Termómetro. Obispo chino desaparecido. Pakistaní acusado de blasfemia asesinado. Terrorismo fulani. 24042017

Termómetro. Obispo chino desaparecido. Pakistaní acusado de blasfemia asesinado. Terrorismo fulani.

En cuerpo y alma 24 abril 2017

Y bien, amigos, henos aquí una vez más con el Termómetro de persecución religiosa, para ti que eres una persona informada y quieres conocer lo que nadie te quiere contar, con estos escenarios en esta ocasión.               En China. Según informa Asia News el pasado día 12, el obispo de Wenzhóu, Mons. Pedro Shao Zhumin, fue secuestrado por la policía y llevado a un lugar desconocido. Mons. Shao es obispo de la iglesia subterránea o clandestina –así llamada la que es leal a la Santa Sede- desde que el 7 de diciembre se produjera la muerte de su predecesor, Mons. Vicente Zhu Weifang, con ocasión de cuyo funeral, Mons. Shao ya fue detenido por primera vez. En la diócesis de Wenzhou, unos 120.000 fieles forman parte de la comunidad oficial y unos 80.000 de la “no oficial”. Parecido destino ha tenido también Mons. Vicente Guo Xijin, miembro de la Iglesia subterránea reconocido por la Santa Sede como obispo ordinario de Mindong. Por su parte, Mons. Tadeo Ma Daqin, obispo de Shanghai, sufre arresto domiciliario tras abandonar la Asociación Patriótica, el organismo del Partido Comunista Chino que, no sin dificultades como se ve, intenta controlar la Iglesia china.               En Pakistán. Según recoge VOANews, el pasado día 13 un millar de musulmanes radicales armados de palos y objetos de vidrio asesinaba al estudiante Mashal Khan, de la universidad Abdul Wali Khan en Mardan, y prendía fuego a su cadáver tras acusarle de proferir blasfemias en un medio digital. La policía ha asegurado que la turba era tan grande que fue imposible intervenir, aunque con posterioridad, arrestó a quince personas y cerró la universidad. Si bien otros medios hablan de cifras mayores, VOANews asegura que en Pakistán, en aplicación de la ley de la blasfemia, 17 personas están condenadas a muerte y otras 19 cumplen penas de cárcel. Organizaciones de derechos humanos afirman que hasta sesenta personas podrían haber sido linchadas y asesinadas tras una acusación de blasfemia, y hasta se especula con el secuestro de blogueros por las agencias de inteligencia gubernamentales con el mismo pretexto.               En el Congo. Recoge la agencia Fides la denuncia de la ONG CEPADHO, según la cual “de Kinshasa a Kivu del Norte, pasando por el Kasaï, las iglesias y conventos católicos son víctimas de actos vandálicos, de saqueos y de ataques por bandidos armados y rebeldes”. El pasado 2 de abril, unos desconocidos entraban en una iglesia en Kivu del Norte, robaban dinero y ordenadores y torturaban a tres sacerdotes, que han salvado la vida de milagro. Las escuelas católicas vecinas, una de las cuales conservaba el material de la Comisión Electoral Independiente, eran también objeto de pillaje. Según el CEPADHO, estos episodios pretenden castigar el compromiso de la Iglesia congolesa en los llamados Acuerdos de San Silvestre, dirigidos a apoyar un gobierno de unidad nacional para organizar las próximas elecciones presidenciales y legislativas de fin de año.               En Nigeria. Según informa Baptist Press, el terrorismo de los pastores fulani de religión islámica, principalmente contra cristianos, ha producido ya, sólo este año, más de doscientas víctimas mortales y más de quinientos heridos, amén de numerosos robos y secuestros. Sólo el pasado 19 de marzo, un atentado en Oshugu se cobraba la vida de dos nuevos cristianos de la iglesia evangélica “Todos ganan”, hería a varios y obligaba a desplazarse a cientos de ellos. Los ataques fulani se prodigan en los estados de Plateau, Bauchi, Kaduna, Taraba y Adamawa, y existen indicios de contactos entre los fulani y los otros grupos islamistas que practican el terrorismo en el país. Aminu Suleiman, presidente de la asociación de desarrollo Ajiri Afo, señala que “la mayoría de nuestras granjas y pueblos están desiertos por culpa de la inseguridad. Los fulani y su ganado invaden nuestras tierras por la fuerza, devastándolas. Toda protesta por nuestra parte termina en agresión”. Según Open Doors, Nigeria es el duodécimo país del mundo donde los cristianos sufren mayor persecución, y eso que en el conjunto del país, la comunidad cristiana asciende a un 50% de la población, aunque en muchas regiones constituyen minoría.               En Egipto. Según persecution.org el pasado día 13 en la provincia de Minya, una turba de musulmanes radicales quemaba la casa de tres cristianos, Issa Saroufim, y los hermanos Morris Botros y Faris Faris, y hería a ocho. Todo sucedía en Kom El-Loufy, pueblecito en el que viven 1.800 cristianos pero que carece de iglesia. El ejército había vigilado la celebración de la misa en el exterior del mismo, pero al retornar a sus hogares los cristianos, ya sin protección, eran atacados por una turba enfurecida. No es la primera vez que en Kom El-Loufy se producen hechos similares. El 30 de junio pasado, tras los rumores de que estaban construyendo una iglesia en el pueblo, cuatro hermanos vieron sus casas reducidas a cenizas. Las agresiones se producen ante las narices de la policía local, que se inhibe completamente. Egipto se halla en estado de emergencia desde que el pasado 9 de abril activistas del ISIS hicieran estallar bombas en dos iglesias del país, San Marcos en Alejandría, y San Jorge en Tanta, produciendo 49 víctimas mortales.               En Venezuela. Recoge Religión en Libertad el pasado Miércoles Santo, al finalizar la misa, una horda de seguidores del presidente Nicolás Maduro invadió la basílica de Santa Teresa e intentó agredir al cardenal Jorge Urosa, que se salvó gracias a la protección de los fieles. El templo se hallaba abarrotado por la gran devoción que, especialmente en estas fechas, recibe la imagen del Nazareno de San Pablo.               Y sin más por hoy, que hagan Vds. queridos amigos mucho bien y que no reciban menos.                 ©L.A.             Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es