San Ciarano, abad
fecha: 9 de septiembre
n.: c. 516 - †: c. 545 - país: Irlanda
otras formas del nombre: Querano, Queriano, Kiriano. Kieran
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 516 - †: c. 545 - país: Irlanda
otras formas del nombre: Querano, Queriano, Kiriano. Kieran
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En el monasterio de Clonmacnoise, a orillas del río Shannon, en
Hibernia, san Ciarano, presbítero y abad, fundador de dicho cenobio.
refieren a este santo: San Comgall

Kiriano de Clonmacnois, llamado también
«el Joven» para distinguirlo de san Kiriano de Saighir, nació en la localidad
de Roscommon o Westmeath. Su padre, Beoit, era carretero, aunque también se
dice que era carpintero, como san José. Asimismo, se afirma que murió a los
treinta y tres años (aunque probablemente era mayor) y se le tratan de
encontrar otras semejanzas en sus múltiples leyendas, con la existencia
terrenal de Cristo, invenciones instintivas o inconscientes de las gentes
sencillas cuya sensibilidad se impresionó con la santidad de Kiriano. Su madre
llevaba el nombre de Darerca, pertenecía a la tribu de los Glasraige y era
nieta de un bardo llamado Glas. Es muy posible que las dos familias hayan
pertenecido a las razas que poblaban el norte de Europa antes de los celtas.
Debido a la tiranía de un caudillo o reyezuelo, Beoit huyó de Antrim, se
refugió en Connacht y ahí nacieron sus siete hijos, entre los cuales figuraba
Kiriano.
Se cuentan diversos incidentes fabulosos
ocuridos durante su niñez, como la resurrección de un caballo muerto, la
transformación del agua en miel y una jugarreta para hacerle una broma pesada a
su madre: ésta se hallaba ocupada en la tarea de teñir telas y lo echó fuera de
casa, «puesto que no era conveniente que los varones estuviesen en la casa
cuando se teñían las telas» (posiblemente sólo era un pretexto para que los
niños se alejaran y no entorpecieran el delicado trabajo). Kiriano se disgustó
y, al salir, masculló entre dientes: «¡Que les quede una raya desteñida!» De acuerdo
con los deseos del niño, las ropas salieron del baño de tinta azul con una
ancha raya desteñida. Se preparó un segundo baño y, aquella vez, las telas
salieron casi blancas. Pero, cuando la buena Darerca preparó un tercer baño, a
Kiriano se le había pasado el enojo y la tinta fue de un azul tan intenso, que
no sólo las telas sino también los perros, gatos y ramas de los árboles que
tocaron el tinte, quedaron pintados de azul. Kiriano recibió las primeras
enseñanzas del diácono Uis, en la iglesia de Fuerty y, al llegar a los quince
años, más o menos, pidió a sus padres que le dieran una vaca para su sustento y
le dejasen ir a la escuela de san Finiano,
en Clonard. Su madre se rehusó, pero su padre accedió y el muchacho echó la
bendición a una vaca que, desde entonces, le siguió durante el resto de su
vida, la «Vaca de Kiriano» (cuya leche alcanzaba paraa proveer a todo el
monasterio y los huéspedes). Desde un principio fue, en Clonard, uno de los
doce elegidos que, más tarde, se conocerían como los Doce Apóstoles de Irlanda,
y por aquel entonces debe haber sido el más grande entre todos porque, mientras
los otros tenían que desgranar sus espigas y limpiar su grano diariamente, los
ángeles bajaban para desgranar y limpiar en vez de Kiriano. San Finiano lo
estimaba más que a cualquiera, de manera que todos, a excepción de san Columkill,
estaban celosos de él.
Cuando la hija del rey de Cuala fue
enviada a la escuela para que aprendiese a leer, se confió su instrucción a san
Kiriano. El joven mostraba tan extraordinaria indiferencia por su alumna, que
nunca le miró más que los pies. Cuando llegó el momento en que san Kiriano debió
abandonar Clonard, partió hacia las Arans, donde todavía gobernaba san Enda a
todo Inishmore. Allí vivió durante siete años y llegó a ser muy hábil en
trillar y aventar. Kiriano partió de Arans y llegó a la isla de Scatterry.
Después prosiguió su camino hacia la parte central de Irlanda y llegó a un
lugar llamado Isel, donde se quedó algún tiempo en un monasterio, del que tuvo
que partir porque los monjes se quejaron de que su excesiva generosidad los
dejaba desprovistos. Durante su jornada, siguió a un siervo que le condujo a la
localidad de Lough Ree, cerca de Athlone, por donde atravesó a la isla de Inis
Aingin (Isla de Hare) y ahí vivió en el monasterio. Emprendió de nuevo la
marcha, acompañado esta vez por ocho discípulos. Se sintió impulsado a establecerse
en un hermoso paraje llamado Ard Manntain, pero más tarde se dominó y dijo a
sus amigos: «Si vivimos aquí tendremos muchas de las riquezas de este mundo y,
de entre nuestras almas, pocas se irán al cielo». Prosiguieron la marcha y, al
llegar al prado cubierto de césped de Ard Tiprat sobre la ribera del Shannon,
en la región de Offaly, Kiriano exclamó: «Aquí nos quedaremos, porque desde
este lugar muchas almas irán al cielo y Dios y el hombre se verán para
siempre».
El resto de los registros sobre la historia
de Kiriano son anécdotas en relación con sus virtudes y relatos de sus
milagros. Se mantiene en vigor una «ley» o regla monástica atribuída a san
Kiriano el Joven, que consiste en una serie de preceptos morales y ascéticos,
bastante severos por cierto; es probable que no haya sido el autor de esa
regla, pero ésta representa bien el espíritu de austeridád que imperaba en los
monasterios irlandeses de aquel entonces y que, hasta nuestros días,
caracterizan a la religión gaélica. De acuerdo con sus biógrafos, san Kiriano
sólo vivió lo bastante para gobernar su monasterio durante siete meses. Al
aproximarse la hora de su muerte, pidió que le llevaran al lugar llamado Little
Hill. Desde ahí, levantó la vista a los cielos y dijo: «¡Terrible es el camino
de ascenso!» «No puede ser terrible para ti», replicaron sus monjes. «En
verdad, repuso Kiriano, que yo sepa no he transgredido ninguno de los
mandamientos de Dios y, sin embargo, aun David, el hijo de Jessé, y Pablo, el
Apóstol, le temían a ese camino». Hizo el intento de acostarse y los monjes se
apresuraron a quitarle las piedras para que estuviese cómodo, pero él los
detuvo. «Dejad las piedras donde están y poned otras bajo mis espaldas. Aquel
que persevera hasta el fin, se salvará ...» «Entonces -dice su historia- el
espacio comprendido entre la tierra y el cielo, se llenó de ángeles que
acudieron a recibir su alma».
Se conservan cuatro breves biografías de
san Kiriano: tres en latín y una en irlandés. La primera de las escritas en
latín fue editada con comentarios críticos por C. Plummer, en Vitae Sanctorum
Hiberniae, con algunos datos ilustrativos tomados de las otras. Whitley Stokes
nos hace accesible la biografía escrita en irlandés en su Lives of Saints from
the Book of Lismore. Las traducciones de todas éstas y abundante material
adicional se encuentran en un libro de R. A. S. Macalister, The Latin and irish
lives of Ciaran (1921).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3258
Beato Pedro Bonhomme, presbítero y fundador
fecha: 9 de septiembre
n.: 1803 - †: 1861 - país: Francia
canonización: B: Juan Pablo II 23 mar 2003
hagiografía: Vaticano
n.: 1803 - †: 1861 - país: Francia
canonización: B: Juan Pablo II 23 mar 2003
hagiografía: Vaticano
Elogio: En Gramat, en la región de Cahors,
en Francia, beato Pedro Bonhomme, presbítero, que se distinguió por las
misiones populares y la evangelización de los campesinos, y fundó la
Congregación de Hijas de Nuestra Señora de Monte Calvario, para cuidar a jóvenes,
enfermos y necesitados.

En 1803, nace Pedro Bonhomme en Gramat, en
el hogar de un artesano, armero. El Causse del Quercy todavía está marcado por
la devastación del período revolucionario: lo que queda del clero ha
envejecido, el Seminario Mayor aún no ha abierto sus puertas y las necesidades
apostólicas son inmensas en este departamento que cuenta entonces con unos
250.000 habitantes. Muy pronto, el joven Pedro Bonhomme, apasionado por
Jesucristo y motivado por la inmensa misión a realizar para «salvar almas»,
toma la decisión: será sacerdote. Entra al Seminario Mayor con el diploma de
Bachiller que obtuvo en el Colegio Real de Cahors, para ser ordenado sacerdote
en 1827. A partir de ese momento, dio pruebas de un dinamismo extraordinario:
En Gramat abre un Colegio para varones y
al año siguiente otro en Prayssac. Presta una ayuda eficaz a los sacerdotes ancianos
de dos parroquias de Gramat y crea el grupo de las «Hijas de María», movimiento
de espiritualidad para las jóvenes. Está tan persuadido de la necesidad de la
instrucción y de la formación humana y espiritual para las jóvenes, cuando nada
hay en esos lugares.
-Pronto es nombrado Párroco de Gramat, descubre la miseria de los pobres, ancianos y enfermos y la precariedad de los medios para ayudarlos. Invita a las jóvenes a ponerse a su servicio para las visitas, los cuidados, los socorros materiales y espirituales..., y muy pronto, de acuerdo con la Sociedad de Beneficencia del pueblo, decide construir un Hogar. De este proyecto nace la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora del Calvario. En esta época, es habitual que se pida una comunidad religiosa para poner en funcionamiento un Hogar. El Padre Bonhomme no la encuentra, y viendo el fervor y la entrega de las jóvenes del grupo de las Hijas de María, las invita y las forma para que sean estas religiosas. Con esta propuesta, sale al encuentro de su deseo de consagrarse a Dios. Cuatro gramatenses: Hortensia y Adela Pradel, Cora y Matilde Rousset son el primer eslabón de una cadena no interrumpida hasta hoy.
En Rocamadour, destacado lugar de
peregrinación mariana en el Quercy, ellas hacen un retiro de discernimiento de
ocho días, que concluye con su primer compromiso. Después de algunos meses de
estadía en Cahors, para su formación, en diversas congregaciones, regresan a
Gramat para vivir en comunidad y ponerse al servicio de los pobres y los niños.
En 1833 pronuncian sus primeros votos y 30 años más tarde, a la muerte del
Padre Fundador, son más de doscientas y las comunidades se han multiplicado en
el Lot y más allá.
Durante este tiempo, el Padre Bonhomme,
por su parte, despliega una actividad desbordante al servicio de las
parroquias. Predica numerosas misiones en el Lot y en el Tarn y Garonne: unas
sesenta en diez años. Estas misiones duran de una a tres semanas y tienen un
éxito notable si se juzga por la frecuentación de los fieles, el número de confesiones
y de conversiones. Allí comienza la fama de gran orador popular que, a partir
de un contenido muy clásico: las grandes verdades (muerte, juicio, pecado,
infierno, cielo y también los diez mandamientos) sabe conmover, hacer llorar
pero sobre todo convertir y conducir al compromiso cristiano a numerosos
paisanos de buena voluntad y jóvenes para su Congregación. Misionero del
Quercy, es a los pies de Nuestra Señor de Rocamadour donde busca fuerzas e
inspiración. Por su intercesión obtiene su curación cuando quedó completamente
afónico durante un retiro que predica, en la Parroquia de Gramat.
Allí también, el Padre Caillau, Sacerdote
de las Misiones de Francia y restaurador de las peregrinaciones, le pide que
inaugure, en 1835, las Semanas Mariales de Septiembre. Antes de emprender este
trabajo misionero, el Padre Bonhomme toma el tiempo necesario para la
reflexión. Con grandes deseos de ser fiel al Señor, hace en 1836, un retiro en
la Trapa de Mortagne. El mismo se siente atraído por la vida religiosa y más
particularmente por la Orden de los Carmelitas. Quería llevar con él dos
compañeros para hacer el noviciado, con la posibilidad de regresar a Gramat con
una Comunidad Carmelita... Pero, el Obispo de Cahors, Monseñor d'Haupoul se
opone a este proyecto.
Después de diez años consagrados a la
renovación y evangelización de las campañas, en 1848, durante la Misión de Puy
le Eveque, un pueblo del Lot, pierde definitivamente la voz y debe renunciar a
la predicación. El misionero diocesano no está más pero queda el Fundador y
durante los últimos años de su vida, continuará trabajando por su Congregación
y por ella contribuirá aún a extender Reino de Dios pues, atento a los signos
del Espíritu, tiene un sentido agudo de los llamados y de las necesidades de su
tiempo. La Congregación cuenta entonces con 61 religiosas en distintas
comunidades implantadas en las parroquias rurales para la educación de los
niños y el cuidado de los enfermos.
Por su enfermedad de laringe, privado de
voz, el Padre Bonhomme experimenta todos los días las dificultades de
comunicación con su entorno. Durante las misiones descubre en los pueblos del
campo inválidos, sordo-mudos, privados de comunicación, de educación y con
frecuencia excluidos. Su enfermedad lo hace más sensible al discapacitado.
Desea hacer alguna cosa por ellos quiere ante todo, hacerles oír, para que sean
accesibles a la Palabra, para hacerles conocer el amor de Dios. En octubre de
1854 abre la primera escuela para sordos en Marynhac-Lentour (Lot) y en 1856
envía Hermanas a París, calle de Postes, para fundar un asilo para sordomudos,
a pedido del Padre Lambert, Capellán del Instituto Imperial de Sordos.
Durante este último período de su vida, el
Padre Bonhomme trabaja en la redacción de la Regla del Instituto que ha puesto
bajo la protección de Nuestra Señora del Calvario, dándole a Maria al pie de la
Cruz por Madre y Modelo. Hace preceder el texto de las Constituciones por un
comentario de las Bienaventuranzas. El mismo ha fundado su vida sobre el
Evangelio y escribe: «Mi modelo será Jesucristo y uno se complace en parecerse
a quien ama». Este apasionado por Jesucristo sufre la prueba de la persecución
en su ciudad natal, donde no le evitan ni críticas, ni calumnias, ni burlas
durante los primeros años de su ministerio. Este sufrimiento lo marca
profundamente. Está en comunión con la Pasión de Cristo que celebra con el Vía
Crucis. En el curso de sus misiones, lo hizo erigir por decenas en las Iglesias
parroquiales. La tarde del 9 de Setiembre de 1861, es para él la hora del
encuentro con Aquél a quien dio toda su vida. fue beatificado por SS. Juan
Pablo II el 27 de abril de 2003.
fuente: Vaticano
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
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que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
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