Novena al
Padre Pío. Día 6: El amor del Padre Pío a la Virgen María
Padre Pío de Pietrelcina recibió los estigmas el 20 de septiembre de 1918 y los llevó por 50 años. Vivió una vida llena de santidad y amor |
Con la fiesta de San Pío de Pietrelcina (Padre Pío) que sube este martes, 23 de septiembre me pareció apropiado para ofrecerle 10 citas de su hablar de la Virgen María. Al igual que muchos de los santos antes que él, el Padre Pío tenía una gran devoción a la Virgen, en particular, aunque el Santo Rosario.
El Padre Pío conocía la importancia Virgen juega en la vida de cada cristiano y conocía la importancia del Rosario juega en las manos de los cristianos. Para él, el Rosario es el arma contra Satanás. Para nosotros que se enfrentan a muchas pruebas en estos días en nuestro mundo, San Pío de Pietrelcina es uno de los santos hay que acudir en busca de orientación y oraciones. Se enfrentó a sus pruebas y sufrimientos de frente a través de la oración, la Eucaristía y la devoción a la Virgen María. De la Virgen Maria, el Padre Pío nos dijo:
"Si nosotros hacemos lo que siempre hemos hecho, lo que nuestros padres hicieron antes que nosotros, no podemos ir mal. Satanás quiere destruir esta oración, pero él nunca tendrá éxito. El Rosario es la oración de aquellos quienes triunfan sobre todo y todos. Fue la Virgen quien nos enseñó esta oración, tal como fue Jesús quien nos enseñó el Padre Nuestro ".
A continuación te indicamos el modo de rezar la novena al Padre Pío de Pietrelcina
Meditación para el Sexto día
"El amor del Padre Pío a la Virgen María"
Reflexión: Desde niño el padre Pío tuvo siempre una tierna, afectuosa y confiada devoción a la Virgen María.Cuando sacerdote se consagró totalmente a ella y la consideró: "Dulcísima Madre de los sacerdotes, mediadora y dispensadora de todas las gracias". Cuando pasaba ante una imagen de la Virgen, decía: "Te saludo, María, saluda a Jesús de mi parte". Festejaba el mes de mayo con mucho fervor. Decía: "El mes de mayo para mí es el mes de las gracias. Quisiera tener una voz poderosa para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen". Su amor a la Virgen era muy grande (cuenta un sacerdote). Recuerdo que una vez le pedimos al padre Pío, en la fiesta de la Asunción, que nos diera un pensamiento sobre la fiesta. Se le iluminó el rostro y sollozando dijo: "Hijos míos, amemos a la Virgen, ella es nuestra Madre". Se emocionó y se puso a llorar. También nosotros nos pusimos a llorar, confundidos ante tanto amor. El Padre Pío Llamaba el rosario su arma preferida. Lo llevaba enrollado en la mano o en el brazo, como si fuera un arma siempre empuñada. Su devoción a la Virgen era concreta y profunda, que lo llevaba a Cristo. La Virgen Dolorosa lo llevaba al misterio de la cruz, a embriagarse en los padecimientos de Jesús. La Virgen lo introdujo también en el misterio eucarístico. Escribió: ¡Pobre madrecita, cuánto me quiere! ¡Con qué cariño me ha acompañado esta mañana hasta el altar! Me ha parecido que ella no tuviera ni siquiera en quién pensar sino sólo en mí, al llenarme el corazón de santos afectos. Oración
Dios omnipotente y eterno, que has hecho grandes maravillas en la Virgen María, Madre de tu Hijo y Madre nuestra, por intercesión de san Pío de Pietrelcina, te pedimos que renueves en nosotros las maravillas del Espíritu Santo, para que podamos bendecir eternamente tu nombre junto a los puros y virginales labios de María.
Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Palabras del Padre Pío:
"¿No te basta saber que María es Madre de Dios? ¿Que todos los ángeles y santos no llegan a alabarla dignamente? Dios es el Padre del Verbo, María es la Madre del Verbo, hecho carne. Nada nos concede el Señor si no pasa por las manos de la Reina del Cielo. Si Dios es la fuente de agua viva, María es el acueducto que la lleva a nosotros. Ámala en la tierra y la contemplarás en el cielo".
Todos los días de la novena:
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