Santa Germana, fue una niña humilde mística e hija de un granjero que vivió una vida llena de calamidades pero con mucha santidad. Es a veces llamada Germania. Nació en Pibrac, cerca de Toulouse, Francia, ella sufrió todo tipo de abuso infantil cuando era niña. Germana pasó su corta vida como una pastora, y fue conocida por su amor a la Misa diaria, a la oración y a las obras de caridad. Su cuerpo permanece incorrupto. Fue canonizada en 1867.
Fiesta: 15 de Junio
Martirologio romano: En Pibrac, en la región de Toulouse, en Francia, santa Germana, virgen, que al ser hija de padres desconocidos fue sometida desde niña a una vida servil a pesar de sus enfermedades, pero todo lo aguantó con ánimo decidido y rostro risueño, falleciendo a los veintidós años (1601).
Biografía de Santa Germana
Santa Germana, a veces llamado Germania, nació en 1201 en la ciudad de Pibrac, que está cerca de Toulouse, Francia. Ella es la santa patrona de las víctimas de abuso infantil.
St. Germana era la hija de un granjero. Cuando nació, su madre murió, ella se quedó sóla con su padre. Más tarde, su padre volvió a casarse con una mujer llamada Hortensia.
Hortensia odiaba a Germana, quien estaba enferma y débil, con una mano derecha que estaba paralizada y deformada.
Crueles abusos hacia Germana
Hortensia reemplazó al amor de la madre de Germana con muchos tipos de abuso y de crueldad hacia la pequeña niña. El padre de Germana, Laurent, fingió nunca notar que Germana estaba siendo torturada.
Su padre nunca estaba cerca para defenderla cuando
Hortensia la dejó en un desagüe para cuidar de los pollos y se olvidó de ella
durante tres días. Ni siquiera se preocupó cuando Hortensia echó agua caliente sobre las piernas de Germana.
La pequeña Germana enfermó aún más. Le apareció la enfermedad de scrofula, una enfermedad en la que las glándulas del cuello se hinchan. Las llagas crecieron en su cuello, y en su condición debilitada, ella se convirtió en propensa a todo tipo de enfermedades.
En lugar de sentir lastima, Hortensia al parecer disfrutaba con todo esto, ella comenzó a odiar aún más a Germana
Abusos y torturas psiológicas
Germana tampoco recibió amor ni simpatía de sus hermanastros; por el contrario, ellos al ver a su madre atormentar a Germana, aprendieron a abusar de ella y despreciarla también. En algunas ocasiones, colocaban excremento de ganado en sus ropas y cenizas en sus restos de comida. A Hortensia esto le parecía muy divertido.
Sin embargo, Hortensia se preocupó por la enfermedad de Germana, no porque sentía pena por ella, sino porque tenía miedo de que sus hijos se contagiaran.
Para proteger a sus hijos, Hortensia hizo que Germana durmiera en el granero. El único calor que Germana tenía era el de las ovejas que también dormían allí. La única comida que le daban eran restos de comida que Hortensia les lanzaba cuando se acordaba.
Una pastorsita Santa
Germana pasó largos días con las ovejas en el granero. En lugar de sentirse sola, sin embargo, ella hizo un nuevo amigo en Dios, una ovejita.
Ella no sabía mucho acerca sobre la fe, pero ella tenía un rosario y hacía oraciones sencillas como:
"Dios mío, por favor, no me dejes tener demasiada hambre ni sed. Ayúdame a complacer a mi madre y ayúdame a complacerte"
Debido a esa sencilla fe, creció una profunda santidad en ella y una profunda confianza en Dios. Cada día, ella dejaba las ovejas bajo el cuidado de Dios y caminaba a la Santa Misa. Asì aprenderìa el oficio, por una parte de pastorear a las ovejas y por la otra, de amar más a Dios
La humilde pastorcita, a su tiempo, se hizo catequista. Enseñaba a las otras niñas el catecismo que había aprendido por inspiración divina y lo que le transmitía el Espíritu Santo con sus dones.
Aunque vivía apenas de pan y agua, encontraba siempre la manera de repartir su alimento con los más necesitados
Fama de santidad
Muchos aldeanos se preguntaban por qué las ovejas no fueron atacadas nunca por algùn animal estando completamente a la interperie. La protección de Dios nunca le falló.
Un día, el río estaba inundando, y unos aldeanos que estaban cerca de Santa Germana, vieron con asombro como el caudaloso río se separaba (tal como sucedió a Moisés y al pueblo de Israel) para que Germana pudiera llegar a tiempo a la Misa.
No importaba lo poco que Germana tuviese, ella siempre lo compartía con otros. Ella le daba a los mendigos sus restos de comida y perdonaba siempre a las personas que otros decìan que "merecían" ser odiados.
Las historias sobre la santidad de Germana llegaron a oidos de Hortensia quien se sintiò enfurecida con ella. Quería desesperadamente capturar a Germana haciendo algo malo.
Un frío día de invierno, después de arrojar a un mendigo que Germana había estado protegiendo, Hortensia notó que algo estaba envuelto bajo su delantal. Inmediatamente pensó que Germana le había robado algo al mendigo, comenzó a perseguirla y a gritarle. Mientras la golpeaba, Germana sacó lo que estaba oculto en su delantal: unas flores muy hermosas y vibrantes que no se daban nunca en el invierno. Germana le entregó una a Hortensia y le dijo:
"Por favor, acepta esta flor, madre, Dios te la envía en señal de su perdón".
Los aldeanos comenzaron a hablar de la niña santa, hasta Hortensia suavizó un poco sus sentimientos hacia Germana, e Incluso la invitó a entrar en la casa, pero Germana se había acostumbrado a su cama de paja y continuaba durmiendo en ella.
Su muerte y veneración
Una noche de 1601, tres viajeros vieron una luz en el cielo, y de repente una corte de ángeles que bajaban hasta una casa de Pibrac, y después subían transportando el alma de una joven revestida de luz y coronada de flores.
El cuerpo de Santa Germana fue encontrada muerta allí, en su cama de paja en el granero a la corta edad de 22 años, sobrecogida por una vida de dolor y sufrimiento.
Con toda la evidencia de su santidad, la vida de Santa Germana no tuvo mucho significado más allá de su pequeña aldea hasta que Dios volviera a iluminar su vida.
Cuando su cuerpo fue encontrado, unos 40 años más tarde, se encontraron con algo imposible. Como suele suceder con los cuerpos de los santos, su cuerpo estaba completamente incorrupto.
La pequeña santa Germana se convirtió en santa porque vivió una vida dedicada a Dios y a los demás, y eso es todo lo que Dios quiere que hagamos.
Santa Germana, ruega por nosotros y por los niños qu sufren de abuso infantil y de bullying
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