La Red Inalámbrica Espiritual
REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
AUDIO CON EL EVANGELIO
¿Qué hace una lámpara sola, una llave de agua sola, por más grandes y potentes que sean, sino están conectadas a la red eléctrica o a la fuente de agua? No hay agua, ni luz sin conexión con la fuente o la red eléctrica. Como la cañería que conecta la llave a la fuente de agua, como el cable y el enchufe que conecta el aparato a la red eléctrica de la casa y el barrio, lo mismo sucede en la red espiritual.Y sabemos que en ambas redes puede haber bloqueos, rupturas. Que hay que mantenerlas y cuidarlas.
Esta conexión, este lazo invisible o visible, es fuerte en la naturaleza, como lo es el flujo fecundo de la sabia dentro del árbol; los ríos y canales subterráneos y profundos; la complejidad interior de los ecosistemas. Lo material es imagen de lo espiritual, como esta conexión y este flujo interior que muchas veces no vemos, pero que sí podemos sentir en nuestro propio interior. También en lo espiritual hay una linfa, una sabía, un plasma que fluye por la conexión, comunicación, unión, comunión en el cuerpo místico de Cristo, entre la cabeza y los miembros, como entre la raíz y las ramas del árbol que florecen y fructifican, está el tronco fuerte.
El flujo en esta conexión, en esta red, en esa común unión, es el Espíritu de Vida plena en el amor que Jesucristo respira con el Padre Dios, como Hijo Amado. Y por la encarnación, muerte y resurrección del Hijo, estamos llamados a entrar vos y yo en este flujo de Vida plena.
Ahora con wifi y las redes inalámbricas y virtuales, el flujo material también es invisible, pero se necesita una clave para la conexión. Sin la clave, sin la pasword tampoco hay conexión. ¿Estoy conectado a la red espiritual por la que fluye el Espíritu de Vida plena en el amor, la luz y la fuerza del Espíritu del Padre y del Hijo?, ¿Cómo resuelvo los bloqueos, las interferencias que aparecen en la parte mía de conexión a la red?
Para entrar en unión y comunión en la super red que es el Cuerpo de Cristo, la comunidad parroquial, la Iglesia, la clave, la pasword, es para el católico la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús y la Sucesión Apostólica que hace posible la continuidad y la eficacia de los Sacramentos; el flujo del poder sanador y vivificante del Amor de Dios en estos “misterios” o sacramentos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan, capítulo 15 versículos 1-8. Durante la última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos".
Oración: Dios, que nos has injertado en Cristo como gajos en la vid verdadera, danos tu Espíritu, para que, amándonos los unos a los otros con amor sincero, seamos primicia de la nueva humanidad y demos frutos de santidad y de paz.
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