jueves, 23 de abril de 2015

Pontificio Consejo: impulsar diálogo con islam, hoy más que nunca 23042015

Pontificio Consejo: impulsar diálogo con islam, hoy más que nunca

El Papa Francisco y el Card. Tauran, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso - AFP
23/04/2015 12:42
(RV).- Uniendo nuestra voz a la del Papa Francisco decimos: «'Por tanto, la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena, porque el Todopoderoso es Dios de la vida y de la paz. El mundo espera de todos aquellos que dicen adorarlo, que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, no obstante la diversidad étnica, religiosa, cultural o ideológica’» (Ankara, 28 de noviembre 2014)'.
El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso sella, con las palabras del Papa Bergoglio en Ankara, una Declaración que señala que los «acontecimientos de los últimos tiempos hacen que muchos nos pregunten: ¿Hay todavía espacio para el diálogo con los musulmanes? La respuesta es: sí, más que nunca».
«En primer lugar, porque la gran mayoría de los musulmanes no se reconoce en la barbarie a la que asistimos», añade el dicasterio pontificio para el diálogo interreligioso, para luego destacar que «los creyentes deben demostrar que las religiones están llamadas a ser portadoras de paz y no de violencia».
Tras reiterar que «matar, invocando una religión, no es sólo una ofensa a Dios, sino también una derrota para la humanidad», la Declaración recuerda que -  el 9 de enero de 2006 - el Papa Benedicto XVI, dirigiéndose al Cuerpo Diplomático y hablando sobre el peligro del choque de civilizaciones y, en particular, del terrorismo organizado, afirmó: ''Ninguna circunstancia puede justificar esta actividad criminal, que llena de infamia a quien la realiza y que es mucho más deplorable cuando se apoya en una religión, rebajando así la pura verdad de Dios a la medida de la propia ceguera y perversión moral».
Con la llamada a fortalecer la hermandad y el diálogo y considerando,  como cristianos, que Dios es Amor, la misma Declaración recuerda la importancia del respeto de las diferencias, la libertad de pensamiento y de religión, la protección de la dignidad humana y el amor a la verdad. E invita atener el coraje de replantearnos la calidad de la vida familiar, los métodos de enseñanza de la religión y de la historia, el contenido de los sermones en nuestros lugares de culto. Sobre todo la familia y la escuela son las claves para que el mundo del futuro se base en el respeto mutuo y en la fraternidad.
(CdM – RV)

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