San Eustracio de Bitinia
San Eustracio «Taumaturgo», abad
En el monte Olimpo, en Bitinia, san Eustracio, llamado «Taumaturgo», abad del monasterio de Abgaro.
San Eustracio, llamado «El taumaturgo» por sus poderes milagrosos, es conocido a través de las inscripciones en los "meneis" griegos, es decir, de los antiguos santorales mensuales del rito oriental, que además de mencionar a los santos, traían una breve historia (un poco más desarrolladas que los "elogios" de los martirologios históricos, como el Romano), que muchas veces es la fuente única para su conocimiento. Con todos los límites de esos géneros hagiográficos, que muchas veces exageran lo extrardinario, o dan cabida a leyendas incontrastables, son sin embargo fuentes preciosas para remontar la dimensión histórica del culto a los santos.
En el caso de Eustracio, se nos cuenta que era originario de una aldea de Bitinia, y que fue educado piadosamente por sus padres. A la edad de veinte años, inflamado del deseo de una vida de perfección, escapó de su casa e ingresó como monje en el claustro de Abgaro en Mysia (Monte Olimpo), fundado por Gregorio y Basilio, de los que su familia descendía. Llevó allí una vida de piedad ejercitando todas las virtudes propias de un monje, en especial la estricta autonegación. Se ha conservado como curiosidad que sólo dormía sobre el lado izquierdo.
Durante la persecución iconoclasta los monjes fueron expulsados de sus lugares, y Eustracio también tuvo que retirarse, pero pasada la crisis volvió al monasterio, de donde llegó a ser abad. Murió allí, luego de una vida santa adornada con milagros de toda índole, a los 95 años de edad. Su vida se desarrolló en el siglo IX, sin que sea posible establecer fechas más precisas.
Acta Sanctorum, enero, I, pág 598, que traduce al latín la hagiografía de los meneis.
Julián y Basilisa, Santos
Mártires, 9 de enero
Por: José Gros y Raguer | Fuente: Multimedios.org

Esculturas de San Julián y Santa Basilisa procedentes de la desaparecida iglesia del mismo nombre, en Valladolid.
En la actualidad están en la parroquia de San Miguel y San Julián en Valladolid.
Por: José Gros y Raguer | Fuente: Multimedios.org

Mártires
Martirologio Romano: En Antinoe, de la Tebaida (hoy Egipto), santos Julián y Basilisa, mártires (s. IV).
Etimología: Julián = Aquel que pertenece a la familia Julia, es de origen latino.
Etimología: Julián = Aquel que pertenece a la familia Julia, es de origen latino.
Mártir en Antince (Egipto); a menudo se le confunde con San Julián de Anazarba, situándole por este motivo en Antioquía, de Siria. Martirizado durante la persecución de Diocleciano y Maximiano a finales del siglo III. - Fiesta: 9 de enero.
Julián es el paradigma de la castidad cristiana. En nuestro tiempo de materialismo, cuando el concepto de la castidad va decayendo visiblemente, la imagen de San Julián y de su esposa Santa Basilisa resaltan con maravillosos fulgores. San Julián es uno de los esclarecidos héroes del cristianismo.
Hijo único de una noble y rica familia, profundamente educado en la religión cristiana, tenía hecho voto de castidad cuando al cumplir los dieciocho años de edad sus padres se empeñaron en que contrajese matrimonio con una joven de igual nobleza, llamada Basilisa. Temeroso el virtuoso muchacho de faltar a su voto, pero sintiendo también desobedecer a sus padres, acude al Señor con la oración y el ayuno. Y dice la tradición que por celestial revelación le fue dado a conocer que con su esposa podría guardar la anhelada virginidad. Julián y Basilisa son milagrosamente arrastrados hacia el amor virginal; apareciéndoseles Nuestro Señor Jesucristo, que aprueba su determinación de conservarse castos. Desde aquel día consagran plenamente sus vidas a los demás. Reparten sus bienes entre los pobres y se retiran a vivir en dos casas situadas en las afueras de la ciudad que convierten en monasterios. A la de Julián acuden hombres de todas las clases sociales, para que les guíe con sus prudentes y santos consejos. A la de Basilisa una multitud de muchachas que, edificadas con el ejemplo de su virtud, muchas de ellas abrazan la vida religiosa viviendo en santa paz bajo su dirección. Muy pronto la fama de ambos esposos se extenderá por todo el Imperio.
Suscitada en aquel tiempo la persecución de Diocleciano y Maximiano contra el Cristianismo, se ordena apresar y encarcelar a Julián y a cuantos con él residen en su apacible monasterio.
San Julián profesa con gran valentía ante el tirano su fe en Cristo Jesús. Hay expectación en la gente cuando Marciano, el juez, increpa con solemnidad a Julián: "Adora a los dioses". "No hay más omnipotente que Dios, Nuestro Padre". "Obedece los decretos del emperador". "Jesucristo es mi único César". "¿Crees en un Crucificado?" "Él tiene escuadrones inmortales". "Marcharás a la muerte". "El emperador de Roma también es polvo y en polvo se convertirá". "¿Te ríes de nuestros dioses y de nuestro emperador? Ante los tormentos no habrá réplicas". Marciano, viéndose fracasado intenta cambiar de táctica para vencerle: "Tus padres, Julián, fueron nobles. Te daremos honores". "Desde el cielo me alientan a permanecer fiel a mi santa religión".
Lleno de confusión, el magistrado condena a Julián a morir degollado. Su gloriosa muerte arrastra hacia la fe en Cristo a muchos paganos, que admiran su firmeza. Y la proyección de su ejemplaridad se dilata a través de los siglos en la devoción de los fieles.
Basilisa murió en la paz del Señor, después de haber sido muy perseguida.

Esculturas de San Julián y Santa Basilisa procedentes de la desaparecida iglesia del mismo nombre, en Valladolid.
En la actualidad están en la parroquia de San Miguel y San Julián en Valladolid.
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