domingo, 15 de noviembre de 2015

Beatos Hugo Faringdon, Juan Eynon y Juan Rugg - Beatos Ricardo Whiting, Rogelio James y Juan Thorne 15112015

Beato Hugo Faringdon

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Beatos Hugo Faringdon, Juan Eynon y Juan Rugg, mártires
En Reading, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Faringdon o Cook, abad de la Orden de San Benito, Juan Eynon y Juan Rugg, presbíteros, los cuales opusieron tenaz resistencia al rey Enrique VIII, que intentaba apropiarse de la autoridad de la Iglesia, y por esa causa, acusados de traición, delante del monasterio fueron ahorcados y descuartizados.
Suele atribuirse al Beato Hugo el apellido de Faringdon porque nació allí, pero su verdadero apellido era Cook. Las armas de su familia (reales o ficticias) eran las de Cook de Kent. El beato ingresó en el monasterio de Reading, donde ejercía el cargo de subcamarlengo cuando fue elegido abad en 1520. La abadía era importante puesto que incluía un escaño en la Cámara de los Lores, y quien la ocupaba era magistrado condal. El abad Hugo tomó parte activa en la ejecución de esos deberes civiles, por más que algunos cronistas hostiles afirman que lo hizo «sin ningún discernimiento». En todo caso, Leonardo Cox, maestro de escuela de Reading, no lo consideraba como un iletrado, ya que le dedicó una obra de retórica. El beato mantuvo la disciplina en su monasterio y «no podía soportar» a los predicadores de las nuevas doctrinas, a quienes calificaba de «herejes y hombres sin escrúpulos». Sin embargo, cuando empezó a ejercer el cargo de abad, estaba en muy buenos términos con Enrique VIII, tal vez en demasiado buenos términos. En efecto, el rey fue a visitarle y le llamó «mi propio abad», y éste envió como presente al monarca algunos cuchillos de caza y unas truchas pescadas en el Kennet. La cosa no paró ahí, sino que el abad llegó incluso a firmar una petición a Clemente VII para que anulase el matrimonio de Enrique y dio a éste una lista de libros que podían ayudarle a defender su causa. En 1536, firmó los artículos de fe de la Convocatoria, que reconocían virtualmente la supremacía regia sobre la Iglesia de Inglaterra. Todavía en 1537, gozaba el abad del favor del rey, puesto que tomó parte muy prominente en los funerales de la reina Juana Seymour en Windsor.

Algunas semanas más tarde, ofendió al monarca, al informar a Cromwell y al abad del vecino monasterio de Abingdon, que corría el rumor de que el rey había muerto. Una comisión le juzgó y le puso en libertad. En 1539, fueron suprimidos los grandes monasterios. Todo el mundo sabía que el abad de Reading no estaba dispuesto a entregar el suyo. En efecto, al fin del verano, el P. Hugo fue confinado en la torre de Londres, con el cargo de traición. Con él fueron juzgados el beato Juan Eynon y el beato Juan Rugg. Eynon era un sacerdote de la iglesia de Saint Giles, en Reading, que ya desde antes había tenido dificultades con las autoridades por haber copiado y distribuido la proclama escrita por Roberto Aske sobre la «Peregrinación de Gracia» (1536). Rugg era un prebendado de Chichester que vivía retirado en la abadía de Reading. Entre otras cosas, se le acusó de haber conservado una reliquia de la mano de san Anastasio, «sabiendo que Su Majestad ha enviado visitadores a la dicha abadía para que acabasen con tal idolatría». Suele afirmarse que estos dos sacerdotes ejecutados junto con el Abad eran monjes, pero no está probado. Como sucede en el caso del Beato Ricardo Whiting, no sabemos en qué términos fue formulada la sentencia; sin embargo, debió aludir indudablemente a la negación de la supremacía regia, ya que el beato Hugo habló claramente sobre la cuestión en el cadalso, diciendo que la supremacía de la Santa Sede en lo espiritual era «creencia común de aquéllos que mayor derecho tienen a declarar la verdadera doctrina de la Iglesia en Inglaterra».

La ejecución de los tres mártires se llevó a cabo frente a la puerta de la abadía de Reading, el mismo día en que fueron martirizados los monjes de Glastonbury. Los tres fueron beatificados en forma equivalente en 1895. La diócesis de Portsmouth celebra su fiesta el 14 de noviembre, en cambio, los benedictinos ingleses y la arquidiócesis de Westminster la celebran el 1° de diciembre.

 Letters and Papers, Foreign and Domestic, of the reign. of Henry VIII, editado por J. S. Brewer, James Gairdner y R.H. Broodie (Record Office). El relato más exacto del martirio es el de Bede Camm Lives of the English Martyrs, vol. I (1904), pp. 372-412. Camm lanzó la hipótesis de que la mano que se conserva en la iglesia de San Pedro, en Marlow que conservara el beato Rugg, Cfr LEM, vol. I, p. 376, nota.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI



Beato Ricardo Whiting

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Beatos Ricardo Whiting, Rogelio James y Juan Thorne, mártires
En Glastonbury, también en Inglaterra, beatos mártires Ricardo Whiting, abad, Rogelio James y Juan Thorne, presbíteros de la Orden de San Benito, que, acusados falsamente de traición y sacrilegio, durante el mismo reinado fueron ahorcados también y descuartizados.
Glastonbury, por el prestigio que tiene en la leyenda y en la historia, ocupa un sitio único entre los muchos grandes monasterios antiguos de Inglaterra. Aunque no se puede admitir que haya sido fundado por José de Arimatea (ni otros datos fabulosos por el estilo), el simple hecho de que exista tal leyenda prueba cuánto veneraban los ingleses ese monasterio en la antigüedad. Por eso, es un hermoso símbolo el que el último abad de Glastonbury haya muerto por la fe a manos de las autoridades civiles, precisamente en el momento en que tantos monjes, sacerdotes y laicos, no estuvieron a la altura de su catolicismo. Ricardo Whiting nació en Wrington de Somerset, probablemente poco después de 1460. Se educó en la Universidad de Cambridge, donde obtuvo el grado de maestro en artes en 1483. En 1505, volvió a la Universidad a doctorarse en teología. Probablemente para entonces ya era monje. Recibió la ordenación sacerdotal en Wells. en 1501 y, durante algunos años, ejerció en el monasterio el cargo de camarlengo. En 1525, a la muerte del abad Bere, la comunidad pidió al cardenal Wolsey que nombrase un substituto. El cardenal eligió a Ricardo Whiting: «monje devoto e intachable, hombre discreto y prudente y sacerdote de gran saber y virtud». Uno de los que firmaron el nombramiento fue santo Tomás Moro.

El beato gobernó en paz durante diez años. En 1534, se exigió a los monjes que firmasen el acta de supremacía, en la que se afirmaba que el rey era el jefe de la Iglesia en Inglatrra. A excepción de Moro, Fisher, los cartujos y los franciscanos observantes, muy pocos se habían opuesto hasta entonces al juramento. Así pues, el P. Ricardo y sus monjes lo firmaron tranquilamente. Al año siguiente, los agentes reales visitaron el monasterio de Glastonbury. En su informe declararon (no sin lamentarlo) que en el monasterio reinaba tal orden, que no se podía acusar de nada a los monjes. A éstos dijeron que no se estaba tramando nada contra ellos. Al año siguiente, fueron suprimidos los monasterios menores. En 1539, fueron suprimidos también los monasterios mayores, excepto el de Glastonbury, en Somerset. En septiembre de ese año, se presentaron nuevamente los agentes del rey. Confiscaron en el monasterio varios documentos comprometedores (un libro contra el divorcio del rey, varias bulas pontificias y una vida de santo Tomás Becket), e interrogaron al abad. Ricardo se negó a renunciar a su cargo y manifestó «su traidora e infame opinión sobre Su Majestad y sus herederos». Por ello fue encarcelado en la Torre de Londres. El agente Layton envió a Cromwell un «libro de pruebas» de «diversas y numerosas traiciones» cometidas por el abad, pero el documento no se conserva, e ignoramos su contenido. Lo cierto es que, después de leerlo, Cromwell apuntó en sus «Recuerdos»: «Además, hacer que el abad de Glaston sea juzgado y ejecutado en Glaston» (como se ve, el poder ejecutivo se adelantaba al judicial). El desarrollo de los acontecimientos es bastante incierto. No sabemos si Ricardo Whiting fue juzgado en Londres, en Wells o en ambos sitios. Lo cierto es que fue condenado a muerte. El documento de la sentencia no se publicó ni se guardó en los archivos. Generalmente, se supone que el abad fue condenado por delito de alta traición (en ese caso tenía derecho a ser juzgado por sus iguales, es decir por los pares del reino). Los documentos que se conservan indican que el crimen de que se le acusó fue haber negado la supremacía del rey.

El beato Ricardo llegó escoltado a Wells, el viernes 14 de noviembre de 1539. Al día siguiente, se le trasladó apresuradamente a Glastonbury. Ahí se le negó el permiso de ir a despedirse de su comunidad (según parece, el mártir ignoraba que la comunidad había sido dispersada y que el monasterio estaba vacío). Los guardias le trasportaron en una carreta a la cima de Tor, colina de unos 180 metros de altura, desde la que se domina la ciudad. Allí, junto a la torre de la capilla de San Miguel, el anciano, que estaba «muy débil y enfermo», sufrió los horrores de la horca y el desentrañamiento. Antes del anochecer, se colocó su cabeza sobre la puerta del monasterio. El cuerpo, dividido en cuatro partes, fue enviado a Wells, Bridgewater, Ilchester y Bath. Después del abad, dos de los monjes sufrieron idéntico martirio. Fueron éstos el beato Juan Thorne, tesorero de la iglesia de la abadía, y el beato Rogelio James, sacristán. Su «delito», al que se calificó de «sacrilegio», consistió en esconder algunos tesoros de la iglesia para salvarlos de las manos del rey. Es posible que el beato Ricardo haya sido acusado de lo mismo. El pueblo de Somerset veneró durante mucho tiempo la memoria del santo abad; todavía hoy se le recuerda en Glastonbury y sus alrededores. El P. Guillermo Good, S.J., contemporáneo de los hechos, recapituló las pruebas del martirio. Probablemente gracias a esa obra, Gregorio XVI permitió que el retrato del mártir se incluyese en los frescos de la capilla del «Venerabile» de Roma. Ricardo Whiting fue beatificado junto con los demás en 1895.

En la diócesis de Clifton se celebra la fiesta de estos tres mártires el día en que murieron. En cambio, los benedictinos ingleses y la arquidiócesis de Westminster la celebran el 19 de diciembre, junto con la de otros dos abades mártires: Hugo Faringdon y Juan Beche.

 Letters and Papers, Foreign and Domestic, of the reign. of Henry VIII, editado por J. S. Brewer, James Gairdner y R.H. Broodie (Record Office). El relato más exacto del martirio es el de Bede Camm Lives of the English Martyrs, vol. I (1904), pp. 372-412.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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