San Audomaro de Thérouanne, monje y obispo
fecha: 1 de noviembre
fecha en el calendario anterior: 9 de septiembre
†: c. 670 - país: Francia
otras formas del nombre: Omer, Otmar
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 670 - país: Francia
otras formas del nombre: Omer, Otmar
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En el territorio de Théouranne, en Flandes, san Audomaro, que, siendo
discípulo de san Eustasio, abad de Luxeuil, fue elegido obispo de los Marinos y
renovó allí la fe cristiana.
refieren a este santo: Santa Angadrisma, San Bertino

El nombre de San Audomaro resulta más
familiar y conocido en su forma francesa de Omer, ya que en Francia existe la
ciudad de Saint-Omer donde estuvo, en tiempos de la persecución religiosa en
Inglaterra, el famoso colegio de jesuitas que mantuvo bien provista la misión
inglesa1.
El lugar de nacimiento de Omer no estaba
lejos de la ciudad de Coutances. Todas las preocupaciones de sus padres se
concentraron en él, y la educación del joven fue su cuidado primordial. Omer
respondió bien a las esperanzas que habían sido puestas en él, progresó
rápidamente en los estudios, manifestó su inclinación hacia la vida religiosa
y, a la muerte de su madre, ingresó en el monasterio de Luxeuil. San Eustacio,
que había sucedido al fundador san Columbano en el gobierno de aquella casa,
acogió amablemente al joven y a su padre, que le acompañaba; ambos fueron
admitidos y, a su debido tiempo, padre e hijo hicieron juntos su profesión
religiosa. La humildad, devoción, obediencia y pureza de costumbres que
demostró poseer el joven desde un principio, le distinguieron entre sus
hermanos, aun en aquel hogar de santos.
Con el correr del tiempo, se supo que
Thérouanne, la capital de los morini2, tenía gran necesidad de un
pastor celoso y enérgico para que guiara a sus habitantes por el buen camino.
Aquella comarca, que comprendía lo que ahora conocemos con el nombre de
Pas-de-Calais, se hallaba bajo la égida del vicio y el error, y el rey
Dagoberto buscaba afanosamente a una persona bien calificada para restablecer
la fe y la práctica de las reglas de moral que predica el Evangelio. San Omer,
que hacía veinte años era monje en el convento de Luxeuil, fue señalado como el
hombre capaz de desempeñar la ardua tarea y, san Acario, obispo de Noyon y
Tournai, se lo recomendó al rey, de manera que, alrededor del año 637, Omer,
que se hallaba feliz y contento en su retiro, fue súbitamente obligado a
abandonar su soledad. Al recibir la orden, hizo este comentario: «¡Qué enorme
diferencia hay entre la segura rada en la que ahora me encuentro anclado y ese
mar tempestuoso al que me empujan, contra mi voluntad y sin ninguna
experiencia!»
La primera tarea de su ministerio pastoral
como obispo de Thérouanne fue el restablecimiento de la fe, con toda su pureza,
entre los pocos cristianos que encontró y cuya reforma fue un trabajo tan
difícil como la conversión de los idólatras. A pesar de los obstáculos, fue
inmenso el éxito de sus labores, y se puede afirmar que dejó su diócesis al
mismo nivel que las más florecientes de Francia. Sus sermones, llenos de fogosa
elocuencia, eran irresistibles, pero su vida ejemplar era una prédica todavía
más poderosa, puesto que alentaba a los demás a prodigarse para dar de comer a
los pobres, consolar a los enfermos, reconciliar a los enemigos y servir a
todos, sin otro interés que el de su salvación y la mayor gloria de Dios. Ése
era el carácter del santo obispo y de todos los que trabajaban bajo su
dirección. Entre sus principales colaboradores figuraban Mumolino, Beltrán y san Bertino,
tres monjes a los que san Omer sacó de Luxeuil para que le ayudasen. Junto con
ellos, san Omer fundó el monasterio de Sithiu, que llegó a ser uno de los
grandes seminarios de Francia. Las biografías de san Omer relatan una serie de
milagros no muy convincentes que se le atribuyen. Durante sus últimos años de
vida, estuvo ciego, pero aquella aflicción no le causó ningún abatimiento ni
disminuyó su preocupación pastoral por su grey. Otro de sus biógrafos dice que,
cuando san Auberto, obispo de Arras, trasladó las reliquias de san Vedast al
monasterio que había construido en su honor, san Omer estaba presente y, en
aquella ocasión, recuperó la vista durante algún tiempo. Es probable que san
Omer muriese poco después del año 670.
W. Levison editó una biografía fiable,
complementado con una discusión sobre las relaciones entre las distintas biografías
impresas en el Acta Sanctorum (que se refieren a la relación entre Bertino,
Mumolino, Beltrán y Audomaro), sept., vol. III.
1 Este colegio quedó posteriormente en manos del clero seglar y allí murió Alban Butler, el gran hagiógrafo responsable de tantas investigaciones profundísimas sobre los santos, que fue su director durante algún tiempo.
2 Los «morini», «morins» o «marinos» fue una tribu bárbara mencionada por Julio César en su Guerras de las Galias; para la época de Audomaro ya se habían acristianado, pero no siempre bien, ni por eso habían adquirido por completo la civilización...
En la imagen: san Bertino y san Audomaro
1 Este colegio quedó posteriormente en manos del clero seglar y allí murió Alban Butler, el gran hagiógrafo responsable de tantas investigaciones profundísimas sobre los santos, que fue su director durante algún tiempo.
2 Los «morini», «morins» o «marinos» fue una tribu bárbara mencionada por Julio César en su Guerras de las Galias; para la época de Audomaro ya se habían acristianado, pero no siempre bien, ni por eso habían adquirido por completo la civilización...
En la imagen: san Bertino y san Audomaro
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3989
Beato Rainiero Aretino, religioso
fecha: 1 de noviembre
fecha en el calendario anterior: 12 de noviembre
†: 1304 - país: Italia
otras formas del nombre: Rainiero de Arezzo, Raniero de Arezo, Rainerio de Arezo, Rainiero de Sansepolcro
canonización: Conf. Culto: Pío VII 1802
hagiografía: Frate Francesco
fecha en el calendario anterior: 12 de noviembre
†: 1304 - país: Italia
otras formas del nombre: Rainiero de Arezzo, Raniero de Arezo, Rainerio de Arezo, Rainiero de Sansepolcro
canonización: Conf. Culto: Pío VII 1802
hagiografía: Frate Francesco
Elogio: En Borgo Sansepolcro, lugar de
Umbría, beato Rainiero Aretino, de la Orden de los Hermanos Menores, que brilló
por su humildad, pobreza y paciencia.

No conocemos la fecha de nacimiento de
este religioso lego, franciscano minorita, que falleció en Sansepolcro, su
ciudad natal, el 1 de noviembre de 1304, siendo enseguida venerado por el
pueblo como santo. Su vida transcurrió en el cumplimiento del humilde oficio de
portero y limosnero, que le permitió estar en contacto con los más pobres, con
la gente sencilla del pueblo y con todos los necesitados que llamaban a las
puertas del convento en busca de algo de alimento. La muerte le sobrevino en la
bodega, donde estaba realizando su trabajo para los hermanos de la fraternidad.
Pocos días después de su muerte el
municipio, que ordenó embalsamar su cuerpo y recoger las relaciones de los
milagros atribuidos a él, también hizo que construyeran un altar monumental en
honor de Ranieri. En dicho altar, que aún existe en la iglesia de San Francisco
de los conventuales de Sansepolcro, se lee la siguiente inscripción en latín:
«En el año del Señor 1304, en la fiesta de todos los santos, el santo Ranieri
emigró al Señor. En dicho año el ayuntamiento del Borgo mandó hacer este altar
para honra de Dios y magnificencia de dicho santo. Amén».
Entre los milagros que se le atribuyen
después de su muerte está la resurrección de dos niños, motivo por el cual al
beato Rainiero lo invocan las mujeres en el momento del parto. Pio VII
reconoció el culto en 1802, y su memoria litúrgica se celebra el 31 de octubre,
un día antes de su muerte, por coincidir el 1 de noviembre con la solemnidad de
todos los Santos. Su cuerpo reposa en la cripta de la iglesia de San Francisco
de su ciudad natal.
Nota de ETF: aclara el redactor que «en
algunas biografías se le confunde con el beato Benito Sinigardi de Arezzo»;
efectivamente, en casi todas las que he leído aparecen como uno solo, exxcepto
en el Butler-Guinea, que señala que el beato Rainiero era compañero del beato
Benito. Sin embargo, no he encontrado (ni siquiera en Frate Francesco) niguna
del beato Benito que menciona el redactor, que no parece estar inscripto en el
Martirologio actual. Lo único que pude hallar fue una diferencia, en las
enciclopedias italianas, entre «Ranieri dal Borgo» (es decir, el que estamos
celebrando, que es «de la ciudad») y un «Ranieri dalla Montagna» (también
Fratello Minor), que es posible que corresponda al beato Benito de Arezzo que
menciona la nota.
fuente: Frate Francesco
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