martes, 18 de agosto de 2015

Beatos Jaime Falguerona Vilanova y Anastasio Bidaurreta Labra - Beata Sancja Szymkowiak 18082015

Beato Jaime Falguerona Vilanova

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Beatos Jaime Falguerona Vilanova y Anastasio Bidaurreta Labra, religiosos mártires
En Barbastro, cerca de Huesca, también en España, beatos Jaime Falguerona Vilanova y Anastasio Bidaurreta Labra, religiosos de la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, mártires en la misma persecución, junto con otros compañeros que les habían precedido en días anteriores.
El 20 de julio de 1936 los milicianos habían ocupado la casa de los religiosos claretianos de Barbastro y arrestaron a la comunidad. Dos de los religiosos estudiantes no fueron conducidos con los demás al colegio de los escolapios sino que fueron llevados al hospital de Barbastro: el primero, Jaime, porque estaba enfermo, con fiebre alta, y el segundo, Atanasio, porque cuando vio a los milicianos irrumpir en la casa se desmayó. El día 15 de agosto ambos fueron trasladados a la cárcel municipal, y en las primeras horas de la mañana del día 18 fueron sacados juntos y fusilados en el km. 3 de la carretera a Berbegal, con lo que se consumó el martiro de los 51 claretianos que fueron beatificados en Roma por el papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992.
Jaime Falgarona Vilanova había nacido en Argelaguer, Gerona, el 6 de enero de 1912. Con 13 años ingresó en el postulantado claretiano de Cervera. Hecho el noviciado, profesó en Vich el 15 de agosto de 1930 e hizo seguidamente los estudios sacerdotales. Era servicial, bondadoso y pacífico, y amante de la música, siendo director del coro.
Atanasio Bidaurreta Labra había nacido en Adiós, Navarra, el 2 de mayo de 1911. En los años de su infancia acompañaba a su padre en el pastoreo del rebaño, luego ingresó en los claretianos, en cuya congregación profesó los votos religiosos. Hubo de superar algunas enfermedades, como la del insomnio.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003




Beata Sancja Szymkowiak

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Beata Sancja Szymkowiak
 En Poznan, ciudad de Polonia, beata Sancja (Joanina)  Szymkowiak, virgen, de la Congregación de la Hijas de la  Bienaventurada Virgen María de los Dolores, que, en medio de  las dificultades de la guerra, se ocupó con gran entrega  de los detenidos en las cárceles (1942).
Sor Sancja Szymkowiak, nació el 10 de julio de  1910 en Możdżanów (Ostrów Wielkopolski, Polonia). Fue la última de  los hijos que tuvieron Agostino y Maria Duchalska, luego de  haber procreado a cuatro varones, de los que uno se  hizo sacerdote. El día del bautismo recibió el nombre de  Giannina. De su familia, acomodada e intensamente creyente, recibe una  sólida educación.
Desde la primera juventud se distinguió por la  exepcional bondad y la auténtica devoción, fascinando con su serenidad  y sencillez.  Después de la escuela superior estudió en   la Facultad de Lenguas y Literatura Extranjeras en la  universidad de Poznan, empeñándose intensamente tanto en el crecimiento intelectual  como en el espiritual. Toma parte activa en la Asociación  Mariana, desarrollando un apostolado discreto y eficaz y transmitiéndoles a  los jóvenes la alegría de vivir.
Encuentra tiempo para prestarle  atención a todo, de modo particularmente sensible en ayudar a  los más débiles y abatidos, se dedica con fervor a  las obras de caridad en el barrio más pobre de  la ciudad. La eucaristía fue el centro y el manantial  de su gran celo apostólico.

Desde joven se sintió llamada a  la vida religiosa. En el verano de 1934 partió para  Francia y, durante una romería a Lourdes, decide hacerse monja  encomendándose a la Virgen Inmaculada. En junio del 1936, superadas  muchas dificultades, ingresó al convento de las Hijas de la  Bienaventurada Virgen María de los Dolores, mejor conocidas como las  Monjas Seráficas, de Poznan, asumiendo el nombre de María Sancja.
Desde el principio se distinguió por el gran celo en  la observancia de las Reglas del Instituto y en el  ejercicio de los servicios más humildes. Su vida, que no  tuvo aparentemente nada excepcional, escondió una profunda unión con Dios,  en la completa disponibilidad de atender su voluntad en todo,  también en los asuntos más modestos.

Durante la ocupación alemana Sor  Sancja, no aprovechó el permiso de poder volver a su  familia, dado los peligros y los incomodidades de la guerra,  se quedó en el convento junto a otras monjas, y  fueron sometidas por los militares a duros trabajos. Dócil a  la voluntad de Dios, infundía alrededor suyo un aire de  paz y esperanza, encarnando, para los afligidos y sufrientes, un  efectivo apoyo y un eficaz consuelo. Los prisioneros franceses e  ingleses, a los que prestó su personal ayuda en calidad  de traductora, la llamaron “ángel de bondad” y “santa Sancja“.

Las  enormes fatigas y las difíciles condiciones del convento de Poznan  pusieron a dura prueba sus fuerzas y fue víctima de  una grave forma de tuberculosis a la laringe. Abandonándose en  los brazos cariñosos de Dios Padre ofreció un fulgurante ejemplo  de sereno aguante de los sufrimientos.
Con gozo profesó los  votos perpetuos el 6 de julio de 1942, profundamente unida  al Esposo Celestial, en la fervorosa espera de su venida  en el momento de la muerte, que ocurrió el 29  agosto del mismo año, cuando tenía solamente treinta y dos  años.





Himno

Dichosa tú, que, entre todas,

fuiste por Dios sorprendida

con tu lámpara encendida

para el banquete de bodas.

Con el abrazo inocente

de un hondo pacto amoroso,

vienes a unirte al Esposo

por virgen y prudente.

Enséñanos a vivir,

ayúdenos tu oración,

danos en la tentación

la gracia de resistir.

Honor a la Trinidad

por esta limpia victoria,

y gloria por esta gloria

que alegra la humanidad. Amén



Oremos

Escucha, Señor, nuestras plegarias y concede a los que celebramos la virtud de la beata Sancja Szymkowiak, virgen, crecer siempre en tu amor y perseverar en él hasta el fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.




 

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