domingo, 31 de enero de 2016

San Waldo de Évreux, obispo - San Eusebio de Rankwéil, monje eremita (31 de enero)

San Waldo de Évreux, obispo

fecha: 31 de enero
†: s. VII - país: Francia
otras formas del nombre: Valdo, Gaudo, Gault
canonización: culto local
hagiografía: Abel Della Costa
En el territorio de Coutances, en Neustria, san Waldo o Gaudo, obispo de Évreux.
En un listado de obispos de Évreux proveniente del siglo XII figura san Gaudo (Waldo, Gault) en quinto lugar; sin embargo, no hay dos episcopologios de la sede de Évreux que coincidan en los primeros siglos. Como intento un poco desesperado, en la actualidad se reconoce la posibilidad de dos san Gaudo: uno en el siglo V, y el que nos ocupa, del siglo VII. Pocos testimonios había de uno solo, ¡lo que quedaría si los repartiéramos en dos! Lo cierto es que lo poco que nos ha llegado habla de san Gaudo como cercano -sucesor luego de un período vacante- al fundador de la sede, san Taurino (siglo IV), lo que hace pensar en el siglo V. Incluso en 1131 se encontró una tumba en Saint-Pair, un pueblo unos a unos 250 Km de Évreux que decía "Ilic requiescit beatus Gaudus" (aquí descansa san Gaudo); la leyenda local lo identifica con san Gaudo de Évreux, que habría dejado la sede (por causas desconocidas) y abrazado la vida eremítica en Sait-Pair. A este san Gaudo, considerado discípulo de san Taurino, se le dedica en Saint-Pair un oratorio donde se alzaba la celda de su retiro, y es el patrono del lugar. Naturalmente, el otro san Gaudo del siglo VII -si es que es otro- también murió en Saint-Pair...
Todo esto es un galimatías, cuyos detalles en realidad se ramifican en los listados episcopales, y nuestro Gaudo va ocupando una y otra plaza libre en una memoria colectiva que quedó irremediablemente dañada por falta de documentos, cuando no se convierte en protagonista de novelerías devotas muy imaginativas pero carentes de todo sustento histórico. Lo único cierto que tenemos es: hubo un obispo Gaudo en Évreux, que vivió con probabilidad en el siglo VII, cuya fama de santidad fue suficiente para que las historias locales lo recordaran con el título de santo, aunque nosotros no tengamos ya modo de saber qué fue lo que alimentó y sostuvo esa convicción.
Ver las variantes del listado episcopal de Évreux en Duchesne, Fastes Episcopaux, tomo II, pág. 225 ss. El listado actual más o menos admitido por la diócesis se reproduce en la Wikipedia francesa (que cuenta siempre con excelentes listados episcopales, dentro de lo posible). Acta Sanctorum, enero II, pág 1110 reproduce un elogio del santo, que más confunde que aclara, y Petits Bollandistes, de Guerin, tomo II, pág. 153, deleita al lector con una conmovedora novela que dice ser una biografía. Imagen: relicario de san Gaudo en Saint-Pair-Sur-Mer.

Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 30-1-2013

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=393




San Eusebio de Rankwéil, monje eremita

fecha: 31 de enero
†: 884 - país: Austria
canonización: culto local
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Viktorsberg, cerca de Rankwéil, en la Baviera meridional, san Eusebio, el cual, nacido en Irlanda, se hizo peregrino por Cristo y después fue monje en la abadía de San Gallo, terminando sus días como eremita.
A pesar de su nombre griego, san Eusebio parece haber sido un irlandés que abandonó su país, como tantos otros peregrinos, y acabó por tomar el hábito monástico en la famosa abadía de Saint-Gall, en Suiza. Sin embargo, no permaneció allí sino que, con la aprobación de sus superiores, llevó vida eremítica en el Monte San Víctor, cerca de Róttris en el Voralberg. Treinta años más tarde, como recriminase un día a ciertos campesinos del lugar por la vida impía que llevaban, uno de ellos le mató con un azadón. Carlos el Gordo erigió allí, por la misma época, un «monasterium scottorum» (monasterio de los irlandeses). Acorde con el criterio de otras épocas, se lo ha venerado tradicionalmente como mártir, aunque ya no ostenta ese título en el nuevo Martirologio.
En la iconografía se lo representa llevando en sus manos su propia cabeza parlante luego de su muerte, que es el milagro más importante atribuido al santo por la leyenda tradicional. Pertenece por lo tanto al largo grupo de los santos "cefalóforos" (que transportan su propia cabeza, o hablan por su boca luego de decapitados), un tema recurrente en las leyendas medievales de santos, que por supuesto no debe considerarse ningún milagro sino una simple invención de la fantasía popular.
Ver Acta Sanctorum, 31 de enero; MGH., Scriptores, vol. n, p. 73; y L. Gougaud, Gaelic Pioneers of Christianity (1923), pp. 11, 82, 90. Sobre los santos cefalóforos, Delehaye, Legends of the Saints, pág 46 y 81.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=394

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