Oración de Sanación
Mi Señor, me despierto sintiendo tu presencia poderosa que me hace sentir alegre y lleno de vida. Me gusta alabarte y darte gracias por cómo vas trabajando poco a poco dentro de mi alma y me vas ajustando a tus modos de amar. Eres mi escudo y mi fortaleza, te manifiestas milagrosamente en cada acto de amor de mi día a día, así como lo hiciste con María, tu Santa Madre. De ella aprendo a ser dócil a tu Palabra, a vivir la escucha y la oración
Quiero dejarme guiar por tu luz santificante para salir dispuesto a ser un servidor entregado como lo fue María; pues ella es la gran servidora, la cumplidora fiel de tu Palaba, que sale a ayudar a quienes la necesitan.
Señor de mi vida, ven y transforma mi corazón, que sea como el de María, un servidor que vence sus egoísmos y sale de sí mismo, de sus comodidades, para donarse a los que necesitan de tu palabra sanadora. Gracias por habernos regalado a una Madre tan ejemplar, por su amor maternal y por todas las bendiciones que a través de ella nos manifiestas. En ella podemos ver la mejor modelo de discípulo de tus obras, siempre atenta y generosa.
Gracias por sanar mi corazón en este momento a través del ejemplo de humildad de María, porque con sus actos de amor y de servicio, puedo encontrarme con la abundancia de tu bendición.
Oh Dulce María, desde hoy y para siempre, quiero recibirte en mi casa como mi madre universal que cuida de mi vida para que nunca se extinga mi fe. Como tú, también quiero aprender a decir al Señor: "Hágase en mí según tu Palabra", y vivir con el corazón lleno de luz y de verdad. Amén
Propósito para hoy:
Rezaré un misterio del Rosario ofreciéndolo por todos los que aún no están bautizados
Reflexionemos juntos esta frase:
"Una familia iluminada por el Evangelio es una escuela de vida cristiana. Allí se aprende la fidelidad, la paciencia y el sacrificio". (Papa Francisco)

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