domingo, 26 de febrero de 2017

En ti me cobijo, no dejes que me quede confundido (Los cinco minutos del Espíritu Santo) 27022017

Los cinco minutos del Espíritu Santo

En ti me cobijo, no dejes que me quede confundido

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27 febrero 2017
En ti me cobijo, no dejes que me quede confundido
E.Santo, tercera persona de la Trinidad.
El Espíritu Santo es Dios. Por eso podemos dirigirnos a él con estas hermosas palabras de los Salmos:


"Señor, qué precioso es tu amor. Por eso los humanos se cobijan a la sombra de tus alas, se sacian con tu hermosura y calman la sed en el torrente de tus delicias" (Salmo 36,8-9).
"Dios mío, yo te busco, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela como una tierra reseca y sedienta... Tu amor vale más que la vida, mis labios te adoran. Yo quiero bendecirte en mi vida y levantar mis manos en tu nombre. Y mi alma se empapará de delicias y te alabará mi boca con cantos jubilosos... Me lleno de alegría a la sombra de tus alas. Mi alma se aprieta contra ti, y tú me sostienes" (Salmo 63,2-9).

"Señor, en ti me cobijo, no dejes que me quede confundido. Recóbrame con tu amor, líbrame" (Salmo 31,2).
"Es bueno darte gracias, Señor, y cantar a tu nombre, anunciar tu amor por la mañana y tu fidelidad cada noche" (Salmo 92,2-3).

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