can.: pre-congregaciónpaís: Francia - †: s. IVformas del nombre: Mansuy
En Toul, en la Galia Bélgica, san Mansueto, primer obispo de esta ciudad.
San Marino, diácono
fecha: 3 de septiembre
fecha en el calendario anterior: 4 de septiembre
†: s. IV/V - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 4 de septiembre
†: s. IV/V - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En el monte Titano, cerca de Rímini, en la Flaminia, san Marino,
diácono y anacoreta, portador al pueblo gentil del Evangelio y de la libertad
de Cristo.
Patronazgos: patrono de San Marino
refieren a este santo: San Gaudencio de
Rimini

Entre las provincias italianas de Forli,
Pésaro y Urbino hay un territorio con una extensión menor a los cincuenta
kilómetros cuadrados, con unos miles de habitantes, que forma una República
independiente donde se ha mantenido la soberanía contra todos los asaltos,
ataques e intentonas, desde hace mil años. En la más alta de sus siete colinas,
la llamada II Titano, se asienta la capital de ese pequeño estado que se llama
San Marino. El nombre de la república y de la ciudad capital, deriva de san
Marino el diácono, a quien se menciona en el Martirologio Romano. Su leyenda,
desgraciadamente sin valor histórico, dice lo que sigue:
Marino nació en la costa dálmata, donde
creció y se convirtió en un diestro constructor y tallador de piedras. Cuando
tuvo noticia de que se reconstruían las murallas y las casas de la ciudad de
Rimini, partió hacia allá junto con otro albañil llamado Leo, en busca de
trabajo. En seguida se les dio empleo para tallar los bloques de piedra en los
talleres de Monte Titano, en lo que hoy es San Marino. Ahí encontró el joven
tallador a numerosos cristianos, gentiles y nobles, que habían sido condenados
a trabajar en las canteras por su fidelidad a sus creencias. Marino y Leo
hicieron todo lo que estuvo a su alcance para aliviar las penurias de aquellos
desdichados, ayudándolos en sus trabajos y alentándolos para que perseveraran
en su fe. Los dos virtuosos siervos de Dios hicieron muchas conversiones y, al
cabo de tres años, Leo fue ordenado sacerdote por San Gaudencio, obispo de
Rimini. En seguida se fue a vivir a Monte Feltro (cuya catedral lleva hasta hoy
el nombre del santo). A san Marino se le ordenó diácono y pudo regresar a su
trabajo, que consistía en velar por los convertidos. Durante doce años trabajó
en un acueducto; siempre se le tuvo por un constructor muy diestro e incansable
y por un hombre bueno: el modelo de trabajador cristiano. Pero entonces le
ocurrió una gran desgracia. Cierto día, una mujer dálmata que acababa de llegar
a Rimini, vio pasar a Marino y comenzó a dar voces para anunciar que aquel
hombre era el marido que la había abandonado. La mujer y algunos curiosos
persiguieron al asustado diácono por las calles de la ciudad; éste perdió la
cabeza, huyó de prisa y se refugió en el Monte Titano donde permaneció oculto
en una cueva. Hasta ahí lo persiguió la mujer, y Marino tuvo que atrincherarse
dentro de la cueva con ramas y piedras, hasta que la mujer se retiró para no
morir de hambre. Marino aprovechó la oportunidad para internarse más en la
montaña; la mujer ya no pudo encontrarlo y él decidió quedarse en aquella
soledad como ermitaño. En el sitio donde estuvo la ermita, se construyó un gran
monasterio y, en torno a él, se levantó la ciudad de San Marino.
Los bolandistas, que tomaron esta fabulosa
historia de los documentos de Mombritius la imprimieron en Actas Sanctorum
septiembre, vol. II y agosto, vol. I (al sacerdote Leo se le honra el primero
de agosto). Véase también a L. A. Gentili, en Compendio della vita di S. Marino
(1864).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 769 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3167
No hay comentarios:
Publicar un comentario