lunes, 11 de septiembre de 2017

Agencia Fides 11092017









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Newsletter del 11-09-2017







News


ÁFRICA/ZAMBIA - Los obispos: “la propagación de las 'sexy party' son signo de la decadencia moral de los adolescentes”

Lusaka (Agencia Fides) - “La iglesia católica está preocupada por la decadencia moral que está absorbiendo a algunos chicos y chicas como lo demuestran los jóvenes involucrados en actividades inmorales, como orgías a base de alcohol y sexo, en Lusaka y en Livingstone” afirma p. Winfield Kunda, Director de Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal de Zambia (Zambia Conference of Catholic Bishops –ZCCB) en una declaración a cerca del descubrimiento, el pasado 3 de septiembre, de un “sex party” en una casa cerca de Lusaka en la que han participado unos 70 adolescentes de edades comprendidas entre los 13 y 18 años.
Se trata del último de una serie de episodios similares ocurridos recientemente en la capital Lusaka y en Livingstone.
“La propagación de estos actos, si no es interrumpida completamente y detenida, podría hacer explotar la situación. Nos deja a todos desconcertados sobre que tipo de familia podrán formar estos jóvenes en el futuro y en consecuencia sobre en lo que se convertirá nuestra nación” continúa el p. Kunda.
Además del peligro de embarazos prematrimoniales, este tipo de actos incrementa el contagio del sida, subraya el portavoz de la Conferencia Episcopal.
“Los chicos que han sido sorprendidos cometiendo estos actos en grupo, no deberían ser abandonados a su suerte sino que es necesario aconsejarles sobre los peligros de tales actos, advirtiéndoles que el futuro de Zambia depende de ellos. Sus padres deberían en lugar de protegerles a toda costa, ayudar a que sean encaminados por la justa vía, ayudando en la formación moral de sus hijos” concluye el p. Kunda. (L.M.) (Agencia Fides 11/9/2017)



ASIA/INDIA - “No se puede callar ante el propagarse del extremismo hindú”: carta abierta a los líderes cristianos

Nueva Delhi (Agencia Fides) – “Nosotros como cristianos indios, estamos preocupados por el cambio que vemos en nuestro país que, de democracia pluralista, se está convirtiendo casi en una especie de reino dominado por una ideología hindú. Parece existir un diseño sistemático para socavar la constitución democrática. Las instituciones a menudo parecen flanquear a los grupos radicales. Los que son víctimas se convierten en acusados, los procesos judiciales son controlados y prevalece una narración basada en en la propia identidad religiosa y de casta. Los medios parecen silenciosos, autocensurados, forzados por el Estado o impulsados por intereses empresariales. Estamos asistiendo a una erosión de los principios del país, como la libertad y la igualdad, mientras se afirma una nueva cultura coercitiva que destruye a la sociedad”: así lo afirma una carta recibida en la Agencia Fides – dirigida a los jefes de las Iglesias y a otros líderes cristianos, firmad a por 101 activistas e intelectuales cristianos muy conocidos, entre los cuales se encuentran educadores, activistas, abogados, periodistas, teólogos, filósofos, académicos y pastores.
El nacimiento espontáneo en muchas ciudades del movimiento público #NotInMyName muestra “el sentimiento común indio contra la ideología del odio” e invita a todos a no permanecer en silencio, se afirma en el texto, mientras la sociedad sigue bajo shock por el reciente asesinato del periodista Gauri Lankesh, un gran crítico de la política nacionalista hindú.
La carta señala “el doble carril que sigue el gobierno”: por un lado dice estar en primera fila en lo que respecta al desafío global del terrorismo internacional, pero por otro “minimiza el impacto de los movimientos nacionalistas y violentos que atacan sobre todo a los débiles y a los marginados. De hecho, las víctimas, son sobre todo dalit, tribales y minorías religiosas”.
El número de actos violentos sólo contra los cristianos, en los últimos tres años (2014-2016) – señala el texto – asciende a 600, mientras “crecen el boicot y la discriminación social que inciden sobre el derecho a la vida, al alimento y al sustento”. El National Crime Records Bureau ha documentado 47.064 actos de violencia contra los dalits en el 2014, mientras la violencia contra los musulmanes ha alcanzado un pico alarmante.
La carta señala con preocupación que “el odio también es propagado por parte de los diputados del Parlamento y a veces por los mismos ministros del gobierno, que representan el marco institucional de esta violencia”. “Es inevitable, quizás de forma deliberada, que tales cuestiones distraigan la atención de los problemas reales de la gente y de las políticas económicas que inciden negativamente en los trabajadores, agricultores y jóvenes”. Según los autores de la carta, “la política actual va contra todo principio fundamental humano y constitucional de igualdad y dignidad y no preserva el bien común”.
Los redactores de la carta recuerdan que “la comunidad cristiana posee un legado digno de elogio en lo que respecta a la tradición profética, la defensa de la justicia, de los derechos humanos, de los oprimidos y de los marginados y, por tanto, está llamada a defender abiertamente la verdad, y a protestar contra las violaciones de estos principios”.
“Los cristianos son la sal de la tierra... ¿o se han vuelto tibios?” se lee en el texto. “Las iglesias deben actuar antes de que sea demasiado tarde. Como ciudadanos y como cristianos, es tiempo de estar del lado de las víctimas para ser la voz de los pobres y de los marginados; es tiempo de colaborar con la sociedad civil para difundir la verdad; es tiempo de retomar iniciativas para prevenir una ulterior erosión de nuestros valores humanos y constitucionales. Por ello invitamos humildemente a todos los líderes cristianos y jefes de las iglesias a reflexionar y dirigir la comunidad cristiana en la India por el camino de la verdad, del amor y de la justicia”, concluye la carta. (PN-PA) (Agencia Fides 11/9/2017)



ASIA/FILIPINAS - Los líderes católicos: no se puede gobernar el país con homicidios

Manila (Agencia Fides) - “En la cruzada contra la droga lanzada por el presidente Duterte, los asesinatos extrajudiciales continúan con un ritmo de unas mil víctimas al mes. Y los primeros que se ven afectado son los pobres. Para comprender la gravedad del fenómeno, basta pensar que bajo la dictadura de Marcos, uno de los periodos más oscuros de la historia nacional, se producían 250 al año. Tenemos un presidente serial killer y el estado se está convirtiendo en un Estado-killer. Como cristianos no podemos quedarnos indiferentes”: esta es la alarma que ha lanzado, a través de la Agencia Fides, el jesuita filipino Albert Alejo, antropólogo y docente en el Ateneo de Manila University, comprometido con un grupo de religiosos de otras congregaciones y de laicos católicos en crear conciencia sobre la situación para poner fin a la campaña de homicidios y de violaciones de los derechos humanos que atraviesa la nación bajo la presidencia de Rodrigo Duterte. “Existe un desprecio total hacia la vida humana, quienes comenten delitos quedan impunes, se están destruyendo las reglas elementales del Estado de derecho y de la democracia: ¿podemos quedarnos en silencio o ignorar esta situación?”, se pregunta el jesuita, en una conversación con la Agencia Fides.
La persistencia de la violencia perpetrada por la policía y por grupos de vigilantes que eliminan a los pequeños traficantes y a los drogodependientes ha generado recientemente nuevas reacciones de los obispos filipinos. El Cardenal Luis Antonio Tagle, Arzobispo de Manila, ha declarado en los últimos días que “el país no puede estar gobernado por la violencia”. “Con dolor y horror se siguen recibiendo noticias cotidianas de homicidios, en gran parte victimas de ser sospechosos traficantes de drogas o drogadictos”, ha revelado. “No podemos permitir que la destrucción de la vida sea algo cotidiano. No se puede gobernar la nación con homicidios, esto no es humano”, ha dicho Tagle, mientras en la nación se difunden noticias sobre nuevas investigaciones que ven involucrados a miembros de la policía secretamente implicados en los asesinatos extrajudiciales.
El Cardenal ha invitado a un “cambio de corazón” y a redescubrir “la inclinación al bien y al amor al prójimo” y ha pedido a los sacerdotes que muestren solidaridad y cercanía hacia las familias de las victimas, afligidas por el dolor. Por ello en muchas diócesis filipinas, incluida Manila, a las 8 de cada tarde sonarán las campanas de las iglesias durante cinco minutos, invitando a los fieles a recordar a las victimas de los homicidios extrajudiciales y a rezar por ellos.
Sin negar la existencia del problema de la difusión y del tráfico de drogas en la nación, la iglesia filipina considera injustos y poco adecuados los medios para combatir el fenómeno. Por ello a finales de agosto se reunieron en un encuentro especial, los obispos, los representantes del gobierno, las autoridades de policía, los líderes de las organizaciones no gubernamentales con el objetivo de desarrollar una partnership entre los diferentes sectores de la sociedad y del gobierno, e iniciar una proficua colaboración para combatir la droga de forma diferente. “Espero que este tipo de diálogo pueda continuar a varia escala”, ha dicho el cardenal. (PA) (Agencia Fides 11/9/2017)



AMÉRICA/VENEZUELA - Programa humanitario de Cáritas Venezuela para contrastar el hambre y la desnutrición

Caracas (Agencia Fides) - “Ollas solidarias” es una de las iniciativas iniciadas por Cáritas Venezuela para contrarrestar la escasez de alimentos en los sectores más pobres de la población del país, especialmente entre los niños, los adultos y los enfermos. El programa fue lanzado oficialmente en febrero de 2017, con la Campaña “Compartir” que la Conferencia Episcopal Venezolana realiza todos los años al inicio de la Cuaresma. La iniciativa representa la respuesta inmediata de la Iglesia a la desnutrición infantil, especialmente entre los niños menores de cinco años.
Los obispos, se lee ne la nota enviada a la Agencia Fides, saben que el Programa no será suficiente para resolver el problema del hambre en Venezuela si el Estado no toma conciencia plenamente de este drama y permite un canal humanitario para la entrada de alimentos y medicinas. La iniciativa de Cáritas, con el lema: “Ollas solidarias... todavía queda mucho por hacer”, se ha arraigado en muchas iglesias y centros comunitarios del país. Sin embargo, cada vez es más difícil conseguir alimentos nutritivos para preparar comidas y satisfacer la demanda que aumenta cada día.
Una de estas experiencias de las “Ollas solidarias” tiene lugar en la Parroquia Universitaria “Epifanía del Señor” de la Archidiócesis de Caracas, llevada a cabo por el sacerdote jesuita Raúl Herrera junto con muchos fieles laicos. “Para nuestros comensales está claro que esta comida diaria no soluciona el problema subyacente, pero al menos puede mitigar el hambre”, ha explicado uno de los colaboradores del sacerdote. “Cada día, como ocurrió el pasado domingo, asistimos a más de 200 personas que reciben más de 5.000 litros de sopa con carne, pollo y verduras. Les servimos en la mesa, dando prioridad a los mayores y a los niños, asegurándonos de que todos tengan que comer”, ha añadido.
Según la coordinadora del programa SAMAN de Cáritas Venezuela, el pasado 31 de julio se registró un aumento en la tasa de desnutrición severa entre los niños menores de 5 años de edad. En el mismo estudio también se revela que el 60% de los 486 niños menores de 5 años pesados y medidos por Cáritas tienen déficits nutricionales. (AP) (11/9/2017 Agencia Fides)



AMÉRICA/COLOMBIA - “No se resistan a la reconciliación”: pide el Papa a los colombianos

Bogotá (Agencia Fides) – “Demos el primer paso” ha sido el lema del viaje apostólico a Colombia del Papa Francisco, que acaba de terminar, para apoyar el proceso de reconciliación en curso en el País desestabilizado por más de 50 años de guerra y sobre el que ha hablado repetidamente. “La reconciliación no es una palabra abstracta; si eso fuera así, sólo traería esterilidad, más distancia. Reconciliarse es abrir una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto” ha subrayado el Papa durante la Misa que ha presidido el 8 de septiembre en Villavicencio. “Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz. Es necesario que algunos se animen a dar el primer paso en tal dirección, sin esperar que lo hagan los otros. ¡Basta una persona buena para que haya esperanza! ¡Y cada uno de nosotros puede ser esa persona!”
Sin embargo reconciliarse “no significa desconocer o disimular las diferencias y los conflictos. No es legitimar las injusticias personales o estructurales. El recurso a la reconciliación no puede servir para acomodarse a situaciones de injusticia” ha remarcado el Papa, especificando que “todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación será un fracaso”. Durante la Misa, el Papa ha beatificado a los colombianos Mons. Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo de  Arauca, y al  sacerdote diocesano Pedro María Ramírez Ramos, mártir de Armero, definiendo a ambos “expresión de un pueblo que quiere salir del pantano de la violencia y el rencor ”.
En el “Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional”, también en Villavicencio, durante la misma jornada, con los representantes de las víctimas de la violencia, militares y agentes de policía, ex guerrilleros, reunidos a los pies del Crucificado de Bojayá, que el 2 de mayo de 2002 “presenció y sufrió la masacre de decenas de personas refugiadas en su iglesia”, el Papa ha subrayado: “Esta imagen tiene un fuerte valor simbólico y espiritual. Al mirarla contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas, tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios. Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela...nos muestra una vez más que Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida y resurre cción, para que junto a Él y con Él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor”.
Haciendo referencia a los testimonios escuchados poco antes, “historias de sufrimiento y amargura, pero también y, sobre todo, historias de amor y perdón que nos hablan de vida y esperanza”, el Papa Francisco ha exhortado a los colombianos diciendo: “no tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”.
Además el Papa ha lanzado una invitación a “ir a lo esencial, renovarse , involucrarse”, durante la Misa en el Aeropuerto “Enrique Olaya Herrera” de Medellín, el 9 de septiembre. Ir a lo esencial “es más bien ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida. Jesús enseña que la relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, ni tampoco un cumplimiento de ciertos actos externos que no llevan a un cambio real de vida”. Luego ha animado a no tener miedo de la renovación, ya que “la Iglesia siempre está en renovación”, para responder mejor a la llamada del Señor. “Y en Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los discípulos el estilo de vida de Jesús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconciliación y de paz”. “Hoy a nosotros se nos pide crecer en arrojo, en un coraje evangélico que brota de saber que son muchos los que tienen hambre, hambre de Dios, hambre de dignidad, porque han sido despojados” y  Jesús nos pide, como lo hizo a sus discípulos, “comer el pan de Dios, comer el amor de Dios, comer el pan que nos lleva a sobrevivir también”. Por último ha dirigido un llamamiento a la iglesia en Colombia, llamada “a empeñarse con mayor audacia en la formación de discípulos misioneros. Discípulos que sepan ver, juzgar y actuar, sin miopías heredadas; que examinen la realidad desde los ojos y el corazón de Jesús, y desde ahí juzguen. Y que arriesguen, que actúen, que se comprometan”.
La última gran celebración eucarística ha sido presidida por el Santo Padre este domingo 10 de septiembre en la área portuaria de Contecar (Cartagena de Indias). Como ha recordado en la homilía, desde hace 32 años, Cartagena de Indias  es en Colombia, la sede de los Derechos Humanos , porque aquí “gracias al equipo misionero formado por los sacerdotes jesuitas Pedro Claver y Corberó, Alonso de Sandoval y el Hermano Nicolás González, acompañados de muchos hijos de la ciudad de Cartagena de Indias en el siglo XVII, nació la preocupación por aliviar la situación de los oprimidos de la época, en especial la de los esclavos, por quienes clamaron por el buen trato y la libertad”.
Inspirándose en la Palabra de Dios de la liturgia del día, el Papa ha recordado: “En estos días escuché muchos testimonios de quienes han salido al encuentro de personas que les habían dañado. Heridas terribles que pude contemplar en sus propios cuerpos; pérdidas irreparables que todavía se siguen llorando, sin embargo han salido, han dado el primer paso en un camino distinto a los ya recorridos”.
No son suficientes los diseño de marcos normativos y arreglos institucionales entre grupos políticos o económicos para garantizar la paz sin un encuentro personal entre las partes que provoque el nacimiento de una auténtica “cultura de paz”. “Ningún proceso colectivo nos exime del desafío de encontrarnos, de clarificar, perdonar – ha puesto en guardia el Papa -. Las heridas hondas de la historia precisan necesariamente de instancias donde se haga justicia, se dé posibilidad a las víctimas de conocer la verdad, el daño sea convenientemente reparado y haya acciones claras para evitar que se repitan esos crímenes. Pero eso sólo nos deja en la puerta de las exigencias cristianas.  A nosotros cristianos se nos exige generar «desde abajo», generar un cambio cultural: a la cultura de la muerte, de la violencia, responder con la cultura de la vida y del encuentro… En el encuentro entre nosotros re-descubrimos nuestros derechos, recreamos la vida para que vue lva a ser auténticamente humana”. (SL) (Agencia Fides 11/9/2017)






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