San Martín de la Santa Cruz | |
San Martín de la Santa Cruz, religioso presbítero
En la ciudad de León, en España, san Martín de la Santa Cruz, presbítero y canónigo regular, que fue varón experto en Sagrada Escritura.
De san Martín resulta extremadamente difícil encontrar datos y referencias. Su vida fue narrada a fines del siglo XVI, por el canónico y escritor riojano Atanasio de Lobera (pero que vivió en León, y dedicó muchos de sus textos a historias de esta ciudad). Aunque el género hagiográfico era en la época muy afín a la fantasía, lo cierto es que recoge una fama de santidad y piedad que se hunde en el tiempo.
Nos cuenta Lobera que Martín nació en torno al 1130 en León en una muy piadosa familia cristiana, ilustre en el lugar; los nombres de sus padres eran Juan y Eugenia. Siendo aun pequeño, su padre se retiró junto con el niño al monasterio de san Marcial, también en León, donde llevaron una vida de perfección. Muerto su padre, Martín fue ordenado subdiácono, y dejó el monasterio para ir en peregrinación: Comenzó por Compostela, siguió por Roma, y llegó a Tierra Santa. A la vuelta de su peregrinación, quiso el demonio tenderle una trampa, y fue encarcelado en Italia, confundido con un ladrón. Providencialmente alguien lo reconoció, y Martín fue liberado y rehabilitado en su honor.
Volvió a León, fue ordenado en breve tiempo sucesivamente diácono y presbítero, y entró como canónigo regular nuevamente en el monasterio de San Marcial. Admirado por su piedad y humildad, tiene poco tiempo después la experiencia mística que marcará su vida, y lo hará famoso entre los suyos. Me limito a repetirla, sin pretender racionalizarla, tratándose de una experiencia para la que él mismo habrá carecido de las palabras exactas para contar:
Devoto de san Isidoro de Sevilla, el gran santo y sabio de la Iglesia española (cuyas reliquias se encuentran en León desde el siglo XI), estudiaba con asiduidad la Sagrada Escritura, pero se sentía inexperto en su comprensión, y pedía al santo luz para penetrar en ella. Una noche estando en oración se le aparece Isidoro, y le entrega un libro, que le manda comer. Martín tomó el libro, lo comió, y se vio lleno de ciencia infusa en torno a la Biblia.
A partir de aquel momento fue considerado, como lo narra el elogio del Martirologio Romano, «varón experto en Sagrada Escritura», admirado por su sabiduría por todos los que lo rodeaban. Escribió una concordancia del Antiguo y del Nuevo Testamento, así como una colección de sentencias escriturísticas de los Padres de la Iglesia, género que estaba muy en boga en aquel tiempo.
Murió según Lobera el 11 de febrero de 1221, aunque el Martirologio Romano acepta la lectura de otros compiladores que leen como fecha el 12 de enero, así como el año de 1203. No hay un acuerdo acerca de este punto. Según parece la Colegiata de León obtuvo en 1959 la autorización para celebrar la memoria del santo, y otro tanto la diócesis de León cinco años más tarde, lo que equivale en los hechos a una confirmación de culto.
Martyrologium Hispanum de Juan de Tamayo Salazar, 1651, pág 95ss del mes de febrero; el "Petits Bollandistes" de Guerin lo menciona (también el 11 de febrero) pero le dedica sólo dos líneas; otros martirologios históricos lo mencionan sin más detalle, mientras que Acta Sanctorum no lo consigna. El dato de la confirmación de culto de 1959 y 1964 lo tomo de Enciclopedia dei Santi, pero lo presento dubitativamente, ya que recorrí los Acta Apostolica Sedis de 1958 a 1966 minuciosamente sin haber podido hallar copia de los decretos correspondientes.
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San Benito Biscop | |
San Benito Biscop, abad
En Wearmouth, en Northumbría, san Benito Biscop, abad, que en las cinco peregrinaciones que hizo a Roma se trajo consigo maestros y muchos libros, para que los monjes reunidos en la clausura del monasterio, bajo la Regla de san Benito, progresaran en la ciencia del amor de Cristo, en bien de la Iglesia.
Benito Biscop fue un fundador monástico inglés, nacido de una noble familia anglo-sajona, hacia el 428. Pasó su juventud en la corte de Oswy, rey de Northumbría. Cuando tenía veinticinco años hizo la primera de sus cinco peregrinaciones a Roma. A su regreso a Inglaterra, Benedicto introdujo, siempre que le fue posible, los ritos religiosos tal como se practicaban en Roma. Poco después hizo su segunda pregrinación, y a su regreso se detuvo en Lérins, en el 666, para tomar el hábito religioso. Entonces, dos años después, retornó a Roma; el papa Vitaliano lo envió junto con el monje Adrián como ayuda de Teodoro, el nuevo arzobispo de Canterbury.
Dos años más tarde, en el 671, declinó este oficio y realizó una nueva peregrinación a Roma. Durante ésta y dos siguientes peregrinajes a la Ciudad de los Apóstoles recolectó gran número de reliquias, libros y pinturas para los monasterios de Wearmouth y Jarrow, el primero de los cuales lo fundó en 674 y el segundo en 682. También comprometió al abad Juan, archicantor de San Pedro, en Roma, para enseñar el canto romano en aquellos monasterios. Benito fue el primero que introdujo en Inglaterra la construcción de iglesias en piedra y el arte de las vidrieras. Murió el 12 de enero del 690.
Montalembert, Monks of the West (Boston), II, 493; Hope, Conversion of the Teutonic Race (London), I, 400; Stanton, A Menology of England and Wales (London, 1892); Allies, Hist. of the Church in England (London, 1892), I, 59; Mabillon, Acta SS. O.S.B., saec. II. Su biografía latina, escrita por san Beda, en Migne P.L., XCIV, 711-734.
fuente: Catholic Encyclopedia
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