¡DESPIERTA!
( Charlas sobre
la espiritualidad )
"Al día
siguiente de su ordenación como jesuita en la India, Anthony de Mello se hizo
una promesa; aprender a ayudarle verdaderamente a la gente para que su
conserjería no fuera inútil.
De Mello
aprendió, y lo que aprendió lo enseñó mediante sus escritos, y, más
directamente en los talleres y retiros que dirigió en todo el mundo. Lo que
enseñó fue siempre la importancia de estar consciente - de despertar de
nuestras ilusiones acerca de nosotros mismos, acerca del mundo y acerca de los
demás, y la importancia de darnos cuenta de que nosotros somos la felicidad que
buscamos.
Disfrute este
libro. Permita que las palabras penetren en su alma y escuche, como lo
sugeriría Tony, con el corazón. Escuche sus historias, y escuchará sus propias
historias. Lo dejo con Tony - un guía espiritual- un amigo que lo acompañará
toda la vida".
J. Francis
Stroud, S.J.
De Mello
Spirituality Center
Universidad
Fordham
Bronx, Nueva
York.
SOBRE EL
DESPERTAR
Espiritualidad
significa despertar. La mayoría de las personas están dormidas, pero no lo
saben. Nacen dormidas, viven dormidas, se casan dormidas, tienen hijos
dormidas, mueren dormidas sin despertarse nunca. Nunca comprenden el encanto y
la belleza de esto que llamamos la existencia humana. Todos los místicos -
católicos, cristianos, no cristianos, cualquiera que sea su teología,
independientemente de su religión - afirman una cosa unánime: todo está bien.
Aunque todo está hecho un desastre, todo está bien. Esto es sin duda, una
extraña paradoja, pero lo trágico es que la mayoría de las personas nunca
llegan a darse cuenta que todo está bien, porque están dormidas. Tienen una
pesadilla.
El año pasado
oí en la televisión española una historia sobre un caballero que llama a la
puerta de la alcoba de su hijo y dice:
- Jaime,
¡Despierta!
Jaime responde:
- No quiero
levantarme, papá.
El padre grita:
Levántate,
tienes que ir a la escuela.
- No quiero ir
a la escuela. -
¿Por qué no?
- Por tres
motivos: el primero, porque es aburrido; el segundo, porque los niños se burlan
de mí; y el tercero, porque odio la escuela.
- Bien, voy a
darte tres razones por las cuales DEBES ir a la escuela - replica el padre -:
La primera es porque es tu deber; la segunda, porque tienes cuarenta y cinco
años; y la tercera, porque eres el director.
¡ Despierte
usted, despierte! Ya está crecido. Está demasiado grande para estar dormido.
¡Despierte! deje de jugar con sus juguetes.
La mayoría de
las personas dicen que quieren abandonar el jardín infantil, pero no les crea.
¡No les crea! Lo único que quieren es
remendar sus juguetes rotos. "Devuélvame a mi esposa. Devuélvame mi
empleo. Devuélvame mi dinero, Devuélvame mi fama y mi éxito". Eso es lo
que quieren; quieren que les cambien sus juguetes. Eso es todo. Hasta el mejor
psicólogo le dirá que la gente realmente no quiere curarse. Lo que quiere es un
alivio; una cura es dolorosa.
Despertarse es
desagradable, usted lo sabe. Usted está placentera y confortablemente acostado.
es irritante que lo despierten. Ésa es la razón por la que un sabio no
intentará despertar a la gente. Voy a ser sabio ahora y de ninguna manera
intentaré despertarlo, si usted está dormido. Realmente, no es asunto mío
aunque a veces le diga: ¡Despierte! A mí me conviene hacer lo mío, danzar mi
propia danza. Si a usted le aprovecha, ¡magnífico!; si no, que ¡lástima! Como
dicen los árabes: "LA NATURALEZA DE LA LLUVIA ES LA MISMA, PERO HACE QUE
CREZCAN ESPINAS EN LOS PANTANOS Y FLORES EN LOS JARDINES".
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