domingo, 17 de septiembre de 2017

Novena al Padre Pío. Día 4: El Amor del Padre Pío a la Sagrada Eucaristía (17 de septiembre)

Novena al Padre Pío. Día 4: El Amor del Padre Pío a la Sagrada Eucaristía

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Padre Pío de Pietrelcina recibió los estigmas el 20 de septiembre de 1918 y los llevó por 50 años. Vivió una vida llena de santidad y amor

 
El Padre Pio brillaba por encima de todo como un hombre de oración. Antes de cumplir los treinta años de edad, él ya había llegado a la cumbre de la vida espiritual conocida como la "vía unitiva" de la transformación de la unión con Dios.
Él oraba de manera casi continua. Sus oraciones eran por lo general muy simples. A él le gustaba rezar el Rosario y lo recomendaba a todos los demás. Un dia alguien le preguntó qué legado él deseaba dejar a sus hijos espirituales, su breve respuesta fue: "Mi hijo, el Rosario"
Él tenía una misión especial también con las almas del Purgatorio y animó a todos a orar por ellos. Solía decir: "Hay que vaciar el Purgatorio con nuestras oraciones". El Padre Agostino Daniele, su confesor, director y querido amigo dijo:
"Uno admiraba del Padre Pio, su unión habitual con Dios. Cuando él hablaba, nosotros eramos conscientes de que su corazón y su mente no estaban jamás desconectados del pensamiento y el sentimiento de Dios".
A continuación te indicamos el modo de rezar la novena al Padre Pío de Pietrelcina
Todas estas oraciones puedes encontrarlas en el Primer día de esta Novena

Meditación para el Cuarto día

"El Amor del Padre Pío a la Eucaristía"
Reflexión: La Eucaristía es la acción de gracias por las maravillas que Dios ha hecho por nosotros con la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Jesús ha querido quedarse con nosotros real y sustancialmente con su cuerpo, sangre, alma y divinidad como sacrificio, es decir, memorial de su muerte y como alimento espiritual en la comunión sacramental.
Dios llamó al padre Pío a ser sacerdote y víctima. Gentes de todo el mundo acudían a San Giovanni Rotondo para ver de cerca al estigmatizado padre Pío celebrar la santa misa.
Cristo crucificado se hacía presente visiblemente en la persona de su ministro: su pasión y su muerte se reflejaba durante la celebración del sacrificio del Calvario, celebrada por un sacerdote que en aquel momento le prestaba voz, manos y corazón.
Lo que más me hiere (escribe el padre Pío a su director espiritual) es el abandono en que se encuentra Jesús en el Santísimo Sacramento. Mi corazón se siente como atraído por una fuerza superior antes de unirme a él al comulgar. Siento tanta hambre y sed de recibirlo, que falta poco para que no muera de ansia.
A veces voy a recibirlo como con fiebre. Y esta hambre y sed en lugar que se apague, después que lo he recibido, se acrecientan siempre más en mí, al grado de decirle a Jesús: ¡Basta!, Porque no aguanto más.

Oración

Padre celestial, para la mayor gloria de tu santo nombre y por el mayor bien de las almas, te suplicamos por intercesión de san Pío de Pietrelcina, que multipliques el número de tus sacerdotes.
Derrama sobre ellos tu divino Espíritu, enamóralos de la cruz y haz muy fecundo su apostolado.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén

Palabras del Padre Pío:

"En estos tiempos tristemente faltos de fe, de impiedad triunfante, donde todos los que nos rodean tienen siempre el odio en el corazón, y la blasfemia en los labios, el mejor medio de mantenerse libre del mal es fortificarse con el alimento eucarístico. Y esto no es fácil para el que vive meses y meses sin saciarse con el Cordero de Dios”.

Todos los días de la novena:

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