lunes, 25 de mayo de 2015

Santos Esposos - Santa Vicenta María - Santa Barat 25052015


Santos Esposos

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Santos Esposos de Alvernia
San Gregorio de Tours († 594) nos narra en su Historia Francorum este hecho, en la Europa Central del siglo quinto.   Se trata de un matrimonio formado por Ingoro y Scolástica, que se aman hasta un punto verdaderamente extraordinario, teniendo cada uno en el otro el centro de su propia vida, intercambiando el don nupcial del propio Bautismo, en un enlace de amor tan hermoso que significa la unidad perfecta de Cristo con la comunidad de los cristianos.
Ella murió y él quedó viudo y desconsolado, pues con ella se le fue su vida entera. Se unió pronto a su esposa, pero los enterraron en tumbas distantes.
Narra San Gregorio que, a la mañana siguiente al entierro, la tumba de aquel hombre había cambiado de lugar, colocándose al lado de la de ella.





  http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/gente_en_la_iglesia/experiencia-alverina_thu.jpgOremos

Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al  prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de los Santos Esposos de Alvernia, seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



Santa Vicenta María

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Santa Vicenta María López Vicuña
Virgen (1847-1890)  Vicenta María López Vicuña nace en Cascante el 22 de marzo de 1847, y en 1866 funda en Madrid el Instituto de Religiosas de María Inmaculada para atender  a las jóvenes empleadas de hogar.
Sobresalió por su caridad, especialmente con los pobres y humildes.
Murió el 26 de diciembre de 1890, siendo canonizada por Pablo VI el 25 de mayo de 1975.





  Oremos

Escucha, Señor, nuestras plegarias y concede a los que celebramos la virtud de Santa Vicenta María, virgen, crecer siempre en tu amor y perseverar en él hasta el fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



Santa Barat

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Santa Magdalena Sofía Barat  
Aunque las cosas están cambiando gradualmente, hace 150 años las oportunidades para las mujeres inteligentes y ambiciosas eran decididamente limitadas. Santa Magdalena Sofía Barat, que vivió en los tumultuosos días de la Revolución Francesa y del Reinado del Terror, hizo todo lo que pudo por cambiar eso.   Santa Magdalena Sofía nació en 1779 en Joigny, aldea de Borgoña.
Era hija de los aldeanos Jacobo y Magdalena. Se formó con dureza y rigor bajo la tutela de su hermano, el abate Louis Barat, quien le hizo adquirir una cultura y un temple que parecían desproporcionados con su situación y su época.   Su afición por lo español fue intensa. Su espíritu se nutrió en Santa Teresa, San Francisco Javier y San Ignacio. Así lo confirma el estilo de las reglas de la futura Congregación, defendido contra los intentos de cambio.   En su primera juventud, en medio de la tormenta revolucionaria,  aquella formación resultó decisiva, y se reveló como una mujer fuerte y llena de celo por las almas que desafiaba las situaciones más adversas con una valentía y un criterio que a menudo no tenían los hombres.
La Revolución Francesa de 1789 lo trastornó todo. Luis sufre prisión. Es ordenado sacerdote y se traslada a París. Se lleva consigo a Sofía que ejerce aquí sus primeros ensayos de catequista de niños. Los Padres del Sagrado Corazón acababan de llegar a Francia.    Estaban dirigidos por el P. Varin y acabarán en la Compañía de Jesús. Luisse les une y pone a Sofía en contacto con el P. Varin, que ayuda a Sofía a salir de su indecisión. De esta unión de fuerzas nace la Sociedad del Sagrado Corazón.
Sofía no quería ser llamada fundadora, pero es ella la que pone los fundamentos y escribe y defiende las constituciones.   En 1801 fundaba en Amiens las Damas del Sagrado Corazón de Jesús para la educación de las mujeres, tanto ricas como pobres. Fundó numerosas escuelas, empezando por Francia, pero extendiéndose por todo el mundo. En el momento de su muerte, pudo ver a sus hermanas establecidas en doce países. Recalcando la importancia de la educación en las letras, creía también firmemente en equilibrar la educación del intelecto con la del cuerpo y el carácter moral.
Durante veintitrés años fue superiora de esta comunidad, fundando ciento once casas en toda Europa, y enfrentándose con todo tipo de disensiones internas (como la que capitaneó el capellán de la casa de Amiens y que estuvo a punto de desvirtuar todo el sentido espiritual de la empresa), incomprensiones y persecuciones.   Por delante de su tiempo en muchos modos, dijo: «Una mujer no puede permanecer neutral en el mundo», añadiendo que las mujeres deben ser «fuertes en toda batalla de la vida».   Cuando Pío VII pasó por Lyon hacia París para coronar a Napoleón, se dignó recibir a la Fundadora y bendijo ampliamente a la nueva Sociedad.
Agallas y feminismo de Santa Magdalena pueden parecer más apropiados para el siglo veinte que para el diecinueve, pero ella no permitió que los obstáculos de su tiempo y lugar la impidiesen hacer lo que sabía que había de hacerse.   León XII aprueba las constituciones de la Madre en 1826. Después son expulsadas de Suiza y del Piamonte en 1848. Nuevas pruebas para su generoso corazón. "Aceptamos la cruz desnuda. Jesús a pesar de todo callaba.
Estas palabras son toda mi fuerza", escribía.   Tenía bien templada su alma en la meditación de los misterios de la vida de Jesús. Vivía el lema ignaciano de "sentir con la Iglesia", y lo que hoy se dice "salvarse en racimo". "Una hija del Sagrado Corazón, decía, no debe salvarse sola". El 25 de mayo de 1865 se fue al cielo, como había anunciado.
Su vida ha de ser hoy ejemplo para su Sociedad, para todos..





oremos

Señor Dios todopoderoso, que de entre tus fieles elegiste a Santa Magdalena Sofía Barat para que manifestara a sus hermanos el camino que conduce a ti, concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, nuestro maestro, para que logremos así alcanzar un día, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



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