miércoles, 29 de junio de 2016

San Casio de Narni, obispo - Santa Emma, viuda (29 de junio)

San Casio de Narni, obispo

fecha: 29 de junio
†: 558 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Narni, de la Umbría, san Casio, obispo, que, como refiere el papa san Gregorio Magno, cada día ofrecía a Dios el sacrificio de reconciliación bañado en lágrimas, y entregaba en limosna todo lo que tenía. Finalmente, en el día en que se celebra la solemnidad de los Apóstoles, en el cual todos los años acostumbraba a ir a Roma, después de celebrar la Eucaristía en su ciudad y haber distribuido a todos el Cuerpo de Cristo, retornó al Señor.
Lo poco que sabemos sobre san Casio, procede de las páginas de san Gregorio el Grande. En sus «Diálogos», se explaya sobre las virtudes de este obispo de Narni, sobre su vida ejemplar, su vigilancia para su rebaño, su abnegación y generosidad hacia los pobres. Uno de los sacerdotes de su iglesia le reveló que su muerte ocurriría en Roma, el día de la fiesta de San Pedro y San Pablo, y el obispo, muy impresionado por aquel vaticinio, se hizo el propósito de viajar a la Ciudad Eterna, cada año, la víspera de esa conmemoración. En seis ocasiones regresó a su sede, pero al séptimo viaje, se cumplió la profecía. El 29 de junio, luego de oficiar la misa y dar la comunión a los fieles, murió apaciblemente. Con anterioridad, había escrito su propio epitafio, en verso y, de acuerdo con sus deseos, fue enterrado en Narni, en el oratorio de su antecesor, Juvenalis, y junto a una cierta Fausta, que bien pudo haber sido su esposa. En el siglo nueve, el conde Adalberto de Toscana se apoderó de Narni e hizo trasladar los restos de san Juvenalis, san Casio y «santa» Fausta, a la ciudad de Lucca. Ahí se les dio nueva sepultura, en la iglesia de San Frediano. Sin embargo, con el correr del tiempo, las reliquias volvieron a Narni, donde aun se conservan en la catedral.
Sobre la vida de San Casio, no se sabe nada más de lo que cuenta San Gregorio el Grande, tanto en sus Dialoguos como en un sermón suyo. Los párrafos referentes a este santo obispo se imprimieron en Acta Sanctorum, junio, vol. VII.
Imagen: altorelieve en la entrada del mausoleo de casio y Juvenal, en la concatedral de San Juvenal, en Narnia, muestra el tema clásico sálmico de los dos ciervos que encuentran en la cruz las corrientes de agua de vida.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2173



Santa Emma, viuda

fecha: 29 de junio
n.: c. 990 - †: c. 1045 - país: Austria
otras formas del nombre: Hemma, Gemma
canonización: 
Conf. Culto: Pío XI 5 ene 1938
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Gurk, en el territorio de Carintia, santa Emma, condesa, que vivió cuarenta años como viuda y dio muchas limosnas a los pobres y a la Iglesia.
patronazgo: patrona de los niños; protectora de los ojos, dolores de cabeza, demencia, epilepsia y enfermedades en general.
La pequeña ciudad austríaca de Gurk, en la Carintia, que dio un título arzobispal, tuvo su origen en un doble monasterio y una iglesia fundados por Emma o Hemma, a mediados del siglo once. Por parte de su madre, Emma estaba emparentada con el emperador san Enrique, en cuya corte se educó bajo la tutela de santa Cunegunda. Más tarde, se casó con Guillermo, el landgrave de Friesach, y la unión fue muy feliz. La pareja tuvo dos hijos, Guillermo y Hartwig; cuando crecieron, el landgrave los puso a cargo de la administración de las minas que eran base de su fortuna. Los mineros eran hombres rudos, violentos y pendencieros, y los jóvenes hermanos se veían en dificultades para gobernarlos, a no ser que recurriesen a castigos muy severos. Cierta vez en que el conde Guillermo mandó que fuese ahorcado un minero, los compañeros del ajusticiado se rebelaron y, en un motín tumultuoso, asesinaron a los dos hermanos. La trágica noticia llegó al castillo y, mientras Emma se abandonaba a su profundo dolor, el landgrave enfurecido lanzó improperios a diestra y siniestra y juró que mataría a todos los rebeldes con sus mujeres y sus hijos. Sin embargo, los consejos de sus amigos le calmaron y desistió de su venganza.
Emma recurrió al auxilio de Dios con sus fervientes plegarias y logró que su marido perdonase a todos los rebeldes, a excepción de los dos que habían cometido los asesinatos. Entonces, el landgrave emprendió una peregrinación a Roma, por consejo de Emma; pero en el camino de regreso contrajo una enfermedad y murió, a corta distancia de su castillo. Ya sin esposo y sin hijos, la desventurada Emma entregó sus bienes y el resto de su vida al servicio de Dios y del prójimo. A más de prodigar las limosnas entre los pobres, fundó varias casas religiosas, de las cuales, la principal fue el monasterio antes mencionado. Se hallaba en los terrenos que eran propiedad de la viuda del landgrave, y el castillo de Gurkhofen formaba parte del edificio de la comunidad. En los dos establecimientos, separados por completo, se hicieron las instalaciones necesarias para acomodar a veinte monjes y setenta monjas. Las dos comunidades se turnaban para la laus perennis (es decir, el canto del oficio día y noche, sin interrupción). Se dice que la propia santa Emma recibió el velo en Gurk. Murió alrededor del año 1045 y fue sepultada en la iglesia de Gurk.
No obstante que se sabe a ciencia cierta que fundó el monasterio de Gurk, la vida de santa Emma podría haber sido diferente a como se relata en la narración tradicional, que hemos reseñado: podría haber sido ella la que pertenecía a la familia Friesach y, al quedar viuda del conde Guillermo de Sanngau, en 1015, conservar junto a sí a su hijo. Veinte años después, éste habría sido muerto en el campo de batalla, y entonces Emma inició sus obras de caridad y sus beneficios a la religión.
El antiguo culto por la condesa Emma fue confirmado por la Santa Sede en 1938, pero el decreto se encuentra en AAS 32 (1940), pág. 309, con un breve resumen biográfico. En la lista de la Sagrada Congregación de Ritos se le califica de beata, pero generalmente se la llama santa.
Imagen: Sebald Bopp: Emma en traje nacional croata, imagen de hacia el 1500, difundida en Estiria, Col. Thyssen Bornemisza.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2174

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