sábado, 24 de junio de 2017

Islamofobia y cristianofobia 24062017

Islamofobia y cristianofobia

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24 junio 2017


            Conocen Vds. el último –y a fecha de hoy todavía curioso por novedoso- atentado acontecido en Londres en la que, contrariamente a lo que viene ocurriendo hasta la fecha, ha sido una persona de religión no islámica la que se ha abalanzado contra un objetivo relacionado con el islam.

            La primera ministra Theresa May no se lo ha pensado dos veces para calificarlo con el peor de los términos que el lenguaje actual reserva para los comportamientos humanos, el de la fobia, y lo ha calificado como un atentado “islamófobo”… la fuerza de las palabras. Y me he preguntado, ¿alguna vez se ha calificado los atentados, los muchísimos ya, producidos en suelo europeo últimamente como “cristianófobos”?

            Alguien podría objetar que el autor del atentado de Londres se dirigió específicamente contra un templo islámico, una mezquita, por lo que su intención era específicamente religiosa, en tanto los islamistas de Niza, París, Londres, se abalanzaban contra simples concentraciones de personas que se hallaban congregadas con una finalidad no relacionada con la religión… a lo que se podría responder que aunque en la actuación de las víctimas no hubiera en ese momento dado una finalidad religiosa, en la de los terroristas sí la había y la hay, y por poco cristianos que se consideren a sí mismos las víctimas, los terroristas sí atentan contra ellos por pertenecer a una religión concreta, el cristianismo, a la que, encima, desprecian no tanto en cuanto religión sino por cuanto consideran a sus adeptos como depravados y degenerados.

            Pero eso no es todo. Es que se han producido ya en suelo europeo atentados con muchas víctimas específicamente dirigidos contra prácticas que son específicamente cristianas y nada más que cristianas: ahí está la iglesia asaltada en Francia con el resultado de un sacerdote degollado, el cual pudo acabar con más víctimas, o el ocurrido en Alemania contra un mercadillo de navidad, con el resultado aquí sí, de muchas víctimas… Y la pregunta que me hago es: ¿habló alguien entonces de cristianofobia?

            Si en Europa la finalidad cristianofónica de los atentados puede aparecer más disuelta y difusa no tanto por la intencionalidad del agresor, muy clara en él, como, según ya hemos dicho, por la resistencia del agredido en reconocerse en el cristianismo (un hecho crucial en el que puede radicar el fracaso de Europa a medio plazo), fuera de Europa los atentados que se producen desde ámbitos radicales islamistas en Egipto, en Siria, en Nigeria, en Libia, en Pakistán en tantos lugares del mundo, contra las comunidades cristianas locales, no ofrecen, por el contrario, la menor duda de cristianofobia… Y la pregunta es una vez más la misma: ¿ha utilizado algún político o algún medio la palabra “cristianofobia”?

            La cristianofobia además, y por desgracia, no es en absoluto privativo del islamismo radical y de los musulmanes radicales que realizan atentados en Europa y en otros lugares del mundo. La cristianofobia es un sentimiento muy difundido, muy importante, presente hoy día en amplios sectores de muchos de los movimientos que están dando forma a la sociedad contemporánea occidental. Hay cristianofobia, y mucha y muy patente, en círculos muy vastos de la izquierda; hay cristianofobia en sectores muy extensos del feminismo; hay cristianofobia en ámbitos muy importantes del movimiento gay; hay cristianofobia en facciones muy amplias del movimiento ateísta… y esto hay que decirlo en voz alta. Por lo menos, en voz tan alta como la que alzamos para hablar de islamofobia cuando de un atentado como el de Londres se trata.

            Y bien amigos, con esta reflexión les dejo por hoy. No sin desearles como siempre, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.

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