San Máximo de Jerusalén, obispo y confesor
fecha: 5 de mayo
†: c. 350 - país: Israel
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
†: c. 350 - país: Israel
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
Conmemoración de san Máximo, obispo de
Jerusalén, que fue condenado por el César Maximino Daya a trabajos forzados en
las minas, después de haberle arrancado un ojo y quemado un pie con hierros
candentes. Alcanzada la libertad, pudo marchar de allí y fue nombrado obispo de
la Iglesia de Jerusalén, en donde, con el prestigio de su gloriosa confesión,
descansó en paz.
La llegada de Maximino Daia como César de
Oriente, en el 305, marcó cierto suavizamiento en las persecuciones: las
provincias estaban llenas de cristianos del lugar, y al nuevo César, carente de
prestigio y de poder propio, no le convenía ponerse a la población nativa en
contra. Sin embargo en poco tiempo Maximino ve que contra esta religión el
único recurso es la violencia, y si realmente quiere un reflorecimiento del
paganismo, tendrá que perseguir a los cristianos. Así, muy prontamente, ya en
el 306, se dio «con mayor furia y frecuencia que sus predecesores a la
persecución contra nosotros.» (Eusebio, Historia Eclesiástica, VIII, 14,9).
Una de las víctimas de estas persecuciones
fue el santo que hoy recordamos, Máximo de Jerusalén. Nos cuenta el historiador
Sozómeno (Historia, I,10) que en la persecución de Maximino Daia sufrió trabajo
en las minas, y que se le quitaron el ojo derecho y el pie izquierdo. No
sabemos el año concreto de estos hechos, que pudieron haber ocurrido entre el
306, inicio de esta serie de persecuciones, y el 312, fin de Maximino Daia.
Sin embargo Máximo, como algunos otros
(Sozómeno menciona junto a Máximo a Pafnuncio de Egipto), sobrevivió al
maltrato. Aquellos que seguían viviendo tras estas persecuciones eran
considerados por la comunidad cristiana casi como "mártires vivos",
venerados como confesores de la fe.
Máximo fue acogido por Macario de
Jerusalén y ordenado obispo (a pesar de las mutilaciones,
que no contaron en contra de la ordenación precisamente por ser fruto de la
confesión de fe), y a la muerte de este, hacia el 337, le sucedió en el gobierno
de la sede hasta que murió, en torno al 350.
Cuenta Sozómeno que Macario lo había
ordenado obispo para la iglesia de Dióscoro, sufragánea de Jerusalén, pero dado
el prestigio de Máximo como confesor, los jerosolimitanos no querían
desprenderse de él, ni Macario hizo nada por enviarlo a su sede; así que a la
muerte de éste pareció lo más natural que Máximo continuara allí, y se nombrara
otro obispo para la de Dióscoro.
Sozómeno narra también (libro II, 24) que
en el contexto del Concilio de Nicea un confesor jerosolimitano adoptó
posiciones arrianas, pero fue reconvenido por Pafnuncio, y volvió a la plena
ortodoxia. Según se piensa, ese confesor es precisamente san Máximo, quien
luego no sólo demostró seguir la recta fe, sino que fue uno de los esforzados
defensores de san Atanasio, al punto de que en el 349 fue expulsado por los
arrianos de su sede, tras lo cual murió.
Fuera de esto no tenemos más noticias
sobre este santo, ya que los autores posteriores se limitan a repetir, con
pocas variantes, los datos consignados por Sozómeno.
Acta Sanctorum, mayo II, pág. 7-9. Sobre
las persecuciones bajo Maximino Daia ver Paul Allard, tomo V. De la
identificación con el confesor del Concilio de NIcea habla Guerín en Petit
Bollandistes
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 5-5-2014
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1496
San Britón de Tréveris, obispo
fecha: 5 de mayo
†: 386 - país: Alemania
otras formas del nombre: Britto
canonización: culto local
hagiografía: Abel Della Costa
†: 386 - país: Alemania
otras formas del nombre: Britto
canonización: culto local
hagiografía: Abel Della Costa
En Tréveris, en la Galia Bélgica, san
Britón, obispo, que defendió a su grey de los errores del priscilianismo,
aunque junto con san Ambrosio, obispo de Milán, y san Martín, obispo de Tours,
trató en vano de detener la violencia de quienes reclamaban la ejecución de
Prisciliano y de sus seguidores.

El nombre
de Britón (con algunas variantes) nos aparece mencionado en dos grupos de
fuentes: por un lado en las listas episcopales de la iglesia de Tréveris ocupa
siempre el 8º puesto, como sucesor de san Bonoso,
hacia el 374. En esta fecha san Britón es mencionado como firmante en el
concilio de Valence. También tenemos su firma en la recepción de una carta
sinodal enviada en el 382 por la Iglesia de Oriente a la de Occidente en
relación al Concilio de Nicea; en esta carta aparece junto a san Dámaso y a san
Ambrosio de Milán.
Por otro lado, su nombre (con la forma
"Pritanio") es recordado en la Historia Sagrada de Sulpicio Severo
(libro II, cap. 49) a propósito de Itacio, obispo de Ossa, diócesis española de
la que tuvo que huir por las presiones de los priscilianistas. Itacio era
perseguido por la policía imperial, y encontró en Britón un defensor de la
justicia de su causa.
Aprovechando el cambio de emperador que se
produjo precisamente por esos años, se logró no sólo la absolución de Itacio
sino la condena de Prisciliano, aunque tanto Britón como san Martín de Tours y
otros no admitían que esa condena -que se debía a razones teológicas- tuviera
como consecuencia la pena capital para los herejes. Sin embargo poco pudieron
hacer contra el linchamiento de Prisciliano y sus seguidores.
No hay otros datos sobre su episcopado,
que acaba seguramente en el 386, cuando su sucesor, Félix, es ordenado, en
plena crisis priscilianista.
Está inscripto en el Martirologio Romano
como santo de culto local (equivalente a beato). Las reliquias del santo se
conservan en la cripta de la basílica de San Paulino, en Tréveris.
Acta Sanctorum, Mayo, II pág. 11; Petit
Bollandistes, de Guerín, V, pág 354, que se sirve del Breviario de Tréveris; y
Duchesne, Fastes, III, 36, que remite a Sulpicio Severo.
Abel Della Costa
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El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
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