miércoles, 28 de septiembre de 2016

HILLARY Y TRUMP CARA A CARA 27092016

HILLARY Y TRUMP CARA A CARA
El ruido y la furia
Fue el debate pendenciero que cabía esperar. Más de 100 millones de espectadores –según Financial Times– siguieron esta noche por televisión el primer cara a cara de Hillary Clinton y Donald Trump [Actuall], un récord de audiencia en la historia de este género político. Si te lo perdiste, puedes verlo completo aquí [NBC, en inglés, 2 horas y 21 minutos de duración] He encontrado buenas crónicas de sesgo conservador, como esta de The National Review, y de sesgo izquierdista, como esta del New York Times. Lo que no he encontrado es una buena crónica a secas. 
Las encuestas de antes del cara a cara mostraban [Real Clear Politics] un empate técnico entre ambos. Habrá que esperar por las encuestas hechas después del debate. 
Chocaron, y con bronca, en casi todos los temas: desde cómo estimular la economía, a la estrategia contra Estado Islámico, pasando por los impuestos o los tratados de libre comercio con Europa y la comarca del Pacífico. 
Se lanzaron dentelladas mutuamente a los puntos flacos de cada uno.  Hillary retó a Trump a mostrar sus declaraciones de impuestos, como han hecho todos los candidatos desde Richard Nixon, y este la retó a mostrar antes los emails con materia sensible del Departamento de Estado enviados temerariamente desde el servidor privado de la señora Clinton. 
Hillary dijo que su rival no está preparado para dirigir el país, y que sería un peligro que tuviera acceso a los códigos de lanzamiento del armamento nuclear. Trump retrató a su adversaria como “la típica política” acomodada en la maquinaria burocrática de Washington. 
Ella lo llamó racista, sexista y le recordó su apoyo a la guerra de Iraq, algo que Trump niega. Él la acusó de fomentar el odio racial y de mentir compulsivamente. 
El debate sobre el aborto, uno de los temas que más encona la campaña, no apareció en este primer cara a cara [LifeNews, en inglés], y eso que Trump hizo en los últimos días significativos anuncios para ganarse la confianza del electorado provida. 
Ni siquiera el último escándalo de la Fundación Clinton [The Daily Wire, en inglés] conocido en los últimos días –su asociación a Planned Parenthood en un programa para fomentar el sexo entre menores en países en desarrollo, con el fin de ampliar la base de mercado global para la industria del aborto– tuvo eco en el primer debate de los dos candidatos. 
Habrá que esperar al segundo asalto, el próximo 9 de octubre, para comprobar si también confrontan sobre las culture wars –batallas por los valores– que están polarizando la campaña más fiera desde Nixon vs. Kennedy.
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