La Virgen María es conocida por muchos nombres, como la Santísima Virgen, Madre María, Nuestra Señora, Madre de Dios, Reina de los Ángeles, María de los Dolores y Reina del Universo.
María es considerada la patrona de toda la humanidad, de todas y cadas una de las personas que habitan la tierra, cuidando de ellos con su cuidado maternal, debido a su papel de madre de Jesucristo, salvador del mundo.
María es honrada como una Madre espiritual para las personas de muchas creencias, no solo la Católica, sino que incluye creyentes musulmanes y judíos y algunas denominaciones protestantes.
María fue concebida milagrosamente libre de la mancha del pecado original. Esta creencia se llama el milagro de la Inmaculada Concepción.
Oh Inmaculada Concepción, suscita en nuestras almas el deseo de amar a Jesús por toda la eternidad.
1.- Háblale a Jesús sobre María
Jesús mío, me gusta orar a María, tu Santa Madre, ella me enseña con su manera de vivir, a ser dócil a tu Palabra, a tomarla en serio, y a dejarse guiar por ella; pero también María se presenta como una servidora, como una que sale a ayudar a su prima Isabel, cuando esta la necesita.
Así quiero ser yo, mi Señor y mi Dios, quiero ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti.
Gracias por darme la oportunidad de ver a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a seguir.
Confío en tu compañía y en tu Bendición Señor, gracias por todo lo bueno que me das por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos.
Cómo mi madre María, me uno a sus eternas palabras de entrega que hacen y harán eco en nuestra historia de salvación: Hágase en mí según tu Palabra.
Amén
2.- Oración inicial
Santa María, ¡Madre de Dios y Madre mía! Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
- "No tienen vino": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos.
- "Hágan lo que Él les diga": dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
- "He aquí la esclava del Señor": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me insinúe.
3.- Reflexión para el día 28: Rezar todos los días, pase lo que pase
Te copio una noticia del periódico que hace referencia a la operación que Juan Pablo II sufrió en octubre de 1996.
El Papa pasará más días en el hospital de los inicialmente previstos. Una circunstancia que, según el cirujano Francesco Crucitti, se debe a que Juan Pablo II "es un paciente rebelde" y en el Vaticano podría estar más ansioso por retomar sus actividades normales. Ello podría dificultar su recuperación.
Crucitti recordó que el Papa impidió que se adelantara su operación, a pesar que le fue diagnosticada en las Navidades pasadas, porque tenía numerosos compromisos.
Ha preferido esperar a un "hueco" en su agenda para acceder a la intervención, aunque esto le haya supuesto más malestares.
Por otra parte, el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, comentó que el Pontífice se había levantado el día de la operación a las tres de la mañana, que rezó sólo en su capilla particular, contigua a su habitación en el décimo piso del Políclínico, donde leyó el Breviario y rezó parte del rosario.
A las cinco de la mañana concelebró la Misa con su secretario, monseñor Stanislao Dziwisz.
Ayúdame, Madre mía, a rezar todos los días. Que no acepte excusas. Que no deje de dedicarte un rato aunque esté cansado. Quiero que me resulte necesario rezar. Gracias
4.- Oración final
Amado Jesús, al igual que María, tu Santa Madre, quiero estar abierto siempre a la acción del Espíritu Santo, configurarme completamente a tu amor y tu misericordia.
Como ella, acepto también ser tu esclavo, tu siervo, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una acción de vida.
Deseo responderte siempre con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien supo escucharte y obedecerte desde siempre.
Y a ti, Oh María, amada universal del Verbo, la nueva Eva escogida, auxilio de los pecadores y de los que buscan tu intercesión, acógeme siempre bajo tu manto protector, soy también tu hijo y sé que te preocupas por mí.
Te ruego que poses tu mano sobre mis hombros y me guíes por el camino de tu hijo Jesús.
Como tú, quiero poder decir y sentir con toda la pasión de mi alma: "Mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador".
Amén
Reflexión: Padre José Pedro Manglano | Diálogos y oraciones: Qriswell J. Quero | Publicado originalmente en: PildorasdeFe.net
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