domingo, 31 de enero de 2016

Santos Ciro y Juan, mártires - San Geminiano de Módena, obispo (31 de enero)

Santos Ciro y Juan, mártires

fecha: 31 de enero
†: s. IV - país: Egipto
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
También en la ciudad de Alejandría, santos mártires Ciro y Juan, los cuales, después de muchos tormentos, fueron decapitados por confesar a Cristo.
patronazgo: patrono de los médicos (Ciro)
Ciro era un médico de Alejandría a quien el ejercicio de su profesión había dado múltiples ocasiones de atraer a los paganos a la fe de Jesucristo. Juan, que era árabe, al saber que una dama llamada Anastasia y sus tres hijas eran torturadas en Canopo de Egipto, por el nombre de Cristo, fue a dicha ciudad para animarlas a sufrir, acompañado de Ciro. Ambos fueron aprehendidos y cruelmente golpeados; los verdugos les quemaron los costados con antorchas encendidas y echaron sal sobre sus heridas, en presencia de Anastasia y sus hijas, quienes fueron también torturadas. Finalmente, las cuatro mujeres fueron decapitadas, mientras que a Ciro y Juan se les cortó la cabeza algunos días más tarde, el 31 de enero. Las Iglesias siria, egipcia, griega y latina veneran la memoria de los mártires.
Sobre estos santos que, al igual que Cosme y Damián, fueron venerados en Grecia como médicos que no cobraban honorarios, existe abundante literatura. Entre ella, sobresalen tres breves discursos de San Cirilo de Alejandría y un panegírico de San Sofronio, patriarca de Jerusalén (638). En dicho panegírico, se encuentran algunos datos sobre una práctica semejante a la incubación, tan común en los templos de Esculapio. La autoridad de los escritos de San Sofronio, que había sido curado en el santuario de los mártires Ciro y Juan, descansa en parte sobre las citas que se hallan en los documentos del segundo Concilio de Nicea, en 787. San Cirilo narra un hecho interesante: para acabar con los ritos supersticiosos de Isis que sobrevivían todavía en Menuthi de Egipto a principios del siglo V, el mejor medio que encontró San Cirilo fue trasladar a dicha ciudad las reliquias de los santos Ciro y Juan. El gran santuario que fue construido en Menuthi se convirtió en un famoso sitio de peregrinación. El nombre actual de la ciudad es Abukir, célebre por la victoria del almirante Nelson en 1798 y por el desembarco de Sir Ralph Abercrombie en 1801. Abukir es un nombre derivado de Ciro, el primero de nuestros mártires. Por extraño que parezca, en los alrededores de Roma existe la pequeña iglesia de Santa Passera, nombre que también proviene de una transformación del de San Ciro: Abbáciro, Pácero, Passera.
Ver P. Sinthern, en Romische Quartalschrift, vol. XXII (1908), pp. 196-239; H. Delehaye, en Analecta Bollandiana, vol. XXX (1911), pp. 448-450, y Legendes of the Saints (1907), pp. 152 ss.; P. Peeters, en Analecta Bollandiana, vol. XXV (1906), pp. 233-240; y BHG., pp. 33-34. Los discursos de San Cirilo se hallan en Migne, PG., vol. LXXVII, c. 1110; ahí mismo se encuentra también el relato de San Sofronio, cc. 33-79.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=387





San Geminiano de Módena, obispo

fecha: 31 de enero
†: s. IV - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
En Módena, ciudad de la Emilia, san Geminiano, obispo, que condujo a su Iglesia del error de los arrianos a la fe ortodoxa.
No es posible determinar la fecha exacta de su episcopado. Los estudios más recientes lo colocan entre el 342-44 y el 396. Es considerado originario del territorio de Módena y, probablemente, de familia romana, como indica su nombre.
La tradición nos cuenta que era diácono del obispo Antonio, a quien sucedió por deseo unánime de sus conciudadanos, y que para escapar de tal grave deber huyó de Módena, pero encontrado enseguida, tuvo que plegarse a la voluntad de Dios. Su gobierno, siempre según la tradición, fue particularmente fructífero: la conversión total de la ciudad al cristianismo y la consagración de los templos paganos al nuevo culto. Estas noticias se confirman en las condiciones generales de aquellos tiempos, ya que es precisamente en el siglo IV cuando se realiza esa maduración ambiental que puso finalmente al cristianismo por sobre el paganismo, y que llevó a Teodosio I a proclamar el cristianismo religión oficial del imperio y desterrar el culto pagano.
Geminiano es presentado como un hombre de mucha oración y piedad, y también es recordado por su poder sobre los demonios, y por esta razón la fama de su santidad lleva su nombre hasta la corte de Constantinopla, a donde viaja para devolver la salud a la hija del Emperador. Sin embargo este episodio debe considerarse seguramente legendario, ya que es recurrente en las vidas de santos de aquella época.
Las reliquias de este santo fueron trasladadas a la nueva catedral de Módena el año 1106. El reconocimiento de las mismas, realizado en 1955, ha demostrado que el sarcófago que las contiene actualmente es sin duda en el que fue puesto el cuerpo del santo tras su muerte. De hecho, este sarcófago tiene todas las características y refleja todas las condiciones de decadencia de finales del siglo IV, tal como lo menciona san Ambrosio en su carta a Faustinum, describiendo el estado miserable de abandono en el que se encuentran las ciudades antes florecientes de la Emilia, entre ellas Módena, que él visitó. Y es en medio de tanta desolación que se manifiesta la grandeza de Geminiano, y ésta es la razón fundamental de un culto más que milenario, y de las apasionadas expresiones de la antigua liturgia de Módena, que lo invoca como defensor contra la adversidad: «a qui nos ab errore duxit ad rectum tramitem, habeamus defensorem contra cunctam adversariam potestatem» (que tengamos como defensor contra todo poder adversario a aquel que nos ha conducido del error al recto camino).
Sintetizado y traducido para ETF de un artículo de Giuseppe Russo en Enciclopedia dei santi. Ver Acta Sanctorum, 31 de enero, y Anal. Boll, vol. xv, (1897), p. 745.

fuente: Santi e Beati
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=388

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