martes, 7 de octubre de 2014

Miscelánea VI (No Ajahn Chah).Libro de reflexiones


175

Algunas personas se convierten en monjes a causa de su fe, pero después pisotean las enseñanzas del Buda. No se conocen bien a sí mismos. Los que realmente practican en estos días son muy pocos por que hay demasiados obstáculos que superar. Pero, si no es bueno, déjalo morir; si no muere, haz que sea bueno.

 

176

Dice usted que ama a su novia en un cien por ciento. Bueno, déle vuelta de adentro hacia fuera (como un guante) y vea cuánto porcentaje de ella ama todavía. O, si extraña tanto a su amante cuando no está con usted, ¿por qué no le pide que le mande un frasco con sus deposiciones dentro de él? Así, en cualquier momento en el que piense en ella con nostalgia, puede abrir el frasco y olerlo. ¿Repugnante? ¿Qué es eso entonces, eso que ama? ¿Qué es eso que hace que su corazón golpee como una maza trituradora de arroz cada vez que una chica, con una figura de verdad atractiva, llega caminando por ahí o huele su perfume en el aire? ¿Qué es eso? ¿Qué fuerzas son esas? Lo atraen y lo aspiran, pero usted no presenta una pelea verdadera, ¿o no? ¡Hay un precio que pagar por ello al final, usted lo sabe!

 

177

Un día, Ajahn Chah se encontró con una rama grande y  pesada que yacía en su camino, la cual él quería quitar del sendero. Le indicó a un discípulo que la sostuviese por un extremo mientras él levantaba el otro. Entonces, cuando la sujetaban, ya lista para arrojarla, levantó la vista y preguntó: "¿Está pesada?" Y después de que la habían arrojado dentro del bosque, le preguntó de nuevo: "Ahora, ¿está pesada?" Era así como Ajahn Chah enseñó a sus discípulos a ver el Dhamma en cada cosa que ellos decían o hacían. En este caso, demostraba el beneficio de "dejar ir".

 

178

Uno de los discípulos de Ajahn Chah estaba desconectando una grabadora cuando tocó accidentalmente uno de los aguijones de metal del empalme mientras todavía estaba conectada. Recibió una descarga eléctrica y la dejó caer de inmediato. Ajahn Chah se dio cuenta y dijo: "¡Oh! ¿Cómo fue que pudiste soltar eso con tanta facilidad? ¿Quién te dijo que lo hicieras?."

 

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