“Necesitamos oraciones, no chismes” dijo el Papa en la Audiencia del miércoles en la que pidió rezar por el Sínodo
REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
“El Arcángel Gabriel visita a la Virgen María y le dice que concebirá y dará a luz al Hijo de Dios. Con este anuncio, el Señor ilumina y refuerza la fe de María, como hará luego con su esposo José, para que Jesús nazca y sea recibido en el calor de una familia”, reflexionó Francisco en el día de la Anunciación del Señor, ante multitud de fieles congregados en la plaza de san Pedro a pesar de la lluvia.
Recordó que este 25 de marzo se cumplen veinte años de la Encíclica Evangelium vitae, en la que la familia ocupa un puesto central. Y afirmó que “desde el principio, Dios bendijo al hombre y a la mujer para que formasen una comunidad de amor para transmitir la vida. En el sacramento del matrimonio, los esposos cristianos se comprometen con esta bendición durante toda la vida; y la Iglesia, por su parte, se obliga a no abandonar a la nueva familia, ni siquiera cuando ésta se aleje o caiga en el pecado, llamándola siempre a la conversión y a la reconciliación con el Señor”.
El obispo de Roma dijo que “para llevar a cabo esta misión, la Iglesia necesita una oración llena de amor por la familia y por la vida”. Por eso, propuso “rezar insistentemente por el próximo Sínodo de los Obispos, sobre la familia, para que la Iglesia esté cada vez más comprometida y más unida en su testimonio del amor y la misericordia de Dios con todas las familias”.
En el saludo a los peregrinos de lengua española, el Papa pidió: “Por favor, que no falten las oraciones de todos por el Sínodo. Necesitamos oraciones, no chismes. Que recen también los que se sienten alejados o no están habituados a rezar”.
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