Escalofriante informe sobre la violencia de Isis a las mujeres
“Han institucionalizado la violencia sexual; el embrutecimiento de mujeres y niñas es central en su ideología. Usan la violencia sexual como una ‘táctica terrorista’, como clave para prioridades estratégicas, como reclutamiento, captación de fondos, para reforzar la disciplina y el orden –a través de castigos de los disidentes o miembros de sus familias- y para imponer su ideología.
Después de atacar una población, Isis separa las mujeres de los hombres y ejecuta niños y hombres de 14 años para arriba. Las mujeres y las madres son separadas; las niñas son desnudadas, se les realiza un test de virginidad, y se examinan sus senos y su belleza. Las más jóvenes, y las consideradas hermosas vírgenes son más caras y son enviadas a Raqqa, la fortaleza de Isis.
Los jefes son los primeros en elegir, seguidos por sus emires y guerreros.
A menudo toman tres o cuatro niñas cada uno y las mantienen por un mes, hasta que se cansan de ellas, y entonces ellas vuelven al mercado (para ser vendidas de nuevo). En subastas de esclavos, los compradores regatean ferozmente, bajan los precios despreciando a las niñas, diciendo que tienen poco pecho o no son atractivas.
Hemos escuchado sobre una niña que fue vendida 22 veces, y otra, que pudo escapar, nos contó que el sheij que la capturó escribió su nombre en su mano para mostrar que era ‘propiedad’ suya.
Isis tiene decenas de miles de luchadores de 100 nacionalidades. Los cuerpos de las mujeres son usadas como modo de apoyo a la jihad. Hay decenas de miles de hombres que esperan conseguir mujeres para ‘desposarlas’”.
(Zainab Bangura, Representante de la ONU para Violencia Sexual en los Conflictos)
Después de atacar una población, Isis separa las mujeres de los hombres y ejecuta niños y hombres de 14 años para arriba. Las mujeres y las madres son separadas; las niñas son desnudadas, se les realiza un test de virginidad, y se examinan sus senos y su belleza. Las más jóvenes, y las consideradas hermosas vírgenes son más caras y son enviadas a Raqqa, la fortaleza de Isis.
Los jefes son los primeros en elegir, seguidos por sus emires y guerreros.
A menudo toman tres o cuatro niñas cada uno y las mantienen por un mes, hasta que se cansan de ellas, y entonces ellas vuelven al mercado (para ser vendidas de nuevo). En subastas de esclavos, los compradores regatean ferozmente, bajan los precios despreciando a las niñas, diciendo que tienen poco pecho o no son atractivas.
Hemos escuchado sobre una niña que fue vendida 22 veces, y otra, que pudo escapar, nos contó que el sheij que la capturó escribió su nombre en su mano para mostrar que era ‘propiedad’ suya.
Isis tiene decenas de miles de luchadores de 100 nacionalidades. Los cuerpos de las mujeres son usadas como modo de apoyo a la jihad. Hay decenas de miles de hombres que esperan conseguir mujeres para ‘desposarlas’”.
(Zainab Bangura, Representante de la ONU para Violencia Sexual en los Conflictos)
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