Beata María Antonia de Paz y Figueroa, «Mama Antula», fundadora
fecha: 6 de marzo
n.: 1730 - †: 1799 - país: Argentina
canonización: B: Francisco 27 mar 2016
hagiografía: MamaAntula.org
n.: 1730 - †: 1799 - país: Argentina
canonización: B: Francisco 27 mar 2016
hagiografía: MamaAntula.org
Elogio: En Buenos Aires, Argentina, beata
María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como "Mama
Antula", laica, incansable predicadora, fundadora de la Santa Casa de
Ejercicios Espirituales.

La Venerable María Antonia de Paz y
Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula” nació en 1730 en
Santiago del Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de
conquistadores y gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna.
A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San
José.
En aquella época no existían religiosas
activas fuera del convento de clausura, pero ella decide vestir una túnica
negra y vivir junto a otras mujeres la vida activa. Se las llamaba “beatas”
(equivalente de las actuales laicas consagradas). Guiadas por un sacerdote
jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes,
instruir a los niños, coser, bordar, cuidar enfermos y repartir limosnas.
En 1767 Carlos III expulsa a los Jesuitas
de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere
reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, algo que no fue bien
visto por la sociedad del momento. El medio era hostil, pero ella sigue con su
idea de organizar esta práctica piadosa: los participantes vivían en un lugar
cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de que reflexionaran sobre
sus vidas llegaran a una conversión.
Comienza María Antonia invitando uno a uno
a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace caminando descalza por las tierras
de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc.
Luego sale a otras provincias, y va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy,
Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le da la licencia. Los frutos de los
Ejercicios se conocen por el bien que le hace al pueblo y sus cambios en la
vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían
las damas con sus siervas, y en grupos separados los hombres con sus ayudantes
de campo.
Luego del éxito y buenos frutos de estos
retiros, decide ir a Buenos Aires. Debía caminar 1400 kilómetros a pie. Los
peligros son múltiples ya que en el trayecto había tanto animales salvajes como
ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guían sus pasos era
“la paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplica en su máxima
expresión.
Cuando llega a Buenos Aires en Septiembre
1779 va a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la
licencia. El Virrey Vertiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era
jesuítico, y le niega la autorización. No obstante en 1780 comienzan los
retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambia
su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus fieles. Llegaron a
ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas
las necesidades de los practicantes.
La comida que sobraba se repartia a los
presos y a los mendigos que concurrían a la Casa. Ella escribe: “Veo que la
Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada
día más experimenta el publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios
se han acercado más de 15.000 personas.”
“Quisiera andar hasta donde Dios no fuese
conocido”, escribe. Y esas ansias la llevan a Uruguay, Colonia y Montevideo,
donde permanece tres años. Retorna a Buenos Aires y comienza la edificación de
lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires: la Santa Casa
de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190, en la capital de la
República Argentina.
Su obra es conocida en Francia, en el
monasterio de Saint-Denis de Paris. Sus cartas se traducen al latín, francés,
inglés, alemán y ruso. La fuerza testimonial que emana de ellas son modelos
para los conventos. Se escribe un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de
la mujer fuerte” que se edita en 1791.
María Antonia realiza muchos hechos
prodigiosos, entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida
se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba
grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo
que se necesitaba ese día.
El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años.
Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad, tambien en
Buenos Aires. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de
Santo Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se
habían beneficiado de los retiros espirituales.
Ha sido Maria Antonia quien introdujo en
la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada entre el pueblo
sencillo, con una afluencia de miles de personas que cada año visitan el
Santuario de Liniers.
En 1905 los Obispos elevaron la causa de
canonización de Madre Antonia a la Santa Sede. Asimismo se presentaron cartas
postulatorias por los Arzobispos de Montevideo, Uruguay, Santiago de Chile,
Bolivia, Obispos de Paraguay, Concepción de Chile, así como de muchos
eclesiásticos de distintas regiones y países del entorno.
Sintetizado a partir de la semblanza de
vida publicada en el web dedicado a promover la canonización de la beata, donde
hay mucho material sobre su vida y obra.
fuente: MamaAntula.org
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ingreso o última modificación relevante: 30-8-2016
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