“El día triste” de Brasil:
el golpe parlamentario
2016-09-05
Y
sucedió que en aquellos días sicarios se travistieron de senadores, en gran
número, no todos, y decidieron atacar a una dama honrada e incorruptible que
les cortaba el atajo para llegar al poder de Estado. Desde el Estado iban a
hacer lo que siempre habían hecho: aprovecharse de los bienes públicos para
auto-enriquecerse, escapar desesperadamente del brazo de la justicia y llevar
adelante su situación de privilegio, a costa siempre del pueblo que quieren
mantener lejos, en las periferias, un ejército de reserva útil para sus
servicios, casi como esclavos.
Se ensañaron
con la dama incorruptible y honrada bajo el pretexto de que algunas de sus
prácticas fiscales habían sido delito, cosa que negaron los mayores
especialistas en derecho y economía así como instancias. Crearon una farsa y
rompieron la otras constitución. Revocar a una presidenta sin crimen comprobado
es un golpe. Golpe parlamentario, esta es la palabra justa que debemos usar.
Ellos se
mostraban petulantes, diciendo farisaicamente que se sentían mal, pero hablando
de inaugurar una “era, una nueva primavera, el comienzo de un nuevo Brasil
próspero y justo.” Mentira.
El plan “Un
Puente para el Futuro”, es en realidad un puente para el atraso porque
intenta desmontar los avances que los trabajadores, las mujeres, los negros,
los pueblos indígenas, la población LGBT, los pobres e invisibles alcanzaron
por primera vez en nuestra historia en el ámbito de la inclusión social, de los
salarios, de la salud, de la educación, de las leyes laborales, de las
jubilaciones y del acceso a la enseñanza técnica y superior. Y lo más grave:
quieren mantenerlos en el analfabetismo porque así quedan silenciados e
incapaces de reclamar derechos y dignidad.
Ahora lo que
cuenta es el Mercado. Quien quiera salud, que vaya al Mercado y pague. Quien
quiera estudiar en la universidad que vaya al Mercado y pague. Todas las cosas
se volverán mercancía para ser vendidas y compradas. ¿Se compra dignidad? ¿Se
compra solidaridad? ¿Se paga por el amor? No importa. Son cosas que para ellos
no entran en la contabilidad. ¿Pero alguien puede vivir y ser feliz sin todo
eso?
Hubo en los
inicios de la conquista y dominación de México en 1520 “la noche triste”,
cuando gran parte del ejército español fue destruido. Hoy en 2016 tenemos “el
día triste” en el cual una presidenta fue injustamente apeada del poder
conquistado en las urnas.
Por los
espacios del Senado y en los corredores hay sangre derramada. Una “noche
política triste” ha caído sobre Brasil, quitando la esperanza a los que
salieron de la miseria, que corren el peligro de caer nuevamente en ella.
Y todos los
que lucharon para que se consolidase la democracia de cuño social y para que se
respetase la voluntad popular, expresada en las urnas, fueron nuevamente
traicionados. Este es el día de los “puñales largos” que se alzaron contra la
dama honrada e hirieron gravemente la soberanía popular.
Hoy, 31 de
agosto, es el día de la tristeza. Los que montaron ese teatro y los
senadores-sicarios llevarán la mancha de golpistas y farsantes durante toda la
vida. La conciencia los perseguirá y su memoria será pulverizada. La voluntad
de condenar no sustituye a la razón que se orienta por la verdad. Ellos
atropellaron la verdad bajo el manto de la injusticia. Estarán en una siniestra
compañía, la de aquellos que hace años asaltaron el Estado, oprimieron al
pueblo, torturaron a muchos como a la presidenta Dilma y asesinaron a otros que
buscaban la restauración de la democracia.
Y, al
atardecer de la vida, se enfrentarán a un Juez mayor que desvelará toda la
injusticia que conscientemente cometieron.
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