lunes, 20 de julio de 2015

Santa María Fu Guilin - Santas María Zhao Gouzhi, Rosa Zhao y María Zhao - San Xi Guizi - Beatas Rita Dolores del Corazón de Jesús Pujalte y Sánchez, y Francisca del Corazón de Jesús Aldea Araujo 20072015


Santa María Fu Guilin

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Santa María Fu Guilin, catequista mártir
En el lugar de Daliucun, en Wuyi, de nuevo en la provincia china de Hebei, santa María Fu Guilin, maestra, que, nuevamente en la misma persecución, fue entregada a los enemigos del Evangelio y decapitada mientras invocaba a nuestro Salvador Jesucristo.
María Fu Guilin era una maestra y catequista fervorosa, nacida en 1863, y que, dedicada al Señor y a la obra apostólica, dio un alto ejemplo de vida cristiana. Llegada la persecución bóxer, ella aconsejaba a todos huir pero no lo hizo ella misma hasta que, siendo inminente la venida de los perseguidores, se refugió en una casa abandonada. Los boxers lo supieron porque una mujer pagana la delató. Sacada con violencia a las afueras del pueblo Daliucun donde vivía la invitaron a apostatar, y al no hacerlo la hirieron primero y la decapitaron después.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003



Santa María Zhao Gouzhi

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Santas María Zhao Gouzhi, Rosa Zhao y María Zhao, mártires
En el pueblo de Wuqiao Zhaojia, igualmente en Hebei, conmemoración de santa María Zhao Gouzhi y de sus hijas Rosa Zhao y María Zhao, que en la citada persecución, para no ser violadas se arrojaron a un pozo, pero sacadas de él consumaron el martirio.
María Zhao Guozhi y sus hijas Rosa y María fueron sacrificadas por los boxers en odio al cristianismo en el poblado de Wuqiao Zhaojia. María era viuda y atendía con mucho cuidado a la educación de estas dos hijas. Se escondieron las tres en un pozo, no sin gran peligro, pero las sacaron unos vecinos y enseguida cayeron en manos de los boxers. Éstos procedieron en el acto a decapitar a la madre, y entonces propusieron a las aterrorizadas muchachas que renegaran del cristianismo para salvar sus vidas. Las ataron a sendos árboles y les hicieron la propuesta una y otra vez. Las dos jóvenes se negaban con firmeza, lo que irritó sobremanera a uno de los boxers que, sacando su espada, acabó con la vida de las dos mártires.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003



San Xi Guizi

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San Xi Guizi, mártir
En el lugar de Dechao, también en la provincia china de Hebei, conmemoración de san Xi Guizi, mártir, que, cuando aún no era más que catecúmeno, ante una multitud desaforada se confesó cristiano y, herido de muerte, fue bautizado con su propia sangre.
Xi Guizi (o K'itchou Tseu) era un joven catecúmeno de 18 años que aún no tenía nombre cristiano. Estaba adherido a Cristo de todo corazón y estudiaba el catecismo con el mayor interés. Era obrero manual y tenía poca cultura. Su familia se oponía a que se convirtiera al cristianismo. Cuando supo la llegada de los boxers huyó, pero su padre lo mandó volver a casa y él obedeció. Apresado por los boxers, fue llevado a la pagoda para que adorara a los dioses. El joven se negó alegando su fe cristiana. Entonces fue maniatado y llevado camino de la ejecución. Pasó por delante de su casa, cuyos miembros mostraron hacia él una total indiferencia, no moviendo un dedo para salvarlo. Al pasar por delante de la capilla cristiana, pidió permiso para arrodillarse y adorar a Jesucristo. Llegado al lugar de la ejecución, le soltaron las manos, hizo sobre sí la señal de la cruz y dejó mansamente que lo descuartizaran vivo. Era en el pueblo de Dechao, provincia de Hebei.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003



Beata Rita Dolores

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Beatas Rita Dolores del Corazón de Jesús Pujalte y Sánchez, y Francisca del Corazón de Jesús Aldea Araujo,vírgenes y mártires
En Madrid, en España, beatas Rita Dolores del Corazón de Jesús Pujalte y Sánchez, y Francisca del Sagrado Corazón de Jesús Aldea Araujo, vírgenes del Instituto de Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús y mártires, las cuales, durante la guerra, fueron hechas prisioneras en la capilla del colegio por los enemigos de la Iglesia y fusiladas poco después, cuando las trasladaban a otro lugar.
La beata Rita Dolores Pujalte Sánchez nació en Aspe (Alicante) el 18 de febrero de 1853, en el seno de una familia cristiana y acomodada. Sus años de infancia y adolescencia estuvieron marcados por una fuerte religiosidad, que la llevaron a comprometerse en la catequesis y obras de caridad. En 1888 ingresó en el Instituto de Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús, fundado en 1877 por Madre Isabel Larrañaga. Hizo su profesión religiosa el 21 de junio de 1890 y, a su debido tiempo, emitió sus votos perpetuos. Tenía, al momento del martirio, 83 años.

La beata Francisca Aldea Araujo nació en Somolinos (Guadalajara) el 17 de diciembre de 1881, en una familia sencilla y cristiana. Siendo niña aún, quedó huérfana, y fue acogida en el Colegio de Santa Susana, de Madrid, dirigido por las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón de Jesús. Como religiosa ingresó en el Instituto el 8 de diciembre de 1899. Fue su Maestra de Novicias la Madre Rita Dolores Pujalte. Posteriormente, la cuidó y acompañó, cuando estaba enferma y casi ciega, hasta el martirio.

Las dos habían pasado parte de su vida en el Colegio de Santa Susana. Juntas salieron de él para recorrer un camino que las convertiría en testigos de su fe. El Colegio estaba enclavado en el Barrio de las Ventas, entonces una de las zonas suburbanas de Madrid. Fue uno de los primeros abiertos por Madre Isabel Larrañaga, en 1889. Este Colegio funcionaba como Curia General, y acogía, además de a las religiosas, a niñas pobres y huérfanas. Aunque la situación era extremadamente peligrosa, en medio de un ambiente general de crispación, la Comunidad optó por permanecer en el Colegio para atender a las niñas.

La Madre Rita Dolores había sido invitada en reiteradas ocasiones a dejar el Colegio y buscar un lugar más seguro, pero, según su lógica, perdía más que ganaba, y rehusó siempre. La Madre Francisca, movida por su caridad, se comprometió a no abandonarla, siendo consciente del riesgo que asumía. El 20 de julio de 1936 el Colegio fue asaltado y tiroteado. Las Madres Rita Dolores y Francisca, en cuanto tuvieron noticias de que la llegada de los milicianos era inminente, se dirigieron a la Capilla para prepararse al martirio. Prodigaron con generosidad el perdón anticipado para sus verdugos, y se dispusieron a la muerte, que presentían segura, poniendo el presente y el futuro en las manos providentes del Padre. «Echémonos en sus brazos y que sea su santísima voluntad», dijo Madre Dolores.

En la portería, momentos antes de salir, recitaron el Credo en presencia de los milicianos, quienes más tarde, fingiendo ayudarlas, porque su intención era darles muerte, las acompañaron hasta un piso cercano de una familia conocida. Allí rezaron el rosario y dieron gracias a Dios por la posibilidad que habían tenido para prepararse al martirio ya tan cercano. Hacia el mediodía fueron conducidas violentamente al interior de una furgoneta. Ellas no opusieron resistencia; al contrario, esperaron sin desmayo la muerte. El 20 de julio de 1936, hacia las tres y media de la tarde, fueron fusiladas en la carretera de Barajas. Su fama de martirio se divulgó muy pronto.

Testigos presenciales se maravillaron de la serenidad de sus rostros y del perfume que desprendían sus restos mortales. Por todas partes dejaron una estela de santidad y sencillez. Fueron coherentes hasta el final en el camino elegido para hacer el bien en servicio y entrega a los hombres y mujeres de su tiempo. Ellas nos enseñan a descubrir más profundamente la vida como regalo y como tarea, en clave de entrega y servicio, con el talante de Jesús de Nazaret, en el empeño por construir un mundo más humano y más fraterno.
fuente: Congregación





Señor Dios nuestro, que otorgaste la gracia del martirio a tus siervas Rita Dolores y Francisca, quienes, por su fe y por el testimonio de su caridad, siguieron a Cristo hasta la entrega total de sus vidas, te pedimos que, animados por su ejemplo, seamos fieles a nuestra fe y ayudemos a otros a acogerla y a vivirla.

Concédenos, por su intercesión, el favor que ahora te suplicamos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Amén

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