no contaron en contra de la ordenación precisamente por ser fruto de la confesión de fe), y a la muerte de este, hacia el 337, le sucedió en el gobierno de la sede hasta que murió, en torno al 350.
Cuenta Sozómeno que Macario lo había ordenado obispo para la iglesia de Dióscoro, sufragánea de Jerusalén, pero dado el prestigio de Máximo como confesor, los jerosolimitanos no querían desprenderse de él, ni Macario hizo nada por enviarlo a su sede; así que a la muerte de éste pareció lo más natural que Máximo continuara allí, y se nombrara otro obispo para la de Dióscoro.
Sozómeno narra también (libro II, 24) que en el contexto del Concilio de Nicea un confesor jerosolimitano adoptó posiciones arrianas, pero fue reconvenido por Pafnuncio, y volvió a la plena ortodoxia. Según se piensa, ese confesor es precisamente san Máximo, quien luego no sólo demostró seguir la recta fe, sino que fue uno de los esforzados defensores de san Atanasio, al punto de que en el 349 fue expulsado por los arrianos de su sede, tras lo cual murió.
Fuera de esto no tenemos más noticias sobre este santo, ya que los autores posteriores se limitan a repetir, con pocas variantes, los datos consignados por Sozómeno.
Acta Sanctorum, mayo II, pág. 7-9. Sobre las persecuciones bajo Maximino Daia ver Paul Allard, tomo V. De la identificación con el confesor del Concilio de NIcea habla Guerín en Petit Bollandistes
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 5-5-2014

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1496




San Britón de Tréveris, obispo

fecha: 5 de mayo
†: 386 - país: Alemania
otras formas del nombre: Britto
canonización: culto local
hagiografía: Abel Della Costa

En Tréveris, en la Galia Bélgica, san Britón, obispo, que defendió a su grey de los errores del priscilianismo, aunque junto con san Ambrosio, obispo de Milán, y san Martín, obispo de Tours, trató en vano de detener la violencia de quienes reclamaban la ejecución de Prisciliano y de sus seguidores.
El nombre de Britón (con algunas variantes) nos aparece mencionado en dos grupos de fuentes: por un lado en las listas episcopales de la iglesia de Tréveris ocupa siempre el 8º puesto, como sucesor de san Bonoso, hacia el 374. En esta fecha san Britón es mencionado como firmante en el concilio de Valence. También tenemos su firma en la recepción de una carta sinodal enviada en el 382 por la Iglesia de Oriente a la de Occidente en relación al Concilio de Nicea; en esta carta aparece junto a san Dámaso y a san Ambrosio de Milán.
Por otro lado, su nombre (con la forma "Pritanio") es recordado en la Historia Sagrada de Sulpicio Severo (libro II, cap. 49) a propósito de Itacio, obispo de Ossa, diócesis española de la que tuvo que huir por las presiones de los priscilianistas. Itacio era perseguido por la policía imperial, y encontró en Britón un defensor de la justicia de su causa.
Aprovechando el cambio de emperador que se produjo precisamente por esos años, se logró no sólo la absolución de Itacio sino la condena de Prisciliano, aunque tanto Britón como san Martín de Tours y otros no admitían que esa condena -que se debía a razones teológicas- tuviera como consecuencia la pena capital para los herejes. Sin embargo poco pudieron hacer contra el linchamiento de Prisciliano y sus seguidores.
No hay otros datos sobre su episcopado, que acaba seguramente en el 386, cuando su sucesor, Félix, es ordenado, en plena crisis priscilianista.
Está inscripto en el Martirologio Romano como santo de culto local (equivalente a beato). Las reliquias del santo se conservan en la cripta de la basílica de San Paulino, en Tréveris.
Acta Sanctorum, Mayo, II pág. 11; Petit Bollandistes, de Guerín, V, pág 354, que se sirve del Breviario de Tréveris; y Duchesne, Fastes, III, 36, que remite a Sulpicio Severo.
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 5-5-2014
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