Beato Odón de Novara, monje y
presbítero
fecha: 14 de enero
n.: c. 1105 - †: c. 1200 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío IX 1859
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 1105 - †: c. 1200 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío IX 1859
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Tagliacozzio, en el Abruzo, beato Odón de Novara,
presbítero de la Orden de los Cartujos.

El beato Odón, monje cartujo del siglo
XII, es uno de los pocos hombres de Dios de aquella época sobre el que tenemos
documentos de primera mano. El papa Gregorio IX mandó que se hicieran
investigaciones sobre su vida con miras a su canonización, y las declaraciones
de los testigos han llegado hasta nosotros. Uno o dos extractos de ellas nos
darán una idea de la personalidad de Odón. «Maestro Ricardo», obispo de
Trivento, después de haber jurado por el Espíritu Santo, ante los Evangelios,
que diría la verdad, afirmó que el había conocido al bienaventurado Odón como a
un hombre temeroso de Dios, modesto y casto, entregado noche y día a la vigilia
y la oración; que vestía ásperas túnicas de lana y vivía en una estrecha celda,
de la que no salía más que para orar en la iglesia, y que obedecía siempre a la
campana, cuando ésta le llamaba al oficio. Cuantos fueron a él se sintieron
animados en el servicio de Dios. Leía constantemente las Escrituras y, a pesar
de su avanzada edad, se empleaba en su celda en trabajos manuales «para no ser
presa de la ociosidad». El obispo da en seguida un breve resumen de la vida de
Odón, y hace notar que había sido nombrado prior del nuevo monasterio cartujo
de Geyrac, en Eslavonia. Pero que la cruel persecución de que le había hecho
objeto el obispo Dietrich le obligó a abandonar esa comunidad, e ir a Roma para
pedir permiso al Papa de renunciar a su cargo. La anciana abadesa de un
monasterio de Tagliacozzo le había ofrecido hospedaje, e impresionada por su
santidad, obtuvo licencia de guardarle como capellán de la comunidad. Muchos
otros testigos de la edificante vida de Odón hablaron de sus austeridades, de
su caridad y de su humildad.
Uno de ellos, el arcipreste Oderisio,
atestigua que estuvo presente en los últimos momentos de Odón, y que «éste se
hallaba acostado en el suelo de la dicha celda, vestido con una camisa de
cerdas, y que decía en su agonía: 'Espera un poco, Señor, espera un poco; ya
voy a Ti'; y cuando los presentes le preguntaron con quién hablaba, respondió:
'Con mi Rey, a quien estoy viendo y en cuya presencia me hallo'. Al pronunciar
estas palabras, el bienaventurado Odón se enderezó, como si alguien le tendiese
la mano, y con ellas extendidas, pasó al Señor». Esto acaecía el 14 de enero
del año 1200, y la edad de Odón se calculaba en cien años. El beato obró muchos
milagros en vida y después de su muerte, pero tenía horror de que las gentes le
atribuyesen poderes sobrenaturales. «Hermano -dijo a un hombre que solicitaba
su ayuda- ¿por qué te burlas de mí que soy un malvado pecador y un saco de
putrefacción? Déjame en paz; el único que puede curarte es Jesucristo, el Hijo
de Dios vivo»; y al decir esto, se le saltaron las lágrimas. El enfermo quedó
al punto sano de una enfermedad que, según el testigo, que le había conocido
personalmente, le atormentaba desde hacia muchos años. El culto del beato Odón
fue confirmado en 1859.
Ver Le Couteulx, Annales Ordinis
Cartusiensis (1888), vol. III, pp. 263-271. En el vol. IV, pp. 59-72, el editor
publica una selección de los testimonios sobre los milagros obrados en la tumba
del beato. Como esos testimonios datan de un año después de los hechos, se
trata de una de las mejores colecciones que se conservan sobre milagros de la
Edad Media. Ver la edición completa de esos documentos en Analecta Bollandiana,
vol. I, (1882), pp. 323-354. Cf. también Le Vasseur, Ephemerides, vol. I, pp.
60-68.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert
Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=185
Beato Odorico Mattiuzzi de Pordenone, religioso
presbítero
fecha: 14 de enero
n.: c. 1265 - †: 1331 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío VI 2 jul 1775
hagiografía: Directorio Franciscano
n.: c. 1265 - †: 1331 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío VI 2 jul 1775
hagiografía: Directorio Franciscano
En la ciudad de Udine, en la región de Venecia, beato
Odorico Mattiuzzi de Pordenone, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores,
que viajó por las regiones de los tártaros, de los indios y de los chinos hasta
la principal ciudad de China, llamada Kambalik. En todas estas regiones
convirtió a muchos a la fe de Cristo con su predicación del Evangelio.

Nacido en Villanova de Pordenone hacia
1265, Odorico fue una especie de Marco Polo de hábito, viajando en pos de las
almas. Antes de pedir permiso para ir al Oriente como misionero, Odorico había
llevado vida eremítica y había desarrollado actividades apostólicas en su
Friuli natal. Humildísimo y penitente, riguroso y silencioso, este hermano que
se vestía de túnica marrón, caminaba descalzo y se alimentaba de pan y agua,
estaba bien preparado para la vida misionera y para los viajes largos e
incómodos. Y su viaje fue bien largo, pues duró 33 años. De Venecia a
Trebisonda, de donde siguió por tierra. Penetró en Armenia, atravesó la Persia,
y en Ormuz se embarcó de nuevo hasta llegar a la India, después de tocar tierra
de la actual Indonesia y Filipinas. En India recogió las reliquias de cuatro
franciscanos martirizados, y volvió a embarcarse. Finalmente llegó a Zaiton, en
China del Sur.
En Zaiton Fray Odorico se sintió como en
su casa. Los franciscanos ya tenían allí dos florecientes conventos. Hacía casi
un siglo que los Hermanos Menores habían hecho su camino hacia el Oriente. El
primer intento misionero, el de Juan de Pian Carpino, compañero de San Francisco,
no había tenido éxito esperado; pero más tarde, otro franciscano italiano, Juan
de Montecorvino, no solamente había llegado a China, sino que había permanecido
allí largamente, llegando a ser arzobispo y Patriarca del Extremo Oriente. La
cátedra arzobispal de Kambalik, el actual Pekín, capital del imperio mongol y
sede del Gran Khan. Odorico llegó allí en 1325 y permaneció tres años.
Juan de Montecorvino y sus franciscanos ya
habían realizado miles de conversiones. Odorico no fue menos. En breve tiempo
administró más de veinte mil bautismos. Pero el viejo arzobispo quiso que el
fraile del Friule regresara a Italia para contar al Papa la situación del
Oriente y para pedir nuevos misioneros para la extensa diócesis. Odorico se
puso en camino, esta vez por tierra. Cubrió esta larga distancia en poco más de
dos años y en 1330 estaba de regreso en Venecia. Quiso ir de inmediato a donde
el Papa Juan XXII, a Aviñón, pero en Pisa se enfermó gravemente. Se hizo llevar
al convento de Padua, donde dictó a un cohermano la relación de su viaje y de
las actividades misioneras de los franciscanos en el Extremo Oriente, que otro
presentó al Papa de parte del hermano enfermo. Mientras Odorico en su convento
de Udine moría el 14 de enero de 1331, de 66 años de edad, otros 50 misioneros
franciscanos partían para Khambalik a proseguir la obra apostólica iniciada y
desarrollada heroicamente por estos invictos pioneros del Evangelio. Su cuerpo
reposa en la iglesia del Carmen, en Udine. Su culto fue aprobado por Pío VI el 2
de julio de 1775.
De Ferrini-Ramírez, Santos franciscanos
para cada día. Asís, Ed. Porziuncola, 2000, pp. 21-22, que nosotros tomamos del
web Franciscano.
fuente: Directorio
Franciscano
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