San Máximo de Turín, obispo
fecha: 25 de junio
†: c. 408/423/465 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 408/423/465 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Turín, en la Liguria, san Máximo,
primer obispo de esta sede, que con su paterna palabra llamó al pueblo pagano a
la fe de Cristo, y con sólida doctrina lo condujo al premio de la salvación
eterna.
refieren a este santo: Santos Octavio,
Solutor y Adventor

Se conserva la mayor parte de la obra
literaria de san Máximo de Turín, pero es muy poco lo que se sabe acerca del
autor. Parece que vino al mundo alrededor del año 380 y, por referencias
extraídas de algunos de sus escritos, se conjetura que era natural de Vercelli,
o de algún otro lugar en la provincia de Recia. El escritor declara que, hacia
el año de 397, presenció el martirio de tres obispos misioneros de Anaunia, en
los Alpes Réticos. El historiador Genadio, en su «Libro de Escritores
Eclesiásticos», que completó hacia fines del siglo quinto, describe a san
Máximo, obispo de Turín, como a un profundo estudioso de la Biblia, un
predicador diestro en instruir al pueblo y autor de muchos libros, algunos de
cuyos títulos menciona. La nota concluye señalando que la actuación de san
Máximo floreció particularmente durante los reinados de Honorio y de Teodosio
el Joven.
En el año 451 un obispo Máximo de Turín
asistió al sínodo de Milán, presidido por su metropolitano, san Eusebio y, con
la participación de otros prelados del norte de Italia, y firmó la carta
dirigida al papa san León Magno para declarar la adhesión de la asamblea a la
doctrina de la Encarnación, tal como se expuso en la llamada «Epístola
dogmática» del Papa. También estuvo presente en el Concilio de Roma del 465. En
los decretos emitidos en esa ocasión, la firma de Máximo figura inmediatamente
después de la del pontífice san Hilario y, como por aquel entonces se daba
precedencia por la edad, es evidente que Máximo era muy anciano. Si es el santo
del que hablamos, tuvo que haber muerto poco después de aquel Concilio.
Sin embargo, no todos los historiadores
están de acuerdo con esta perspectiva, y más bien en la actualidad se suele
suponer que hubo dos Máximo de Turín, uno fallecido en el 408 o el 423 -que es
el que celebramos hoy-, del que tenemos testimonio por Genadio, y otro que
asistió a los sínodos mencionados, muerto después del 465, cuyo único recuerdo
son esas dos firmas, y que no está inscrito en el Martirologio.
La colección que se hizo de sus supuestas
obras, editadas por Bruno Bruni en 1784, comprende unos 116 sermones, 118
homilías y 6 tratados; pero esta clasificación es muy arbitraria y,
posiblemente, la mayoría de las obras citadas deban atribuirse a otros autores.
Son particularmente interesantes por darnos a conocer algunas costumbres
extrañas y pintorescas de la antigüedad sobre las condiciones en que vivían los
pueblos de la Lombardía, en la época de las invasiones de los godos. En una de
sus homilías describe la destrucción de Milán por las hordas de Atila; en otra,
habla de los mártires Octavio, Solutor y Adventus, cuyas reliquias se conservan
en Turín. «Debemos honrar a todos los mártires -recomienda-, pero especialmente
a aquellos cuyas reliquias poseemos, puesto que ellos velan por nuestros
cuerpos en esta vida y nos acogen cuando partimos de ella». En dos homilías
sobre la acción de gracias inculcaba el deber de elevar diariamente las preces
al Señor y recomendaba los Salmos como los mejores cánticos de alabanza.
Insistía en que nadie debía dejar las oraciones de la mañana y la noche, así
como la acción de gracias, antes y después de las comidas. Máximo exhortaba a
todos los cristianos para que hiciesen el signo de la cruz al emprender
cualquier acción, puesto que «por el signo de Jesucristo (hecho con devoción)
se pueden obtener bendiciones sin cuento sobre todas nuestras empresas». En uno
de sus sermones, abordó el tema de los festejos un tanto desenfrenados del Año
Nuevo y criticó la costumbre de dar regalos a los ricos, sin haber repartido
antes limosnas entre los pobres. Más adelante, en esa misma prédica, atacó
duramente a «los herejes que venden el perdón de los pecados», cuyos
pretendidos sacerdotes piden dinero por la absolución de los penitentes, en vez
de imponerles penitencias y llanto por sus culpas.
Este artículo está sustancialmente tomado
del Butler-Guinea, con las correcciones necesarias para dar cabida a la opinión
mayoritaria hoy respecto del año de muerte. De todos modos la cuestión está
lejos de haber concluido. Para referencias sobre las obras puede consultarse el
tomo III de la Patrología de Quasten-Di Berardino (BAC nº 422, págs 699-700).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2123
San Próspero de Aquitania, monje
fecha: 25 de junio
n.: c. 390 - †: c. 463 - país: Italia
otras formas del nombre: Prosper Tyro
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 390 - †: c. 463 - país: Italia
otras formas del nombre: Prosper Tyro
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Conmemoración de san Próspero de
Aquitania, quien, versado en filosofía y en letras, llevó con su esposa una
vida íntegra y modesta, y habiendo abrazado la vida monástica en Marsella,
defendió enérgicamente contra los pelagianos la doctrina de san Agustín sobre
la gracia divina y el don de la perseverancia, asumiendo después en Roma el
servicio de secretario del papa san León I Magno.
patronazgo: patrono de los poetas.

San Próspero de Aquitania, a quien se
conmemora en la diócesis de Tarbés como «Doctor Aquitano», es bien conocido por
sus escritos, pero son muy escasos los datos sobre su vida, a pesar de que en
los antiguos manuscritos abundan las referencias sobre él, con los
calificativos de «sabio», «virtuoso», «santo» y otros similares. No fue obispo,
ni sacerdote; al parecer, siempre fue un laico, muy piadoso, posiblemente
casado. Este punto ha sido muy discutido, en vista de que se le atribuye un
«Poema del Esposo a la Esposa» que, cualquiera que haya sido su inspiración,
expresa una profunda confianza en Dios.
Próspero se trasladó de Aquitania a la
Provenza y, en 428, a instancias de su amigo Hilario, escribió en Marsella una
carta a san Agustín, que se hallaba en Hipona. Los asuntos tratados en aquella
misiva hicieron que san Agustín escribiese
sus tratados «De Praedestinatione Sanctorum ad Prosperum et Hilarium» (Sobre la
predestinación, para Próspero e Hilario) y «De Dono Perseverantiae» (Sobre el
don de la perseverancia), de manera que Próspero se vio envuelto en la
controversia semi-pelagiana, en oposición a las ideas de san Juan Casiano y,
posiblemente, de san Vicente de
Lérins. Próspero y su amigo Hilario fueron a Roma y regresaron
con una carta del papa san Celestino I para
los obispos de la Galia, donde se alababa el celo de los portadores y se
instaba a lograr la paz. Pero las desavenencias continuaron. Eventualmente,
Próspero viajó de nuevo a Roma donde, al parecer, llegó a ocupar el cargo de
secretario del papa san León Magno.
Murió en Roma, alrededor del año 463.
Los escritos de Próspero de Aquitania,
tanto en verso como en prosa, están relacionados, sobre todo, con la
controversia sobre la gracia y el libre albedrío, en defensa de las doctrinas
de San Agustín. Su poema más extenso es un tratado dogmático de unos 1000
versos en hexámetro, titulado: «Canto por los Sin Gracia» (De Ingratis Carmen);
pero su obra más conocida, es su «Crónica», que comprende desde la Creación
hasta la conquista de Roma por los vándalos, en el año 455.
L. Valentín, St. Prosper d'Aquitaine (1900); G. Bardy, en DTC. Consúltese también en este mismo día el
artículo sobre san Próspero de Reggio. En 1950, se publicó en Nueva York la
versión inglesa del tratado de Próspero sobre la Gracia Divina y el Libre
Albedrío, contra las teorías de Casiano. En la Patrología de Quasten-Di
Berardino (BAC nº 422, tomo III, págs 633-638) hay una introducción semejante a
la vida y obra, aunque con algunos puntos divergentes, y una relación más
amplia de la obra. En el Devocionario de ETF hay una oración al santo, que se acostumbra rezar como novena como
novena.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2124
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