sábado, 2 de marzo de 2024

Tres asuntos en la presentación de los comentarios del domingo - Domingo 3º de Cuaresma B (03.03.2024): Juan 2,13-25 (Una vez más, Juan 13,35) y CINCO MINUTOS semanales con el Evangelio de Marcos (Semana 14ª (03.03.2024): Marcos 3,13-19) ¿Dos caminos para expresar la fe?

 

Tres asuntos en la presentación de los comentarios del domingo.

El primero es confesar una constatación, elemental tal vez: 

A veces me quedo en silencio...

y no tengo miedo... 

y me encuentro a gusto... 

y no me importa el lugar..., 

porque esto me sucede estando...

en el vagón del metro de la ciudad

o en lo alto de una montaña 

o con un libro entre las manos 

o ahora mismo que escribo ante el ordenador.

El segundo asunto es recordar que en este domingo se nos propone IMAGINAR a aquel Jesús de Nazaret, o al que habita en los adentros de cada uno de nosotros, en o ante aquel TEMPLO de la religión de las gentes de su pueblo llamado Israel. Este ejercicio lo hicieron muchas gentes anónimas, primero; y luego, sus cuatro biógrafos oficiales (Marcos, Mateo, Lucas y Juan); y mucho más tarde, unos cien mil escritores, más o menos, que se atrevieron a compartir sus interpretaciones. Aquel judío Jesús en el Templo de Jerusalén, ante el Templo de su Yavé dios. En este domingo día 3 de marzo del año 2024 escucharemos la obra de la imaginación de aquella persona que nos regaló el llamado en la Biblia 'Evangelio de Juan'. No se trata, creo yo, de estar a favor o en contra de tal narración. Se trata de 'callarse y escuchar', que no es ni poco ni sencillo. El complemento de este trabajo de imaginación es dejarse llevar durante 'CINCO MINUTOS' de reloj por aquello que una mujer llamada María Magdalena también se atrevió a imaginar cuando hacía 'sus silencios' para recordar al judío laico de su tierra de Galilea. Y...

El tercer asunto es proseguir la meditación contemplativa de 'esas cositas de la fe' que tienen que ver con nuestras populares, o no tan populares, tradiciones pastorales o pastoriles. Y me vuelvo a repetir el mantra de mis saludos o silencios:

Buenos días, 

humanísima 

trinidad de Nazaret,

Jesús, José

y María.

029. Santa Madre Virgen de la Estrella

030. Santa Madre Virgen de las Viñas

031. Santa Madre Virgen de las Mamblas

032. Santa Madre Virgen de la Peña

033. Santa Madre Virgen de la Leche

034. Santa Madre Virgen de la Mirasierra

035. Santa Madre Virgen de las Malvas Comunes y Reales

Mi jaculatoria: Que me devuelvan a la Señora María.

 

A continuación se encuentran los comentarios de este domingo día 3 de marzo.

Vive Jesús en nuestros corazones. Siempre.

Carmelo Bueno Heras

 

Domingo 3º de Cuaresma B (03.03.2024): Juan 2,13-25

Respiro, vivo y sigo escribiendo CONTIGO:

Una vez más, Juan 13,35

Para este nuevo tercer domingo del Tiempo de la Cuaresma se nos propone la lectura del texto de Juan 2,13-25. Justamente el relato siguiente al conocido como ‘la conversión del agua en vino en unas bodas en Caná de Galilea’ (Juan 2,1-12). Si me detengo a contemplar ‘el espacio’ en el que el narrador Juan nos coloca a su protagonista Jesús de Nazaret constato esta sucesión: Caná de Galilea (2,1), luego bajó a Cafarnaún de Galilea con su madre, sus hermanos y sus discípulos (2,12) y luego subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores… (2,14). Pareciera que este Jesús del cuarto Evangelio tiene prisa por presentarse en Jerusalén en una fiesta de Pascua, la primera de las tres Pascuas que se nos relatan en este Evangelio. Y en este espacio de Jerusalén y de su Templo sucede algo que, como poco, es ‘IMPRESIONANTE’.

“Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré” (2,19) De esto se habla aquí, en este Evangelio, al comienzo de las tareas evangelizadoras de aquel laico judío de la Galilea. Luego hablará también de este asunto del Templo en su encuentro con la samaritana (Juan 4) y también, en aquel diálogo de este mismo Jesús, apresado ya y en proceso de condena judicial, con el gobernador Poncio Pilato (Juan 18,28ss). Con estos datos entre manos no dejo de recordar los anuncios de dos pequeños profetas (‘mis profetillas’) como Natán y Miqueas.

El profeta NATÁN, en su nombre y en el de su Yavé dios, prohibió que el rey David construyera un Templo en la capital de su REINO, Jerusalén. Si se desea conocer esta secuencia de la historia habrá que leerse 2Samuel 7. Completo, para caer en la cuenta de que 2Samuel 7,13 es una evidentísima añadidura posterior al texto original. David confió en su profeta NATÁN y no se atrevió a construir ningún templo para el dios de su religión. Llegó Salomón y se olvidó de todo este mensaje y concibió y creó el proyecto políticoreligiosoeconomico del TEMPLO.

Siglos más tarde, el profeta MIQUEAS proclamó (es decir, anunció alto y claro, a bombo y platillo) que ese mismo Yavé dios no dejaría piedra sobre piedra de aquel templo que había construido la grandiosa prepotencia del rey Salomón. Si se desean conocer estos anuncios del profeta habrá que leerse, al menos, Miqueas 3,9-12. La buena noticia de su mensaje concluye con estas clarividentes palabras: “Por eso, por culpa vuestra, Sión será un campo que se ara, Jerusalén será un montón de ruinas y el monte de la Casa un otero salvaje”. Recordaremos ahora una vez más que quienes no conocen su historia están condenados a repetirla, tal vez, corregida y aumentada.

Esta denuncia del profeta se haría realidad más tarde. Y, de nuevo, desoyendo los mensajes de éste y de otros profetas, se volverá a construir un templo nuevo. Probablemente, el templo que llegó a conocer Jesús de Nazaret en todos los años de su vida. Nuestro Jesús, como bien podemos leer en los cuatro Evangelios, denunció la misma ostentosa prepotencia de la Institución de su Templo de Yavé dios en Jerusalén con su Sacerdocio, su Ley, sus Dogmas y Liturgias… Y de nuevo, esta institución volvió a ser destruida en la segunda mitad del siglo primero de nuestra historia. Y así sigue hasta hoy aquel Templo destruido y así sigue hasta hoy encendido el fuego del enfrentamiento religioso entre los humanos seguidores de éste o del otro dios o dioses. ¿Y seguirá? Seguirá, muy probablemente.   

Y cuando ahora releo estos grandes acontecimientos de la historia no puedo dejar de pensar en la realidad que me rodea. Realidad sembrada de Templos, Basílicas, Ermitas, Mezquitas, Pagodas, Sinagogas. Dioses. Por eso y despacio, me vuelvo a leer Juan 13,35. Carmelo Bueno Heras


CINCO MINUTOS semanales con el Evangelio de Marcos entre las manos para leerlo y meditarlo completo y de forma ordenada, de principio a fin. Semana 14ª (03.03.2024): Marcos 3,13-19

¿Dos caminos para expresar la fe? El texto de Marcos 3,13-19 conviene leerlo a la vez, o en paralelo o en visión sinóptica con el texto de Marcos 6,7-13. Así me lo sugiere la experta narradora de los acontecimientos de Jesús que es María Magdalena. Ambos relatos son el comienzo y el final de una nueva y sorprendente palindromía que tiene su centro en Mc 5,1-20.

A lo largo de este extenso relato del hablar y el hacer de Jesús de Nazaret el lector constata que todo sucede en la tierra de Galilea, en el norte del país de Israel. Sólo los hechos del señalado centro de la palindromía tienen lugar al otro lado del lago-mar en el territorio de los gadarenos-gerasenos de la Decápolis. Esta mujer escritora nos está susurrando con insistencia que para conocer a su Jesús de Nazaret hay que conocer también su tierra y las gentes que en ella habitan. Y conviene recordar que esta Galilea es la tierra donde encontrarse con Jesús.

Aunque vayamos a ir leyendo el relato sin prisas y en todas sus partes, conviene que nos leamos con alguna frecuencia todo el apartado que va desde el principio hasta el final de la palindromía. El inicio en Mc 3,13-19: “Subió [Jesús] a la montaña, llamó a los que él quiso y se le acercaron. Designó entonces a Doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios”.

 

Y el final de la palindromía en Mc 6,7-13: “Jesús recorría los pueblos de alrededor enseñando. Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos dándoles poder sobre los espíritus impuros… Ellos salieron a predicar… Expulsaban… ungían… y sanaban”.

 

El tema de esta ‘primera vuelta’ de la palindromía es lo que muchos investigadores llaman ‘la elección de los Doce’. ¿Estamos ante el momento en el que Jesús funda su Iglesia? Los catecismos de la iglesia católica dirán que sí. Mi voz y mi voto no es otra cosa que una insignificante opinión. Pero, aunque sea minúscula, deseo expresarla y por escrito. Aquí en Marcos 3,13-19, y en todos los contextos en los que aparecen los DOCE, sólo se está expresando un inmenso paralelo entre los Doce del viejo Israel y los Doce del nuevo modo de ver la realidad que propuso el galileo y laico Jesús.  Se trata de dos caminos para vivir la fe.

 

El camino de este Jesús, que hasta este momento del Evangelio quedó claramente expresado sábado tras sábado en las sinagogas de Galilea, no es otro que la liberación de las ataduras deshumanizadoras que teje toda institucionalización llamada Religión. Y en su contexto histórico, esa institución no era otra que el Templo de Jerusalén, la Ley de Moisés y la organización del sacerdocio judío.

 

Por eso, la misión de quien sigue a Jesús y trata de vivir con él y como él no es otra que ‘enseñar con el poder de expulsar demonios’. Marcos 1,16-20 dijo que esta misión era ¡pescar hombres!, que como los peces del lago viven esclavizados en el mar del mal que es la Religión de Israel donde se mueven.

 

Y una menudencia nada más, propia de quien conocía bien los acontecimientos: este Jesús llama a los Doce para que estuvieran con él (Mc 3,14). Cuando tengan lugar los hechos del huerto (Mc 14,43-51) ‘todos le abandonaron’. ¡¡¡María Magdalena y las demás mujeres, no!!! Carmelo Bueno Heras. En Burgos, 22 de febrero de 2017.

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