geopolítica
apasionante de evangelio
Acababa
de pasar por Honduras -por Centroamérica- el electrónico pastor Jimmy Swaggart,
titular de un imperio de teleevangelismo que alcanza a más de 140 países, y
ahora estallaba en los periódicos su escándalo. Acababa de pasar también, con
motivo del año mariano, siempre luminosa y consoladora, la Virgen de Suyapa, la
Suyapita nacional, encontrada por unos campesinos, en febrero de 1747, en la
montaña de El Pingüín. Algunas comunidades supieron recibir a la Madre de Jesús
muy conscientemente: "Oh Corazón de María, / de América Corazón, / a tu
Hijo crucifican / de nuevo en esta región, / te vemos comprometida / en nuestra
liberación".
En Honduras tuve otros
muchos encuentros, cálidos, con delegados de la Palabra y catequistas -hombres
y mujeres-, con jóvenes, con sacerdotes y religiosas. En La Ceiba, la Masica,
Tela, Progreso, San Pedro Sula, Arizona, Jutiapa, Salamá, Taulabé... En
Honduras me encontré... con Honduras, ya para siempre también geografía del
alma, geopolítica apasionante del Evangelio.
Yo
le responderé
Ha
muerto, hace poco, un periodista de "Barricada", que rezaba todas las
noches el Salmo 21: "Pues a mí se acogió, lo libraré". Herido de
guerra y ya en agonía, le pidió con gestos a su mamá que le recitara el salmo,
por última vez. "Me llamará, Yo le responderé", aseguraba el Señor en
el salmo.
la
avanzada de Estados Unidos
En
Guatemala las reformas de colonización son estrategia militar. El gobierno es
civil pero manda el ejército. Y manda al servicio del imperio: "Nosotros
somos de hecho la avanzada de Estados Unidos contra este enemigo común (el
comunismo internacional)", declaró a la revista "Soldier of
Fortune" el general Héctor Gramajo, ministro de Defensa. La Comisión de
Verificación (CIVS) tuvo que reconocer que Guatemala no ha cumplido con
Esquipulas. El Cristo negro de Esquipulas sigue martirizado en su casa. La
corrupción se ha oficializado: "El noventa por ciento de los policías son
corruptos", admitía el propio viceministro de gobierno, Benjamín Rivas.
una
apasionada evangélica latinoamericanidad
Vuelvo
de México, la capitalísima de los embotellamientos y de la contaminación
ambiental, pero también de la cordialidad y de la Guadalupana. Esta vez fui a
verla, a ella, la Virgen de Guadalupe. Y a pedirle una apasionada evangélica
latinoamericanidad. A rezarle por todos los Juan Diego y las Juanitas del
Continente. Lloviznaba sobre los hombros del Tepeyac, pero seguían humeando los
desayunos típicos al socaire de las basílicas.
La ciudad de México
había amanecido cercada de nieve.
los
derechos humanos en El Salvador
Siguen muy maltratados los derechos humanos
en El Salvador. El VlI Congreso de FEDEFAM (Federación Latinoamericana de
Asociaciones de Familiares Detenidos-Desaparecidos) que iba a realizarse en El
Salvador, el año pasado, fue impedido de hecho por el gobierno demócrata
cristiano de Duarte. Y la ley de Amnistía acabó favoreciendo sobre todo a las
Fuerzas Armadas represivas. Sigue creciendo en El Salvador la lista de los
Desaparecidos: seis mil calcula FEDEFAM, hasta la fecha. El coordinador de la
Comisión de Derechos Humanos No Gubernamental (CDHES), Herbert Anaya, juntó su
sangre, después de Esquipulas, al caudaloso río de la sangre mártir
salvadoreña. Sigue la captura de campesinos y hasta de menores. Las tropas
gubernamentales llegaron a incursionar, recientemente, con morteros y fusilería,
al Refugio San José Calle Real, donde se encuentran veinte lisiados de guerra y
600 desplazados. Las Comunidades Cristianas de El Salvador lanzaron, el día 4
de este mes de marzo de 1988, un llamado "a la comunidad internacional,
Iglesias, instituciones humanitarias" para que se presione al gobierno de
Duarte en orden al respeto de los derechos humanos de los heridos y lisiados de
guerra: los veinte de Calle Real y las varias decenas en los frentes de
combate. Se trata de exigirle al gobierno democristiano que respete los
convenios de Ginebra y los acuerdos suscritos por el mismo gobierno con el
FMLN.
continúa
la reforma agraria
En
Nicaragua la vida continúa, a pesar de la guerra. Como un chilamate
imperturbablemente verde. Continúa la reforma agraria, los asentamientos. El
día 12 de marzo, por la noche, celebramos la eucaristía en el asentamiento
nuevo de El Bonete, ya con seis cooperativas de treinta familias cada una y
cada cooperativa con sus cincuenta vacas. Las casas, en construcción, más lejos
de la guerra y en tierras mejores. Las hermanitas de Jesús, Nely y Auxiliadora,
forman parte del asentamiento también. El carro nos alumbraba con sus faroles.
Una enorme champa de lona y panochas de maíz hacía de tienda santa como en las
marchas del Pueblo de Dios por el desierto. Las guitarras junto a los fusiles,
pero sólo ellas cantaban. La Virgen de Guadalupe y el hermano Carlos de
Foucauld miraban benignamente desde las cubiertas de la Biblia latinoamericana.
Escogimos el evangelio de la Transfiguración. Y hablamos de la Pasión, de la
Pascua, de la Tierra Prometida.
Continúa la fe
invencible. La fraterna amistad. Continúa la Nueva Nicaragua. El Dios de los
pequeños no la abandonará.
una
guerra contra la esperanza
La guerra de baja intensidad es lo que
ha estado golpeando a Nicaragua: esa precariedad con que se vive, el cansancio,
ese continuo "no hay"... Algunos sienten que aquel heroísmo tan
multiplicado de los maestros y maestrillos en la montaña de la alfabetización
ha disminuido...
Hay que pensar lo que
son siete años de agresión, de muertos, tantas bajas... Y, por otra parte,
todos tenemos necesidad de ver la victoria, de ver frutos. Cuando los frutos no
se ven -algunos por lo menos- o cuando se pierden frutos ya adquiridos, cuando
se tiene que cerrar tantas escuelas en la montaña a causa de los ataques de la
contra -a pesar de que el gobierno sandinista continúa intensificando sobre
todo sus proyectos en el medio rural, en el mundo campesino- claro, todo eso
afecta mucho al pueblo.
En la guerra de baja
intensidad -la "GBI", que es ya toda una teoría de estrategia militar
moderna- el Imperio ha descubierto que tiene un medio mejor que la invasión
directa. Mejor la agresión de la GBI. No hay duda de que si hubiese invasión
directa resurgiría muchísimo de Nicaragua; el espíritu revolucionario, aquella
actitud sandinista ante el Imperio volvería a arrebatar a una máxima parte de
los nicaragüenses.
Por otra parte, esa
guerra de agresión no es sólo contra Nicaragua, sino contra todo lo que
Nicaragua significa de esperanza para Centroamérica. Y eso lo pude comprobar
entre los refugiados guatemaltecos. Pregunté a un muchacho joven:
"¿piensas volver a Guatemala o ya te quedarás en México?, ¿o te irás a
Estados Unidos?" Y él me dijo: "Vea, monseñor; con sinceridad, yo ya
no pienso volver a Guatemala, y muchos compañeros míos tampoco piensan volver.
Ya ha sufrido mucho nuestro pueblo, nos han matado a muchos familiares. Y, vea,
Nicaragua venció, la revolución triunfó, y ahora no la dejan...". Como
diciendo: ¿para qué vamos a luchar, para qué, si después nos van a prohibir, si
después no nos dejarán...? Como que no hubiera salida.
Esa guerra contra
Nicaragua es una guerra dirigida contra la esperanza de Nicaragua, de
Centroamérica, del Tercer Mundo, de los pobres de la tierra.
el
Espíritu en Centroamérica
A
veces pienso que los "no-carismáticos" podríamos y deberíamos
"reconquistar" el Espíritu. Porque es claro que el Espíritu no es
sólo "aleluya, aleluya". El Espíritu es también Verdad. El Espíritu
revoluciona todas las cosas. Es la fuerza de Dios. El Espíritu llevó a Jesús al
desierto, lo llevó a Jerusalén, lo arrancó del sepulcro.
Vamos a contar más con
el Espíritu de Jesús resucitado que comemos y bebemos en la eucaristía,
meditando la Palabra de Dios, abriendo los ojos a la realidad donde el mismo
Espíritu aletea, respondiendo a los gritos de los hermanos, que son el gemido,
el grito del Espíritu. Sintiendo presente al Espíritu en la historia, y en esta
historia de Centroamérica. El Espíritu de Jesús presente en Centroamérica es
quien nos provoca y nos convoca. Seamos fieles a ese llamado -provocador y
convocante- del Espíritu, que es Centroamérica.
que
nos pase lo que al pueblo
Me
he venido de Centroamérica con muchos interrogantes. A veces pienso que lo
mejor pudiera ser algo así como callarse, rezar y quedarse allí. Y decir: que
lo que le pase a este pueblo nos pase también a nosotros...
tres
palabras impactantes
Hubo
tres palabras que me impactaron especialmente en una de mis visitas a
Centroamérica:
Una, la del embajador
de Estados Unidos en Guatemala. Hablaba el 3 de marzo por la radio sobre el
gran peligro de Nicaragua que sería la unión de los cristianos y los marxistas.
El, muy apostólicamente preocupado, ¿no? Hablaba de lo que significa de peligro
para la fe... Una palabra importante pues, la del embajador de Estados Unidos
en Guatemala.
Otra segunda palabra
importante: la de una indiecita guatemalteca esposa de mártir, madre de mártir.
Me servía el café en México, después de visitar a los refugiados guatemaltecos,
cuando ya me venía para Nicaragua. Le pregunté: "hermana, ¿qué cree usted
que yo como obispo podría hacer por Guatemala?". Ella bajó los ojos, pensó
un poco, sonrió, levantó la mirada, y me dijo: "vea pues, usted sabe su
tarea". No pregunté nada más.
Y la tercera palabra,
la de un obispo de Guatemala, que hace unos pocos días le decía a un
responsable de una organización de ayuda, concretamente de América Latina:
"Perdimos la oportunidad hace diez años. Los que estamos vivos lo estamos
porque no somos comprometidos. Los comprometidos ya 'murieron' ".
siguiendo
sus pasos en Centroamérica
Es
Jesús mismo quien nos envía, y él mismo es la causa de la conflictividad que
sufrimos y que vamos a sufrir. Jesús no lo disimuló. Lo dijo claramente. Y por
donde él pasó deberemos pasar nosotros. Por su "pascua". No serán los
discípulos menos que el maestro, en eso. Nosotros también pasaremos, como
discípulos, por ese paso conflictivo de su pascua, en la medida en que seamos
fieles, auténticos.
El seguimiento de
Jesús es nuestra espiritualidad conflictiva. Nuestra pastoral es hacer lo que
él hizo. Su praxis. Hemos sido escogidos por él. "Yo les envío, yo les
pongo aquí, en este lugar concreto, en esta hora privilegiada, en la pasión,
muerte y resurrección de Centroamérica". Aquí y ahora debemos hacer
nosotros que acontezca el Reino de Dios, que se explicite, que sea acogido, que
sea esperado, que se acerque.
Nos podrán faltar
otros apoyos. Seremos muy combatidos, como él. Incluso dentro de la propia
Iglesia podremos tener nuestros conflictos, como él. Pero, en todo caso, el
Espíritu no nos fallará. El espíritu de la Verdad. El otro abogado, el
consolador, el recurso total, que estará siempre con nosotros.
"Mayor y más
divino
es el bien del pueblo
que el bien particular
Santo Tomás de Aquino,
De Regimine Principum 1, I, cap, 9.
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