Novena a los Ángeles Custodios. Día 7: Un celo ardiente por la salvación
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Nuestro Ángel de la guarda se encuentra siempre listo para ayudarnos a tomar impulso en decir y hacer nuestras oraciones con fe y devoción. Ellos están dispuestos a ayudarnos para que evitemos el pecado y son capaces de alcanzarnos las gracias necesarias para nuestra salvación
El Ángel de la Guarda está dispuesto a ayudarnos para que tomemos conciencia de cada hecho de nuestra propia vida para que interiormente reflexionemos sobre nuestras malas acciones y por aquellas otras que hemos omitido. Él está dispuesto a animarnos y a movernos a participar de la Santa Misa todos los días y pasar tiempo con Nuestro Amado en su presencia real, cuando nos sentimos cansados y nos faltan las ganas. El Ángel de la Guarda también nos guía en nuestros sufrimientos, nos da fuerza y consuelo en las penas. para que tomemos esas cargas como nuestro purgatorio sobre la tierra, viviendo con espíritu de penitencia y ofreciendo y orando constantemente en reparación por nuestros pecados y los de todo el mundo. Tu Ángel de la Guarda está siempre dispuesto a ayudarte en el camino de la santidad. ¿Se lo permitirás? ¿Dejarás que tu Ángel Custodio te asista y le confiarás cada palabra, acción y pensamiento para llevarte así a alabar por siempre al dulce y eterno Amor? A continuación te indicamos el modo de rezar la novena a los Ángeles Custodios
Oraciones inicialesSeñal de la Cruz: Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.Acto de contrición: Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén Oración para el séptimo día:
Un celo ardiente por la salvación
Oh mi grandioso y poderoso intercesor, mi fiel Ángel de la Guarda, te ruego, por el celo que Dios te ha dado para la salvación eterna de mi alma, que me alcances la gracia de tener también un celo ardiente y prudente por la salvación de mi prójimo, de manera que yo pueda conseguir los méritos para la salvación eterna. Amén
Oraciones finales
Ángel custodio mío, Tú vienes de lo más alto del cielo; Dios te ha encomendado la misión de cuidar de mí. Ven y refúgiame bajo tus alas. Aligera mi camino, dirige todos mis pasos. No me dejes en el momento de la prueba, permanece bastante cerca de mí y defiéndeme contra el espíritu malo. Pero, sobre todo, ven en mi ayuda en la última batalla por mi vida. Libra mi alma de toda impureza, para que contigo pueda alabar, amar y contemplar la eterna bondad de Dios Padre para siempre. Amén
Ángel de la Guarda, dulce compañía, No me desampares, ni de noche ni de día, hasta que descanse en los brazos de Jesús, José y María. Amén
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y GloriaTodos los días de la novena:
Redacción: Qriswell J. Quero | PildorasdeFe.net
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