Migrantes cristianos asesinados por ISIS. Una tragedia que puede repetirse, dice sacerdote
AIS, jueves 23 de abril de 2015 – “Una tragedia que podría repetirse. Hay muchos más migrantes en manos de ISIS”, dijo el sacerdote eritreo Mussie Zerai a Ayuda a la Iglesia que Sufre sobre los 30 cristianos etíopes y eritreos asesinados a manos del Estado Islámico, de acuerdo a un video difundido por el grupo terrorista 19 de abril.
El Padre Zerai es fundador y presidente de la agencia Habeshia, y es conocido por su compromiso con la defensa de los solicitantes de asilo y migrantes que huyen de las guerras, dictaduras, el terrorismo y la persecución. Un compromiso que en los últimos meses le valió una nominación para el Premio Nobel de la Paz.
“Las personas asesinadas por los yihadistas esperaban para comenzar una nueva vida y recibir protección en Europa.” Como ellos muchos enfrentan largos viajes para escapar de situaciones de persecución. Y en su camino encontrarán una grave discriminación a causa de su fe. “En los campos de detención en Libia los cristianos siempre han sido discriminados y maltratados – dijo el sacerdote a Ayuda a la Iglesia que Sufre – Hace unos días se me informó que los cristianos en un centro de Misrata están obligados a rezar junto con los musulmanes y observar el ayuno en el mes Ramadán. La diferencia es que mientras al calor del sol los presos musulmanes reciben alimentos, a los cristianos se les niega este derecho”.
Acerca de la trágica historia de doce cristianos arrojados al mar en el Canal de Sicilia el 14 de abril, el sacerdote invita a la cautela. “La dinámica aún no ha sido confirmada por la magistratura y es la primera vez que hay informes de discriminación religiosa entre los migrantes en embarcaciones. Espero que eso no sea cierto, de lo contrario sería terrible”.
Entre los migrantes cristianos asesinados por el Estado Islámico, había por lo menos tres eritreos, identificados a través del video difundido por los yihadistas. El Padre Zerai narra la persecución sufrida por los fieles en su país. Según el último informe sobre la libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia que Sufre, en Eritrea habría unos 1.200 cristianos encarcelados por motivos religiosos. “Muchos líderes cristianos, especialmente pentecostales, han sido detenidos y torturados, y algunos de ellos han muerto en la cárcel. Incluso el Patriarca ortodoxo, elegido canónicamente, está ahora bajo arresto domiciliario y se ha sustituido por un patriarca cercano al régimen.” El estricto control gubernamental también afecta a la Iglesia Católica, cuyas publicaciones – “culpables” de denunciar las injusticias y abusos – han estado cerradas durante diez años. “Se nos prohibió publicar la traducción de la Doctrina Social de la Iglesia en lengua ‘tigrina’. Los censores mantienen que contiene temas políticos”.
El Padre Zerai teme posibles reclamos a raíz de la carta pastoral escrita por cuatro obispos de Eritrea en junio de 2014: una clara denuncia de las difíciles condiciones imperantes en la Iglesia local. “El régimen no ha actuado porque no quiere parecer vengativo. Pero los obispos esperan una fuerte reacción en el futuro”.
La situación de los cristianos en Etiopía es mejor, “Sin embargo – declara a Ayuda a la Iglesia que Sufre el Padre Habtesilassie Haillemariam, sacerdote del Pontificio Colegio Etíope – se comienza a sentir la presión de los países vecinos de mayoría musulmana, como Sudán y Somalia.” Muy apreciado fue el mensaje de condolencia que Francisco envió al patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Etiopía, Abune Matthias. “Las palabras del Santo Padre también tendrán un efecto importante en las relaciones ecuménicas, que tienen un obstáculo en la identificación entre la Iglesia Católica y el invasor italiano, extendida hoy en día.”
Recientemente, el Papa también pidió a Europa un compromiso más amplio a favor de miles de inmigrantes que buscan una vida mejor en el Viejo Continente. “Es importante actuar en la raíz y no sólo responder a la emergencia – declaró a Ayuda a la Iglesia que Sufre el sacerdote Mussie Zerai – Cada año se repiten las mismas tragedias. Tragedias anunciadas. Para combatir el tráfico y poner fin a la muerte en el desierto o en el Mediterráneo de tantos inmigrantes inocentes, hay que darles una alternativa legal y, sobre todo, tratar de resolver en sus países de origen los problemas como las dictaduras, guerras, persecuciones y contextos socio- económicos para nada dignos”.
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