Novena al
Padre Pío. Día 3: El Amor del Padre Pío a la Palabra de Dios
Padre Pío de Pietrelcina recibió los estigmas el 20 de septiembre de 1918 y los llevó por 50 años. Vivió una vida llena de santidad y amor |
Cuando el Padre Pío tenía quince años de edad, él fue admitido en el noviciado de la Orden Capuchina de los Hermanos Menores en Morcone, Italia.
Él era admirado por sus compañeros de estudios, así como por sus superiores por su comportamiento ejemplar y su profunda piedad. Uno de los novicios que lo conoció declaró:
"Había algo que lo distinguía de los otros estudiantes. Cada vez que yo lo miraba notaba que él siempre era muy humilde, muy recogido, y siempre actuaba en silencio. Lo que más me cautivó de Fray Pío era su amor a la oración".
El 10 de agosto de 1910, a la edad de veintitrés años, el Padre Pío fue ordenado al sacerdocio. La celebración de la Santa Misa fue para el Padre Pío, el centro de su espiritualidad.Debido a las largas pausas de silencio contemplativo en el cual entraba en éxtasis en varias partes del Santo Sacrificio, su misa a veces podía durar varias horas, 3 ó 4. Todo de él hablaba de la intensidad con que él vivía la pasión de Cristo. El párroco de Pietrelcina llamaba a la Misa del Padre Pío, "un misterio incomprensible" Cuando se le pidió para acortar su misa, el Padre Pío contestó:
"Dios sabe que yo quiero decir Misa al igual que cualquier otro sacerdote, pero no puedo hacerlo".
A continuación te indicamos el modo de rezar la novena al Padre Pío de Pietrelcina
Meditación para el Tercer día
"El Amor del Padre Pío a la Palabra de Dios"
Reflexión: Uno de los deberes del sacerdote es la predicación de la Palabra de Dios. Los presbíteros, en virtud del sacramento del Orden, han sido consagrados para predicar el Evangelio. El sacerdote está acreditado oficialmente por la Iglesia para predicar la palabra como maestro.Por eso el obispo, en la ceremonia de ordenación, le dijo: “Recibe el Espíritu Santo”. Cuando el padre Pío llegó a San Giovanni Rotondo, el provincial lo encargó de la educación de unos treinta muchachitos que se preparaban a la vida religiosa capuchina. El superior, el Padre Paulino, nos describe así las ocupaciones en las que empleaba sus horas el padre Pío: “Se dedica a la lectura de libros espirituales, de modo especial a la lectura de la Sagrada Escritura”. Uno de los niños de aquel tiempo, el padre Manuel de San Marco escribió: “La forma de hablar del padre Pío en las conferencias era tan expresiva y conmovedora, que superaba todo lo imaginable, porque todo cuanto decía le salía de su misma vida, de su propio corazón. ¡Con qué dulzura nos hablaba de Jesús, Camino, Verdad y Vida! ¡Con qué ternura se expresaba cuando citaba textualmente las palabras del Señor!” Todos los que conocieron al padre Pío y lo oyeron predicar, afirman que lo hacía con ardor y eficacia. Oración
Dios todopoderoso y eterno, escucha la oración de tu pueblo, da fuerza a cuantos predican el Evangelio en el mundo y concédenos que así como san Pío de Pietrelcina fue en la tierra un ardiente y humilde predicador de tu palabra, ahora en el cielo sea nuestro poderoso intercesor.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Palabras del Padre Pío:
"Mediten en la palabra de Dios y ella adquirirá el poder de destruir sus naturales inclinaciones hacia lo material.”
Todos los días de la novena:
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