sábado, 17 de junio de 2017

Rezar y movilizarse para poner fin a la industria de muerte: P. Frédéric Fornos 16062017

Rezar y movilizarse para poner fin a la industria de muerte: P. Frédéric Fornos

En junio, el Papa invita a rezar por los responsables de las naciones, para que se comprometan con decisión a poner fin al comercio de las armas”. - AP
16/06/2017 16:02
“Por los responsables de las naciones, para que se comprometan con decisión a poner fin al comercio de las armas, que causa tantas víctimas inocentes”: es la intención de oración del Santo Padre para este mes de junio. En Radio Vaticano, el padre Frédéric Fornos SJ, Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa y del Movimiento Eucarístico Juvenil, explica para nuestra audiencia esta intención de oración del Pontífice.
 
Desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia de Junio 2017
Cada mes el Papa Francisco nos da a conocer los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia que discierne en el mundo y que confía a nuestra oración y acción. El desafío de la humanidad para este mes, expresado por la intención del Papa, choca con nuestra actualidad. ¿Quién no escuchó hablar del contrato de armamento de millones y millones de dólares que firmó últimamente el gobierno de Estados Unidos con Arabia Saudita? Sin hablar de todos los demás contratos de armamentos que se escucha regularmente como si fuera un gran éxito comercial, con el riesgo, a lo mejor, de estar más interesados por las guerras existentes que por favorecer la paz.
En “El Video del Papa” de este mes Francisco dice: “Es una absurda contradicción hablar de paz, negociar la paz y, al mismo tiempo, promover o permitir el comercio de armas” Palabras fuertes que meten a la luz no solo el desafío que representa este comercio de armas en el mundo pero también, muchas veces, la hipocresía de los gobiernos. En este sentido las imágenes del video son impactantes: manos que firman la paz… o bien que firman contratos de armas. Manos de sangre. El Papa Francisco dice en su video: “Esta guerra de allá, esta otra de allí, ¿es de verdad una guerra por problemas o es una guerra comercial para vender estas armas en el comercio ilegal y para que se enriquezcan los mercaderes de la muerte?” ¡Tantos intereses industriales, estratégicos y políticos opacos que causan víctimas inocentes en todo el mundo!
El comunicado de prensa de El Video del Papa dice que “según un estudio del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el comercio global de armas se ha elevado a su máximo nivel desde el final de la Guerra Fría. El incremento fue ocasionado por los conflictos en Medio Oriente, las tensiones en el Mar del Sur de China y la percepción de la amenaza de Rusia a sus vecinos. La mayoría de las ventas de armas proviene de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido. Entre las principales fabricantes también se encuentran Alemania, España e Italia, mientras que entre los principales compradores aparecen Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Turquía”
El pedido del Papa este mes es contundente. Unión y compromiso, para que los responsables de las naciones se comprometan, con firme decisión, a poner fin al comercio de las armas. ¿Conocemos las industrias y bancos de nuestro país que se benefician del comercio de las armas?” Estaríamos sorprendidos.
El Papa Francisco una vez más invita a ser constructores de paz. Hoy invitaba a unirse a la iniciativa de oración “un minuto por la paz”, en el aniversario de su encuentro en el Vaticano con el difunto Presidente israelí Peres y el Presidente palestino Abbas. Decía: “En nuestro tiempo hay tanta necesidad de rezar – cristianos, judíos y musulmanes – por la paz”. Con su intención de oración de este mes, oramos por la paz: para que los responsables de las naciones se comprometan, con firme decisión, a poner fin al comercio de las armas
Esta industria de muerte es indecente cuando se ve lo que produce la guerra, cuando no solo vemos cifras y ventas que ayudan nuestras economías en crisis, pero hombres y mujeres, niños inocentes, que en tantos lugares sufren, lloran, quedan inválidos, pierden seres queridos, mueren. Sin contar las migraciones generadas y el aumento de los refugiados que con la fuerza de la desesperación huyen a otros países. Cuando estuve en Kenia me contaban como grupos armados en el Sur Sudan actuaban, amenazando, asesinando, buscando dinero en los colegios, los centros sanitarios, con armas tan fáciles de comprar. 
¿Cuándo nos despertaremos? ¿Cuándo tendremos normas que impidan vender armas a los países en guerra, y que obligue a poner en primero los Derechos Humanos por encima los criterios mercantilistas, o que impidan adquirir la última tecnología bélica? A lo mejor ya existen… pero no se ve mucho el resultado. Estos últimos años los gastos militares se han disparado en el mundo…
¿Si todo este dinero fuera hacia la educación, la salud, la vivienda, el desarrollo de los países, como sería nuestro mundo? La profecía de Isaías parece aún lejana: “Forjarán sus espadas en rejas de arado, Y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra”. Pero sabemos, como cristianos, que con la Resurrección de Jesucristo esta esperanza se hará realidad.
Recemos y movilicémonos: Por los responsables de las naciones, para que se comprometan con decisión a poner fin al comercio de las armas, que causa tantas víctimas inocentes.
P. Frédéric Fornos, SJ
(MCM-RV)

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