En el campo de concentración de Solovki las liturgias católicas se hacían en el secreto: en la cámara entre la gente segura y fiel, en el bosque detrás de una piedra grande. El núcleo de la vida católica en Solovki representaban los nueve padres polacos. Ellos actuaban con prudencia, pero en su compañía entró un traidor que quiso comprar su libertad con una denuncia.
Se llamaba Boleslav Las, les denunció en el año 1936. A los padres recluían en el cárcel de Sekirka (muy dura cosa, es útil leer a Solzenitzin el “Arquipelago GULAG”), martirizándoles con el frio y el hambre. Entre 8-10 de diciembre los padres polacos habían sido fusilados con los otros 509 presos que simpatizaban con la iglesia.
Los nueve padres eran: Iosef Karpinski, Iosef Kovalski, Iosef Demian, Estanislao Ganski, Pedro Madera, Iosef Miadechvski, Ignacio Opolski , Maximiliano de Turov, Boleslav Shimanski.
La denuncia está publicada en el archivo del museo de Solovki.
Añado sus extractos, porque esto es también un documento histórico. Aparte que recuerda a muchas acusaciones de la Iglesia. Es siempre útil saber quien acusa y porque.
-“Estimado comisar-mayor, quiero informar que el médico ayuda a los católicos con comida y fármacos, pienso que es un creyente suyo”
- “Me consta que estoy en una iglesia y no en un campo de concentración, estos perros de Vaticano rezan todo el día y critican al comunismo y al proletariado”
- “Este Iosef Demian es un perro de burguesía que siempre se pronuncia contra el proletariado, el Internacional y odia a NKVD. Le empezaron a torturar desde el primer día del nuestro poder en la cárcel, fusilaron a su confesor y a todos los suyos. Él dijo que no va a cambiarse nunca y se levantará contra el comunismo con la primera posibilidad”
-“Me gustaría fusilar a toda esta caterva, si vosotros, queridos camaradas, me hubieses liberado, yo demostraría mi fidelidad al comunismo y socialismo” (¡y lo demostró!)
-“Kovalski es un jesuita, es un animal medieval que dijo que hay que quemar al gobierno soviético al público”
-“Yo espero que después de este trabajo de investigación se me perdonarán algunos años”
(entre las listas de fusilados su nombre no está, así que ganó la vida)
Y añado a dos mártires católicos más:
Al Arzobispo de Revel (Tallin, Estonia) Eduardo Gotlieb,
que había sido arrestado en 1941 (enseguida después de la liberación de la Estonia) y murió en la cárcel de Kirov un año después. Sus palabras al acusador comunista: “En su país no existe la libertad de la religión, yo rezaba por eso. Aunque tampoco entiendo mucho los métodos de la construcción de socialismo y como esto va a efectuarse”. Como demuestra la historia, los propios comunistas tampoco lo entendían mucho. Lo que pasaba es que no reflexionaban demasiado.
El Prior de la Catedral de Viatka el Padre Francisco Budris (era él lituano)
El Padre Francisco hacia las misas hasta 1932 (¡!), cuando cerraron la iglesia intentaba unir a los católicos para mantener su identidad.
Al Padre le fusilaron en el año 1937, acusando en el espionaje y en la propaganda anticomunista. Con él fusilaron a 189 católicos, a sus antiguos parroquianos y a sus personas conocidas. En NKVD esto se denominó como la “Operación polaca”. Quiero subrayar que solo se trataba de mantener abierta la iglesia para las misas, pero en el espionaje durante el régimen soviético se acusaba a cualquier persona.
En las fotos: Padre Iosef Kovalski, Padre Eduardo Gotlieb, Padre Francisco Budris
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