domingo, 2 de julio de 2017

San Bernardino Realino. Confesor. Auxilio de los enfermos y de los presos (2 de julio)


San Bernardino Realino. Confesor. Auxilio de los enfermos y de los presos

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San Bernardino se entregó al cuidado pastoral de los presos y de los enfermos, y al ministerio de la palabra y del sacramento de la penitencia

 
San Bernardino Realino (1 diciembre 1530 al 2 julio 1616) fue un sacerdote jesuita de Italia. Un gran predicador y modelo de confesor. Pasó toda su carrera en el ministerio en la zona de Nápoles y en Lecce, ocupándose de la atención a los enfermos y de los presos

Fiesta: 02 de julio

Martirologio Romano: En Lecce, en la Apulia, san Bernardino Realino, presbítero de la Compañía de Jesús, ilustre por su caridad y su benignidad, que, despreciando los honores del mundo, se entregó al cuidado pastoral de los presos y de los enfermos, y al ministerio de la palabra y del sacramento de la penitencia. (1530-1616).

Biografía de San Bernardino

San Bernardino Realino nació en una familia noble de Capri, Italia en 1530. Después de recibir una educación cristiana profunda y devota a manos de su madre, se fue a estudiar medicina en la Universidad de Bolonia, pero después de tres años cambió a leyes y recibió su doctorado en 1563.
La noticia de su aprendizaje, dedicación y brillantez legal se extendió rápidamente, y en 1554 fue convocado a Nápoles para asumir el cargo de auditor y teniente general.
Poco después, siendo aún joven y ejemplar, llegó a la conclusión de que tenía una vocación religiosa y, ayudado por su devoción a la Virgen, se unió a la Compañía de Jesús, siendo ordenado sacerdote en 1567.
Durante tres años trabajó sin descanso en Nápoles, dedicándose con entusiasmo al servicio de los pobres y a los jóvenes, y luego fue enviado a Lecce, donde permaneció durante los últimos cuarenta y dos años de su vida.

Sus obras y apostolados

San Bernardino ganó un amplio reconocimiento como resultado de sus labores apostólicas incesantes. Él era un confesor modelo, un poderoso predicador, un maestro diligente de la fe a los jóvenes, un pastor dedicado de almas, así como rector de la universidad jesuita en Lecce y Superior de la Comunidad.
Su caridad a los pobres y los enfermos no tenía límites y su bondad provocó el final de venganzas y escándalos públicos que surgieron de vez en cuando.
Así fue que en gran medida, este santo amado y apreciado por su pueblo, en el año 1616, mientras yacía en su lecho de muerte, muchos magistrados de la ciudad solicitaron formalmente que él debía tomar la ciudad bajo su protección.

Su muerte

Incapaz de hablar, San Bernardino inclinó la cabeza. Murió con los nombres de Jesús y María en los labios. Su fiesta es el 02 de julio. Tenía 86 años
Después de su muerte en 1616, se reportaron que las reliquias de su sangre manifestaron el milagro de la licuefacción.
San Bernardino fue canonizado en 1947 por el Papa Pío XII. Su fiesta es el 2 de julio. Sus reliquias se conservan en Lecce, en la Iglesia del Gesú.
 

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