domingo, 24 de julio de 2016

Traslación de los tres magos - Beato Antonio Torriani, presbítero y eremita (24 de julio)

Traslación de los tres magos

fecha: 24 de julio
fecha en el calendario anterior: 23 de julio
†: 1162 - país: Alemania
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Colonia, de la Lotaringia, traslación de los tres magos, que, sabios procedentes de Oriente, fueron a Belén para ofrecer dones y contemplar en un niño el misterio insondable del Unigénito.

En el Evangelio no se dice que los magos o sabios de oriente hayan sido tres; pero la tradición que lo afirma es muy antigua y se funda sin duda en las tres clases de dones que el Evangelio menciona. Algunos de los frescos más antiguos de las catacumbas, representan a tres reyes, pero otros representan a dos, cuatro y aun seis magos, probablemente por motivos artísticos. Algunos de los Padres, como Orígenes (Hom. in Genesim, XVI, 3), San Máximo de Turín y San León consideran como cosa probada que los magos eran tres. Tal vez en la determinación de este número influyó también el hecho de que frecuentemente se compara o se contrapone a los magos con los tres jóvenes que cantaron las alabanzas de Dios en el horno en llamas, a que se refiere el libro de Daniel (Dn 3).
En los frescos de las catacumbas, así como en los más antiguos grabados de los sarcófagos, se representa siempre a los magos con gorros frigios. La idea de que eran reyes se divulgó posteriormente y es posible que se originase en el salmo 72, 10: «Los reyes de Tarsis y de las islas ofrecerán presentes; los reyes de Arabia y de Saba llevarán regalos». Según parece, san Cesario de Arlés, que murió en el año 543, fue el primero en citar dicho salmo a este propósito (Migne, PL., vol. XXXIX, c. 2018) y, a partir del siglo VIII, los magos aparecen en todas las representaciones con la corona real. Más tarde, el pueblo cristiano dio nombres propios a cada uno de los tres. Un manuscrito de París, que data del siglo VIII, les llama «Bithisarea, Melchior y Gathaspa». En una miniatura del Codex Egberti (c. 990) aparecen dos nombres: «Pudizar» y «Melchias». A pesar de estas ligeras divergencias, no cabe duda de que de ahí se derivaron los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. En las pinturas posteriores de la Edad Media, uno de los magos es casi siempre un joven, otro de edad madura y el tercero muy anciano. La costumbre de representar a uno de los magos como hombre de la raza negra, data del siglo XV.
Según la leyenda, los restos de los magos reposan en la catedral de Colonia, en una capilla que constituye uno de los más bellos ejemplos del primor con que se trabajaba el metal en la Edad Media. No hay razón para dudar de que dichas reliquias sean las que fueron transladadas en 1164, de la basílica de San Eustorgio, en Milán, después de que Federico Barbarroja las regaló al arzobispo de Colonia. Pero la historia anterior de las reliquias es menos clara, por más que ya en el siglo IX, se las consideraba en Milán como las de los Reyes Magos. Se cuenta que habían sido transportadas de Constantinopla a Milán, probablemente en la época del emperador Zenón (474-491) ; pero ignoramos cómo se identificó a dichas reliquias con las de los magos y cómo fueron a dar a Constantinopla. Es indiscutible que en la Edad Media el culto de los magos era muy popular, sobre todo en Alemania. A su desarrollo contribuyeron las peregrinaciones a la catedral de Colonia y los «misterios» medievales, en donde los magos ocupaban un papel muy importante. Con frecuencia se les veneraba como los patronos de los viajeros.
Véase Hugo Kehrer, Die heiligen Drei Könige, en Literatur und Kunst (2 vols., 1909). Para la cuestión de la significación teológica de los Magos en relación a la Epifanía, véase el artículo del 6 de enero.
Imágenes:
-Mosaico del siglo VI de los Magos en San Apolinar Nuovo, en Ravenna.
-Relicario de los Magos, en la catedral de Colonia, Alemania.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 971 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2531





Beato Antonio Torriani, presbítero y eremita

fecha: 24 de julio
n.: c. 1424 - †: 1494 - país: Italia
otras formas del nombre: de la Torre, Della Torre
canonización: 
Conf. Culto: Clemente XIII 1 jul 1759

hagiografía: Parroquia Ntra. Sra. de Gracia - PP. Agustinos
En l´Aquila, en la región Vestina, beato Antonio Torriani, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, médico de cuerpos y almas.

Nació en Milán (Italia), hacia el año 1424, de la noble familia los Torriani o Della Torre. Después de haber estudiado medicina en la universidad de Pavía y durante algún tiempo ejercitado su profesión en Milán, visitó el hábito agustiniano en el convento de san Marcos de esta ciudad, y poco más tarde recibió la ordenación sacerdotal. Temiendo que la estima y admiración de que le iban rodeando pudieran dañar a su espíritu, con el permiso de los superiores se retiró al convento de san Nicolás de Foligno, donde tuvo una visión de la Virgen María, de la que era devotísimo. Desde allí parte al poco tiempo, y visita la santa casa de Loreto.
De la ciudad umbra de Spoleto, hacia el 1454, pasó a Roma, y después de venerar las tumbas de los Apóstoles, partió en pía peregrinación a Santiago de Compostela, donde llegaría a finales de 1464; desde donde inició una viaje apostólico, predicando a lo largo de 10 años por España, Francia e Italia. Estos desplazamientos contribuyeron a difundir su fama de santidad, sobre todo por la caridad hacia los enfermos y achacosos -a cuyo servicio ponía con generosidad sus conocimientos médicos-, y con los pobres.
Famoso no sólo por los milagros que obraba sino también por su predicación ardiente y eficaz, en 1474 fue enviado a L’Aquila para aplacar las discordias que laceraban la ciudad. Fue precisamente allí donde se manifestaron mayormente sus virtudes: heroica penitencia, caridad con los apestados, humildad y celo incansable, oración asidua y observancia rigurosa de la regla. Durante dieciocho años dirigió como maestro de espíritu el monasterio de las agustinas de santa Lucía de L’Aquila, consiguiendo hacer florecer una ejemplar observancia regular. Fundó también las «manteladas» o «beatas» de San Agustín, con sede en la iglesia homónima, siempre en L’Aquila, piadosa y benemérita asociación que perduraría hasta el 1809.
Disfrutó del don de profecía y de los éxtasis. Al morir el 24 de julio de 1494, fue sepultado en la iglesia de san Agustín, de donde en 1808 pasó a la de Collemaggio, y en 1838 a la de san Bernardo. Muy pronto gozó de gran veneración, y su fiesta, celebrada en el aniversario del fallecimiento, contó con misa, antífonas e himnos propios. Su culto fue confirmado el 1 de julio de 1759 por Clemente XIII, y en 1770 fue dado como protector a la nueva provincia agustiniana de L’Aquila. Desde 1987, el cuerpo del beato, venerado junto al de la beata Cristina de L’Aquila, se encuentra en la iglesia del monasterio de las agustinas de san Amico de L’Aquila.
accedida 499 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2532

No hay comentarios:

Publicar un comentario