martes, 28 de marzo de 2017

San Eustasio de Nápoles, obispo - San Marcos de Aretusa, obispo y confesor (29 de marzo)

San Eustasio de Nápoles, obispo
fecha: 29 de marzo
†: s. III - país: Italia
otras formas del nombre: Eustaquio, Eustacio
canonización: 
Conf. Culto: León XIII 12 dic 1884
hagiografía: Abel Della Costa

Elogio: En Nápoles, de la Campania, conmemoración de san Eustasio, obispo.
La tumba de mármol antigua decía «Hic requiescit corpus S. Eustasii confessoris» (aquí descansa el cuerpo de san Eustasio, confesor). Lamentablemente, toda la noticia que tenemos acerca de este santo obispo es de origen cultual, es decir, no tenemos testimonios sobre su vida, sino sobre el culto que se le tributó posteriormente, y sobre la veneración de sus reliquias. En 1619, el arzobispo de Nápoles Decio Caraffa organiza el calendario santoral de la diócesis, donde inscribe al santo. Y Fernando Ughello, en el tomo 6 de su «Italia Sacra», en 1659 escribe: «San Eustasio sucedió a Agripino como séptimo obispo napolitano, hacia el año 180, y honró está iglesia con sus preclaras virtudes». Se ha conservado su tumba, en uno de los altares de la catedral, y se conserva también el testimonio de un traslado de las reliquias realizado en 1530, a una urna de plata, «para que con mayor veneración puedan los napolitanos honrarlo». Fuera de esto, no hay nada más sobre él que pueda afirmarse con certeza. Murió a fines del siglo II o inicios del III, y su culto fue confirmado en 1884.
Ver Acta Sanctorum, marzo, III, pág 768. Confirmación de culto en ASS 17 (1884) pág. 398.

Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_1033




San Marcos de Aretusa, obispo y confesor
fecha: 29 de marzo
†: 364 - país: Siria
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Elogio: Conmemoración de san Marcos, obispo de Aretusa (actual Er Rastan), en Siria, que durante la controversia arriana no se desvió lo más mínimo de la fe ortodoxa y, bajo el emperador Juliano el Apóstata, fue perseguido. San Gregorio Nacianceno lo saludó como varón eximio y santísimo anciano.
refieren a este santo: San Casiano de Ímola
Durante el reinado del emperador Constantino, Marco de Aretusa demolió un templo pagano y construyó una iglesia, convirtiendo a muchos a la fe cristiana. Al hacer esto, se granjeó el resentimiento de la población pagana, que, sin embargo, no pudo vengarse mientras el emperador fuera cristiano. Su oportunidad llegó cuando Juliano el Apóstata ocupó el trono y proclamó que todos aquellos que hubieran destruido templos paganos deberían reconstruirlos o pagar una fuerte multa. Marco, que no podía ni quería obedecer, huyó de la furia de sus enemigos, pero enterándose de que algunos de sus fieles habían sido aprehendidos, regresó y se entregó. El anciano fue arrastrado por los cabellos a lo largo de las calles, desnudado, azotado, arrojado en una sentina de la ciudad y después entregado al arbitrio de jóvenes escolares para que lo punzaran y desollaran con agudos estiletes. Ataron sus piernas con correas tan apretadas, que le cortaron la carne hasta el hueso, y le arrancaron las orejas con pequeños cordeles. Finalmente, lo untaron de miel y encerrándolo en una especie de jaula, lo suspendieron en alto al medio día, bajo los ardientes rayos del sol de verano, para que fuera presa de las avispas y moscones. Conservó tanta calma en medio de sus sufrimientos, que se mofó de sus verdugos por haberlo elevado más cerca del cielo, mientras ellos se arrastraban sobre la tierra.
A la larga, la furia del pueblo se tornó en admiración y lo dejaron en libertad, en tanto que el gobernador acudía a Juliano para recabar su perdón. Eventualmente, el emperador lo concedió, diciendo que no era su deseo dar mártires a los cristianos. Aún el retórico pagano, Libanio, parece haberse dado cuenta de que la crueldad que provocó tal heroísmo solamente fortaleció la causa cristiana, e imploró a los perseguidores que desistieran en su persecución. Nos cuenta el historiador Sócrates que la población de Aretusa quedó tan impresionada con la fortaleza del obispo, que muchos pidieron ser instruidos en una religión capaz de inspirar tal firmeza, y que muchos de ellos abrazaron el cristianismo. Así, Marco fue dejado en paz hasta el fin de su vida y murió durante el reinado de Joviano o el de Valente. San Gregorio Nazianceno, Teodoreto y Sozomeno le rinden homenaje al relatar sus sufrimientos.
Ver el Acta Sanctorum, marzo, vol. III, y Delehaye, Synax. Constant., pp. 565-568.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_1034

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