sábado, 28 de octubre de 2023

 

Haz al otro todo lo que deseas que el otro te haga

Último domingo del mes de octubre. Por los lares en los que vivo habremos tenido una hora más en la noche para el sueño y el descanso. Y, también, será hoy el último día de este mes sinodal en el Vaticano de Roma. Nos despedimos hasta dentro de un año, 2024, en que definitivamente tendrá su acabamiento este Sínodo de la Sinodalidad. A veces imagino que ya no llamaremos Iglesia a esta institución, sino que la llamaremos, al menos, durante los próximos cien años, SINODALIDAD: el camino de los iguales.

Y en esta SINODALIDAD sólo existirá un dogma: Haz al otro todo lo que deseas que el otro te haga.

No habrá ya más documentos, ni más dicasterios, ni más ministerios, ni más magisterios, ni más mandamientos, ni más sacramentos, ni más deberes, ni más derechos. Haz al otro todo lo que deseas que el otro te haga.

Después de haber pasado domingo a domingo en este año eclesial (sinodal) del Ciclo A dedicado a la lectura del Evangelio de o según Mateo esto es lo que se me ha quedado como levadura y fermento de la buena noticia de Jesús de Nazaret: Haz al otro lo que deseas que el otro te haga.

Se recordará que este Evangelista coloca en labios de su Jesús de Nazaret estas palabras como síntesis del primero de los cinco discursos de este judío y laico de Nazaret de Galilea. Por esta razón, me invito a leer en este domingo en algún momento los capítulos quinto, sexto y séptimo de este Evangelio llamado 'de Mateo'.

Tú y yo nos recordaremos con alguna frecuencia este único mantra, dogma, mandamiento, liturgia o religión: Haz al otro todo lo que deseas que el otro te haga.

Seguro que vamos a tener una semana muy peculiarmente buena. Por estos lares del hemisferio del norte será una semana típica del tiempo de otoño. Y para cuando vuelva a escribir aquí, ya se habrá celebrado la fiesta de todos nosotros, vosotros y ellos, los santos; y también la fiesta de todos los habitantes del inmenso y único Huerto de los Callados. ¡Cuanta realidad humana, cósmica y mundial!

Hasta noviembre, en su domingo día 5. 

A continuación puedes encontrar los dos comentarios para este domingo 29 de octubre.

Carmelo Bueno Heras

 

Domingo XXX T. O. Ciclo A (29.10.2023): Mateo 22,34-40. Así lo comento y comparto CONTIGO:

El único mandamiento de Jesús es Mt 7,12.

“Los fariseos, al enterarse de que Jesús de Nazaret había tapado la boca a los saduceos, se reunieron y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerlo a prueba: Maestro, ¿Cuál es el mandamiento mayor de la Ley? (Mateo 22,34-36).

Con estas palabras se inicia el relato del Evangelio que se nos leerá al pueblo de la liturgia eucarística el domingo día 29 de octubre. Por pura estadística, seguramente que alguno de los millones de oyentes se preguntará cuándo han escuchado últimamente que Jesús de Nazaret haya estado de diálogo con los que aquí se les llama ‘saduceos’. En ninguno de los años del Ciclo A en el que se nos lee el Evangelio de Mateo se nos proclama el texto de Mateo 22,23-33.

De este modo, es normal que nuestras gentes ignoren de qué hablaron este Jesús del Evangelista Mateo y los creyentes judíos de la tendencia saducea que se quedaron, literalmente, a dos velas, en el diálogo de ambos. Y no es un dato menor saber que este Jesús fuera capaz de ‘callar’ a estos documentados expertos judíos. Estos adeptos creyentes en la religión de Israel conocen al dedillo hasta los rincones más insospechados de lo que se dice y no se dice en la Ley de Moisés. En ningún lugar del Pentateuco (Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio) se habla de la resurrección de ningún muerto. Sobre este tema, tan central, para los creyentes fariseos y luego cristianos, nada nos dice la Palabra de Yavé-Dios en su Ley inspirada a Moisés.

De esto hablaron Jesús y los saduceos en el Templo de Jerusalén. Y éstos tuvieron que callarse e irse con el rabo entre piernas. El laico y galileo de Nazaret los puso a chupa de dómine. Si se desea conocer con seriedad estos hechos habrá que leerse despacio y con sentido crítico Mateo 22,23-33, que antes citaba como marginado por la autoridad litúrgica vaticana.

Releo, para este comentario, el texto de Mateo 22,34-40 y nada más escuchar la pregunta que aquel arriesgado fariseo propone a Jesús se me enciende una luz en la memoria y recuerdo el primero de los cinco discursos (Mateo 5-7) de nuestro nuevo y revolucionario Moisés que es este Jesús del Evangelista Mateo y cuya síntesis no debe olvidarse jamás por ser piedra angular del edificio literario y teológico de este Evangelio: “En síntesis, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas(Mt 7,12). No hay, pues, otro mandamiento. Nada. Es así la Religión del judío de Nazaret.

Creo que este fariseo y quienes le acompañaban en esos momentos se retiraron de la presencia de Jesús de Nazaret como antes se habían también retirado los saduceos, cabizbajos, meditabundos, cariacontecidos… “Nadie era capaz de contestarle nada y desde ese día, ninguno se atrevió a hacerle más preguntas” (Mateo 22,46).

Seguramente que tienes a mano tu texto completo del Evangelio de Mateo y fuiste hasta ahora consultor fiel de las referencias evangélicas de este comentario. Si es así, has constatado una vez más que el texto de Mateo 22,41-45 tampoco se nos proclama a los sinodales celebrantes de la eucaristía. Así hemos llegado al final del capítulo vigésimo segundo. Estamos en el Templo de Jerusalén. Estamos todos. Nosotros, los lectores de todos los tiempos; los Sumos Sacerdotes, los Ancianos, los Fariseos, los Saduceos y el pueblo judío en general: “Entonces, Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo…” (Mt 23,1). El Evangelista deja que su Jesús de Nazaret tenga la última palabra en tan solemne y significativo momento y lugar. Pero de este momento, lugar, palabra y personaje hablaremos en una semana. Gracias por llegar aquí. Carmelo Bueno Heras

 

CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS

. Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?

. Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?

. Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?

. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.

Semana 49ª (29.10.2023): Historia de una sonrisa

 Ésta es una historia pequeña, muy pequeña.

 La historia de una sonrisa que me conmovió.

 Habíamos empezado 2012 con más de cinco millones de parados y casi millón y medio de familias en las que ningún miembro tenía trabajo. El gobierno anunciaba recortes drásticos. La situación económica se hacía más y más insostenible. La corrupción envenenaba nuestra fe en los poderosos que se llevaban el dinero de todos.

 Era el día de Reyes por la noche. En el telediario salía el típico reportaje de todos los años: niños enseñando sus bicis nuevas, niñas con las espantosas muñecas-vampiro que ese año estaban de moda, ellos y ellas con MP3, iPods, Blackberries…

Entonces hubo un cambio de guión. La presentadora empezó a preguntar a los padres que qué les habían traído a ellos los Reyes Magos.

 Y salió un papá de unos treinta años con su niña de cuatro. Dijo:

-A ella le han traído todo lo que ha pedido. Pero a los Reyes se les ha olvidado traer lo que he pedido yo.

Sonrió. Y siguió:

-O a lo mejor es que yo he sido malo…

Sonrió de nuevo. No era una sonrisa triste. Era una sonrisa grande, luminosa.

Y yo, desde el otro lado de la tele, tuve ganas de llorar.

O de abrazarle.

Carmely Galindo Ayuso

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