EN NAVIDAD, LOS IMPOSIBLES SE HACEN POSIBLES
De la mano de San Mateo veremos la adoración de los Magos. Pero no hagamos una lectura superficial y retengamos que no sucede nada en el interior del hombre que no repercuta en toda la Humanidad, porque esto pertenece al territorio verdaderamente humano donde el hombre se conmueve, se mueve y decide. No es científico, lo sé, pero demos un paso más y digamos que el hecho de que nada suceda en mí sin que resuene en toda la Humanidad o que nada logra la Humanidad sin que yo me enriquezca, posiblemente sea científico y constatable aunque nos falte el aparato de medición...
Humano es, sea científico o no, el hecho de que todo lo personal es Universal y todo lo Universal es personal: yo no puedo hacer algo sin que resuene en toda la Historia humana, y al revés: no es posible que los coros de peregrinos que fueron mis antepasados anduvieran encadenados lamentándose o riendo y llorando de alegría sin que todo ello esté inscrito dentro de mí. No se perdió nada, ni siquiera una lágrima de mi abuelo paleolítico, todo está en mí. Ésta es la dimensión del hombre. Por lo tanto, lo humano no es exclusivamente lo personal o lo Universal: es la intersección entre lo Universal y lo personal. Esta dimensión, en la que la pequeñez personal resuena en toda la montaña de lo Universal, lleva a una realidad tremenda: en mi interior decido el futuro de la Humanidad.
Ante lo que diré de San Mateo muchos de ustedes pensarán que quién nos asegura que san Mateo quisiera decir esto. Nadie. Esto no es científico y me dolería mucho que lo fuera, pues significaría que es pequeño y constatable. Pero lo que diré no se puede constatar, lo cual quiere decir que es grande y verdadero. Lo constatable es pequeño y a veces muy falso, sin embargo cuando una cosa se nos va de las manos es por lo grande que es. Alguno podrá decir: "O de puro imposible que es". Pues eso depende de ti, porque no hay imposibles si hay fe. Si creemos que sólo es posible lo posible, somos tontos. Estamos fabricados por Dios para lograr lo imposible, con tan sólo creerlo es posible, pero si no, no lo es. Y esto se logra con la fe.
"Feliz tú que has creído, pues lo que te han prometido se cumplirá todo", le dijo Isabel a María cuando ésta fue a visitarla (Cf. Lc. 1,45). Traduzcamos: María ha hecho un acto de fe y, por tanto, por primera vez, lo imposible se hace posible. Es posible asimismo que, gracias a la fe, no a la técnica que nos ha engañado, hoy estemos ante un cuarto punto de emergencia que sería éste: la inteligencia y la capacidad del hombre de aceptar el futuro como un reto y de creer que lo imposible es posible. Todo aquello, pues, que hasta hoy el hombre creyó que no podía ser, puede suceder. Ya sabemos uno de estos imposibles: que el hombre llegue a ser Dios. Eso es la Navidad.
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